‘Ennemi Public’: cuando el enemigo se encuentra en casa

Los pequeños pueblos han sido objetivo de cineastas y de creadores de series para emplazar y desarrollar sus historias: ‘Twin Peaks’, ‘Trapped’, ‘Top of the Lake’, ‘Les Revenants’, ‘P’tit Quinquin’ o ‘Glitch’ son varios ejemplos en el universo televisivo. Unas localidades con características especiales que proporcionan a la narración tintes únicos. La ficción sobre la que escribiré esta semana traslada al espectador a un municipio rodeado de un bosque frondoso en la zona de las Ardenas: ‘Ennemi Public’.

Este proyecto de corte internacional es obra conjunta de la RTBF (Radio Télévision Belge de la Communauté Française) y la Fédération Wallonie-Bruxelles (comunidad francesa en Bélgica). Serie de origen belga que se alzó con el galardón a mejor drama en la sección internacional del MIPTV de Cannes 2016. Un éxito tanto en audiencia como en crítica gracias a la mimetización del 'nordic noir' con la frescura franco-belga.

La tranquilidad de esta pequeña localidad se ve ensombrecida con la llegada de Guy Beranger, culpable de asesinar a varios niños décadas atrás, a la abadía de Vielsart para ser acogido por sus monjes, tras ser puesto en libertad condicional. La detective Chloe Múller llega con él para encargarse de su supervisión, con el recelo de que vuelva a cometer un asesinato. Este hecho trastorna, aún más, a un pueblo que ve como a los pocos días de su llegada desaparece un niña en extrañas circunstancias.

El gran acierto de ‘Ennemi Public’ reside en esa mezcla, muy hábil, que escoge lo mejor del 'nordic noir' con un guión depurado que da como resultado una historia que emana frescura. La historia se va cocinando a fuego lento mientras las secretos, errores y mentiras van impregnando la narración. Un juego pernicioso en el que el pasado y presente se conjugan a la perfección con una atmósfera fría, gris y opresiva.

Chloe, interpretada por Stéphanie Blanchoud, es un personaje sacudido y turbado por la desaparición de su hermana pequeña en el pasado. Un capítulo sin final que le perseguirá hasta las últimas consecuencias en el presente y más en un caso que le evoca recuerdos tan trágicos; además, el gran recelo de “cuidar” a un asesino confeso como Guy Beranger, de hecho, le provocará entrar en ciertas dicotomías morales al tener que salvaguardar la ley.

Por otro lado, Guy Beranger, interpretado brillantemente por Angelo Bison, es el personaje con más aristas de ‘Ennemi Public’ y es un placer poder descubrir y disfrutar de un protagonista tan bien construido y desarrollado. La clave es cómo la narración, a través de su flujo, es capaz de lograr que el espectador tenga cierta -o mucha- empatía por un asesino; de hecho, con el paso de los episodios nos vamos situando cada vez más entre la espada y la pared. Su liberación y posterior convivencia con los monjes traen al pueblo rencor, prejuicio, miedo, dolor y odio dejando entrever que nunca tendrá redención, ¿es posible la reinserción? Al final, la audiencia llega a sentir pena por una persona sin una salida para el perdón.

El actor Angelo Bison es prácticamente un desconocido para todos pero que no pasa desapercibido en ‘Ennemi Public’. Él imprime un sello personal magnífico a Guy Beranger convirtiéndolo en un personaje carismático y magnético. Un trabajo que le ha valido ganar el premio a mejor interpretación masculina en una serie francesa en el Festival de Series de París.

Las tramas que contienen los diez episodios de esta primera temporada se encuentran hilvanadas a la perfección con un ritmo y tensión que va en aumento, a la vez que juega extremadamente bien con el suspense y los giros de guión, haciendo de ‘Ennemi Public’ un 'thriller' de gran calidad con un final que te invita a seguir con ella la próxima temporada.

‘Ennemi Public’ es, sin duda, una de las ficciones a seguir de este 2016. Una historia interesante con unos personajes bien perfilados que se puede ver en España a través de Movistar+. Recomendada queda.