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Los otros 'techies': esta fotógrafa activista retrata el Silicon Valley más diverso

Helena Price comenzó su proyecto a principios de 2016

Aroa Fernández

La discriminación en Silicon Valley siempre ha sido una lacra discriminación en Silicon Valleypreocupante y que ha afectado a la reputación de los gigantes de la tecnología. En 2011 saltaron las alarmas cuando la inversora Ellen Pao demandó a la firma de capital riesgo Kleiner, Perkins, Caufield & Byers por machista. A principios de este año, una exempleada de Uber, Susan Fowler, contaba públicamente a través de su blog su nefasta experiencia de acoso en la compañía, a la vez que denunciaba que solo el 3% del equipo de ingenieros de su departamento eran mujeres. A la suya siguieron denuncias por discriminación y sexismo a compañías como Twitter, Apple, Oracle, Google o Tesla.

El caso más reciente lo protagonizó el extrabajador de Google James Demore, que publicó un manifiesto acerca de las políticas de diversidad de la compañía que fue tildado de machista y le costó el puesto. Aun así no es el único escollo que se debe superar en Silicon Valley. Según una encuesta de la consultora Atlassian, solo el 2 % de los profesionales tecnológicos son negros y un 3 % de origen hispano. Incluso la edad o la orientación sexual resultan motivo de desigualdad en el epicentro del terremoto tecnológico.

Ante este panorama, la fotógrafa Helena Price ha querido aportar su granito de arena en la lucha por la diversidad. Para ello ha puesto en marcha el proyecto ‘Techies’, con el que pretende poner rostro a diferentes perfiles de empleados de tecnológicas como Facebook, Google o Uber.

“Mis objetivos son tres: quiero mostrar al mundo exterior un panorama más completo de las personas que trabajan en tecnología, que la tecnología no es una meritocracia y ayudar a la gente subrepresentada en la industria a sentirse menos sola”, explica Helena Price.

Frente a su cámara han posado desde una investigadora 'freelance' y especializada en realidad virtual con una lesión cerebral que le impide tener recuerdos del pasado hasta una haitiana de origen humilde que hoy que lidera equipos en Google, una ingeniera transexual de Uber o un inmigrante dominicano que trabaja como diseñador de productos en Facebook. Así hasta completar una lista de 100 personas de diferentes orígenes y modos de vida y con historias de superación que demuestran que no lo han tenido nada fácil para llegar hasta la élite tecnológica.

Sin fronteras: de orígenes y familias diferentes

Los protagonistas de las fotografías son mujeres, inmigrantes, sin formación universitaria, mayores de 50 años, miembros del colectivo LGBTI o personas con algún tipo de discapacidad. Rana Abulbasal es una de ellas. Esta joven árabe-estadounidense decidió mudarse desde su país natal, Jordania, para formarse en Estados Unidos en 2009. Aunque desde mucho antes estaba acostumbrada a romper moldes.

Mudarse a Estados Unidos no fue fácil. Rana quería ampliar sus conocimientos, pero su familia se oponía. Al final lo asumieron y hoy Abulbasal trabaja en Facebook donde, según dice, ha encontrado su sitio. “Aquí en Facebook tenemos un grupo musulmán que pertenece a un sector de recursos humanos interreligioso. Así que hay un muy buen círculo de apoyo de personas que entienden de dónde vengo. Lo encontré como una salida porque cuanto más vivo esta experiencia como mujer musulmana, más me apasiona hablar de ello”, explica Abulsabal.

En 'Techies' también se cuenta la historia de Lukas Blakk. Este responsable de la versión móvil de Pinterest también luchó contra viento y marea para llegar hasta su actual puesto. Su madre era una joven lesbiana a la que en su momento no se veía con buenos ojos. “No había un montón de lesbianas teniendo hijos en los años 70”, asegura.

Tras abandonar la escuela, este canadiense regresó a los estudios con 30 años para formarse como desarrollador. Ahora es activista en colectivos LGBTI mientras avanza en su próspera carrera tecnológica.

También enfermos y mayores

En Silicon Valley tampoco parece común encontrar a alguien mayor de 50 años, y mucho menos si es mujer. Sin embargo, ahí está Deirdré Straughan para echar abajo el mito. Hoy empleada de Ericsson, ha estado vinculada a la tecnología durante más de 30 años. A su lucha por seguir ocupando su sitio en la meca de la tecnología a pesar de su edad, se unió la enfermedad. El año pasado tuvo que hacer frente a un cáncer de mama que parece haber superado con éxito.

También Natasha Vianna, hoy 'community manager' en la 'startup' destinada al cuidado de ancianos y enfermos Honor, tuvo que combatir muchas batallas personales. De origen latino, cuando tenía 18 años ya había tenido un hijo, había superado una depresión, había vivido en la calle y había hecho frente a la violencia doméstica.

No son los únicos. Entre los retratos de Price la diversidad se muestra con historias de superación luchando contra la pobreza, el racismo y la discriminación sexual. Nombres como el periodista e inversor de origen indio Om Malik, el empresario negro Tristan Walker, la ingeniera de Pinterest Tracy Chou o la diseñadora de Apple Julie Ann HorvathOm MalikTristan WalkerTracy ChouJulie Ann Horvath se suman, entre otros, a esta lista.

Mil horas entrevistando y retratando la diversidad

Lejos de ser un encargo empresarial para limpiar la imagen del mundo tecnológico, 'Techies' nace de la inquietud de la propia Helena Price. Esta fotógrafa 'freelance' pasó ocho años trabajando en Silicon Valley, tiempo que le sirvió para conocer a un montón de gente que para nada se correspondía con los estereotipos de los trabajadores en tecnología.

Así Price comenzó por publicar una convocatoria con un sencillo formulario de inscripción a principios de 2016. Para su sorpresa, en dos semanas habían rellenado la solicitud más de 500 personas.

Entonces llegaba un momento complicado, el de la selección de los perfiles. “En lugar de asegurarme de tener equis mujeres, equis personas de color y equis personas de más de 50 años, quería centrarme en la amplitud de la representación, de género, raza, edad, sexualidad, educación, situación socioeconómica, vida familiar, lugar de origen y más”, explica Price.

Además quiso mostrar la difícil relación que existe entre la tecnología y sus empleados. Así, acabó por elegir las historias de gente que viene de un lugar inesperado y que superan obstáculos inimaginables para llegar y mantenerse en Silicon Valley. Además, para Price era primordial que fueran “personas activas y orgullosas del trabajo que hacen, les encante la tecnología y quieran ver mejorar la industria”, precisa.

Tras la selección, que le llevó más de 150 horas, siguió con las entrevistas. “Cuanto más conozco un tema antes de hacer un retrato, más preparada me siento para representarlo con mayor precisión”, apunta. Para ello realizó las 100 entrevistas por videoconferencia: se conectaba con los empleados a través de Hangouts y grababa sus voces con Zencastr.

Tras conocer a los protagonistas de 'Techies', llegó el momento de fotografiarles. Para abaratar costes, montó el estudio en el salón de su casa y, para ajustarse a los descansos de los empleados, les convocó en horarios de fin de semana. Tras varias sesiones, los protagonistas junto con Price eligieron las mejores fotos. “Quería escoger fotos que realmente representaran sus personalidades”, detalla.

¿Quién es Helena Price?

“Alta, pálida y mitad noruega”. Así se define la estadounidense Helena Price en su perfil de Twitter. Nacida en New Bern, una ciudad del estado de Carolina del Norte, a Price no le gustan los tópicos ni los estereotipos. También con alma aventurera, mientras estudiaba en la Universidad Estatal de Carolina del Norte dedicaba los veranos a acompañar a bandas de música en sus giras, para fotografiar sus idas y venidas y publicarlas en sus blogs.

En 2013 dejó su puesto en Silicon Valley y se centró en su pasión: la fotografía. Como 'freelance', ha cosechado toda una carrera fotográfica de éxitos que la han llevado a las páginas de publicaciones como Time, Glamour o The Guardian.

Su interés por la fotografía comenzó con seis años, cuando su padre le regaló una cámara desechable comprada en unos grandes almacenes. Sus primeros retratos fueron a sus peluches, mascotas y a su hermano. Desde entonces creció fotografiando todo lo que ocurría a su alrededor hasta convertirse en una de las fotógrafas más cotizadas de Silicon Valley.

También ha trabajado para múltiples marcas como Twitter, Uber, Microsoft, Nike o Fitbit. Incluso fotografió al expresidente de Estados Unidos, George Bush, junto a su esposa Laura Bush, en una galería con otras primeras damas del momento.

Su labor para mostrar la diversidad en Silicon Valley no ha finalizado. Su intención es seguir contando historias y derribando mitos. Aunque desconoce cuando podrá presentar nuevos retratos, dada la cantidad de proyectos que se van acumulando en su escritorio, quiere continuar visibilizando a las minorías para así animar a las empresas a contratar y retener el talento más diverso.

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Todas las imágenes de este artículo son propiedad de Helena Price

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