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El PP es el único partido que no quiere mejorar ni un día el permiso de paternidad

Belén Carreño / Belén Picazo

La brecha de género en el mercado de trabajo en España es una rémora a la que los partidos políticos han decidido enfrentarse en mayor o menor medida. La tasa de actividad de hombres y mujeres en España habla por sí sola: un 66% de los hombres trabajan o quieren hacerlo frente a un 53% de las mujeres. La mayor parte de esta brecha se concentra en un sector muy determinado de la población: el 54% de las mujeres casadas se declaran activas frente a un 64% de los casados. La proporción de mujeres divorciadas que trabaja o quiere hacerlo supera a la de los hombres y entre los solteros también se acorta. Y eso que la crisis ha aumentado la proporción de mujeres que quieren trabajar o lo hacen. En 2008, el año con menos paro de la historia, menos de la mitad de las casadas trabajaban.

Con estos datos, la incorporación de la mujer con cargas familiares al mercado laboral sigue siendo una asignatura pendiente. Un reto que todos los partidos dicen asumir pero con remedios más o menos ambiciosos.

Permisos parentales y excedencias

Por exiguo destaca el programa del Partido Popular. El partido del Gobierno es el único que no le dedica ni una línea a los permisos de paternidad y maternidad y que no tiene intención ni de equiparar ni de mejorar la actual paternidad. Cabe recordar que el permiso de paternidad por nacimiento o adopción por primer hijo es de dos semanas, aunque una ley del año 2009 contempla que se suba a cuatro semanas. La suspensión de este derecho fue uno de los recortes que acometió el partido socialista y que ha prorrogado el PP sin que parezca tener intención, o al menos no la expresa, de levantarla.

Por lo demás, el PP solo añade una medida de flexibilización en el mercado laboral para mejorar la conciliación: ampliar la excedencia por cuidado de hijo a las familias numerosas. El 80% de los trabajadores que se han cogido una excedencia por cuidado de hijo de entre 6 y 12 meses es mujer.

El efecto de esta medida (que está incluida en el epígrafe “avanzando en la conciliación de la vida laboral y familiar” que a su vez está contenida en el capítulo de “Promover un marco de relaciones flexible, seguro y equilibrado”), afectaría a un número reducido de familias. En 2014 nacieron 46.000 niños que pasaron a engrosar una familia numerosa (la mayoría de tres hijos), frente a 381.000 niños que conformaron familias de uno o dos niños.

Las propuestas del resto de los partidos giran en dirección opuesta a la del Partido Popular. Si el PP quiere facilitar que los trabajadores se queden en casa cuidando de sus hijos, el resto de partidos busca fórmulas para que el cuidado de dependientes no sea un impedimento para que las mujeres continúen con su carrera.

Por lo pronto, PSOE, Podemos, Unidad Popular y Ciudadanos apuestan por aumentar los permisos por cuidado de hijo, cargando la mayor parte de la mejora en los progenitores varones. Las tres fuerzas de izquierda llevan en sus programas la equiparación gradual de los permisos de paternidad y maternidad aunque su concreción varía.

El PSOE quiere levantar la suspensión sobre las dos semanas extras de paternidad nada más llegar al Gobierno, y luego ir subiendo gradualmente el permiso de paternidad con el objetivo de que llegue a las 16 semanas. No se ponen un plazo para ello aunque las cuentas son las mismas que las del resto de partidos: cada dos semanas cuestan alrededor de 230 millones de euros. Como elemento para el fomento de la natalidad (aunque alejado de la inserción en el mercado laboral), el PSOE quiere crear una prestación de maternidad para las mujeres que estén dadas de alta como demandantes de empleo aunque no hayan generado derechos suficientes para cobrar prestación de desempleo. Sin el derecho al cobro del paro se pierde también el derecho a una baja por maternidad. Este nuevo derecho solo tendrá 6 semanas de duración y tendrá la base mínima.

Podemos y Unidad Popular no concretan en sus programas pero sí fuera de ellos. En el caso de Podemos dice que fijarán “un calendario que aumente el actual permiso de paternidad hasta igualarlo con el de maternidad”. Igual para cada progenitor en intransferible. Clara Serra, responsable de Igualdad de Podemos, asegura que su objetivo va más allá de la equiparación ya que proponen que cada progenitor tenga 18 semanas de permiso. En un primer año plantean subir hasta seis semanas el permiso de paternidad y luego subir dos semanas al año lo que haría que se cumpliera su objetivo en seis años (excediendo la legislatura). El coste de la medida es de 1.500 millones de euros.

Unidad Popular plantea en el programa “establecer los permisos por nacimiento y/o adopción para cada progenitor/a intransferibles, que deberán progresivamente alcan­zar una igual duración”, y de nuevo tampoco en el papel se comprometen a unas semanas ni unos plazos. La número dos del partido, Sol Sánchez, asegura que su objetivo es lograr equiparar en 16 semanas los permisos de paternidad y maternidad en un plazo de siete años.

La propuesta de Ciudadanos difiere de las anteriores. El partido sí lanza un compromiso con cifras y plazos en el programa que se centra en ocho semanas para la madre, otras ocho para el padre y diez que se podrán repartir como quieran. A diferencia del planteamiento actual, donde las 16 semanas son de titularidad de la madre pero diez se pueden transferir al padre, Ciudadanos quiere que esas diez semanas sean de titularidad compartida y se compromete a realizar estos cambios en la próxima legislatura. Los partidos de izquierdas defienden que la no-transferibilidad de los permisos es esencial para que los padres ganen en corresponsabilidad en el hogar ya que cuando el permiso puede ser de cualquiera de los dos, los roles sociales llevan a que lo asuma la madre.

Conciliación en el ámbito laboral

Estas propuestas de los partidos vienen adornadas con medidas que buscan mejorar la conciliación de la vida laboral y la vida familiar. La forma de aterrizar este objetivo varía de nuevo partido a partido con algunos denominadores comunes que pasan por hacer jornadas más racionales. Con todo, el grado de atrevimiento es de nuevo muy diferente.

Podemos cree que su propuesta para reducir de forma general (y no solo a familias) la jornada de 35 horas es una de las mejores formas de ayudar a la conciliación. Al ser una propuesta para todo el mundo no daría lugar a discriminación entre los que tienen hijos y los que no. De la mano de esta propuesta va la de eliminar los incentivos a las jornadas por tiempo parcial además de querer que, como mínimo se hagan contratos parciales que supongan el 50% de la jornada media laboral.

Para Unidad Popular la jornada de 35 horas también es una propuesta pilar que defienden penalizando las horas extra. El reparto y la remuneración del trabajo de cuidados es otro elemento transversal en la propuesta del bloque de izquierdas.

El PSOE combina parte de estas dos apuestas, la de vigilar los contratos parciales y limitar el uso de horas extraordinarias aunque no entra en un lenguaje tan duro en su planteamiento y aboga más por la vía de los incentivos que de las penalizaciones. Quiere introducir en los convenios colectivos la necesidad de fijar horarios laborales “más acordes con los países de nuestro entorno” para lograr mejorar la conciliación buscando los sectores que considere susceptibles de poder tener jornadas laborales comprendidas entre las 8 y las 18 horas y fomentando su implantación con incentivos fiscales. El PSOE quiere dar un sello de horario racional a determinadas empresas que les permita ventajas. El partido de Pedro Sánchez cree que si se redujeran las jornadas laborales también menguaría la siniestralidad y el absentismo e incluso incluye el ahorro energético como un factor a tener en cuenta a la hora de tomar estas medidas.

Ciudadanos se compromete a generar un pacto para la racionalización de los horarios para hacer una jornada más “compacta y flexible” para la que ha sugerido cosas como adelantar el 'prime time' en televisión o incluso acoger a España al huso horario de Reino Unido más acorde con las horas de sol del país. También pretenden promover que los grandes centros de trabajo tengan guarderías y como el PSOE apuestan por facilitar la contratación pública a las empresas que cumplan horarios racionales.

Todos los partidos hablan de fomentar el teletrabajo, que es básicamente la única medida del PP para racionalizar horarios. Su propuesta se resume en estas dos iniciativas: “aumentaremos una mayor eficiencia en los desplazamientos al lugar de trabajo, impulsando el teletrabajo, la movilidad sostenible y la utilización del transporte colectivo e impulsaremos la racionalización de los horarios en las empresas e instituciones favoreciendo el trabajo compatible con la vida”.

Todos los partidos hacen apuestas por hacer accesibles la educación gratuita de 0 a 3 años (Podemos extiende su propuesta de 0 a 6 años) como medida de conciliación. Ciudadanos la articula dentro de su complemento salarial como un crédito fiscal para enviar a los niños a una guardería pública o privada. Todos menos el PP, que solo tiene una medida concreta para la gratuidad de las guarderías y es para hijos de madres “adolescentes gestantes” (sic). Esta medida habría beneficiado a 2.890 adolescentes.

Brecha salarial y mando en plaza

La diferencia entre lo que ganan un hombre y una mujer es otro de los retos pendientes que se fijan algunos partidos. PSOE y Ciudadanos se inspiran en el modelo estadounidense para pedir transparencia aunque con diferentes enfoques. El PSOE pretende que los salarios de las empresas y que se publiquen los salarios por cargos y género, de forma que la compañía se retrate en caso de estar pagando menos a las mujeres por un mismo puesto laboral. Además pretende “hacer efectivo” la cuota de género del 40% de mujeres en los consejos de administración de empresas cotizadas y quiere que los planes de igualdad de las empresas se registren para que se conviertan en ley. Ciudadanos apuesta porque se publiquen las contrataciones por género y que se fijen objetivos de presencia de mujeres en órganos directivos (aunque se cumplan de forma voluntaria).

Podemos apuesta por que sea la inspección de trabajo la que se aplique a fondo para lograr que hombres y mujeres cobren lo mismo por idéntico puesto de trabajo y crear una comisión estatal que vigile el cumplimiento de la igualdad. Unidad Popular quiere poner el foco en los sectores económicos donde las mujeres estén subrepresentadas, dando por sentado que son en los que se cobra más, y tratando de incentivar su presencia.

El PP no tiene en consideración ninguna medida específica sobre salarios o contrataciones salvo la de que se incentive la vuelta al trabajo de las madres que hubieran abandonado su puesto de trabajo.

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