La corriente crítica de Teresa Rodríguez da por perdido al PSOE y pide prepararse para nuevas elecciones elecciones generales

El colectivo Anticapitalistas, una de las corrientes críticas de Podemos en la que se ubica la secretaria general del partido en Andalucía, Teresa Rodríguez, ha pedido este miércoles a la formación que deje de intentar convencer al PSOE para formar un gobierno de progreso y se prepare “para unas nuevas elecciones generales”, en las que, a su juicio, “el discurso del cambio tendrá que ser mucho más nítido y claro”.

Este colectivo, que ayudó a fundar Podemos cuando todavía era un partido -la Izquierda Anticapitalista en la que creció políticamente Teresa Rodríguez- y que posteriormente se transformó en corriente interna, ha emitido un comunicado en el que avisa de que, tras la investidura fallida del candidato del PSOE, Pedro Sánchez, es “políticamente estéril seguir emplazando a dicho partido ”para la formación de un gobierno por el cambio“.

En su opinión, el PSOE ha demostrado, con su empeño por mantener su acuerdo con C's, igual que ocurrió en la configuración del Gobierno de Andalucía, que “su lealtad está con la troika, con las políticas económicas neoliberales y continuistas y con la restauración de un régimen político agotado”.

Por ello, abogan por preparar a Podemos y las confluencias “para unas nuevas elecciones generales”. Para ello, creen que Podemos deberá “desbaratar el recambio en marcha”. Si no se repitieran comicios, Podemos debería “hacer frente al nuevo gobierno que pueda surgir de la operación en marcha para a formación de una gran coalición”. Y continúan: “Debemos acumular social y electoralmente la fuerza necesaria para desbordar los proyectos de reforma del régimen en curso y, de esta forma, situar en el centro del debate político el horizonte de unos procesos constituyentes y la democratización de la economía”.

El comunicado se emite cuando la dirección nacional afronta diversas crisis territoriales, relacionadas con el funcionamiento interno del partido y la independencia que las autonomías tienen para adoptar sus decisiones. El último caso, el de la Comunidad de Madrid, estalló el lunes a raíz de la dimisión del número 3 de la dirección en esta región.