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Maza rechaza que los imputados en el caso Lezo maniobraran para aupar a Moix

El fiscal General del Estado, José Manuel Maza.

Marcos Pinheiro

El fiscal General del Estado, José Manuel Maza, ha hecho este miércoles una defensa cerrada de la actuación de Manuel Moix al frente de la Fiscalía Anticorrupción. En su comparecencia en el Congreso ha rechazado también que Ignacio González y Eduardo Zaplana maniobrasen para auparle a fin de rebajar la investigación del caso Lezo. La conversación entre ambos que consta en el sumario no va en ese sentido, ha argumentado, sino que se limitan a expresar que es un buen candidato.

En su intervención inicial, Maza ha evitado referirse a la información conocida este miércoles, y que revela que fue alertado dos veces de los problemas que podía acarrear la designación de Moix como jefe de Anticorrupción. Primero por la teniente fiscal Belén Suárez, entonces responsable provisional de Anticorrupción, y luego por miembros de la Unión Progresista de Fiscales (UPF). Ninguna mención a las preferencias de Ignacio González y Eduardo Zaplana, ambos imputados en el caso Lezo.

Solo ha entrado en este asunto tras las preguntas de los portavoces. Ha asegurado que si se quedó perplejo tras el aviso de la UPF, cuando ya tenía el de la teniente fiscal, fue porque la causa estaba secreta, y se sorprendió de que la asociación tuviese conocimiento de las conversaciones de González y Zaplana. Ya lo sabía, pero no se lo dijo a los miembros de la UPF que le hicieron esa advertencia.

Maza, además, ha despreciado la importancia de esas conversaciones porque en ellas no se hablaba de intentar nombrar a Moix, ha dicho, ni se desprende de ellas que buscasen su nombramiento para rebajar la investigación del caso Lezo, por el que el expresidente madrileño está en prisión y el exministro imputado.

En esas conversaciones “parciales” y de las que no se conoce todo el detalle solo evidencian que ambos valoraron la conveniencia de Moix para el puesto de jefe de Anticorrupción porque los investigados “le conocen porque han compartido con él puestos institucionales”. No hay otra intención, ha insistido.

“Valentía y firmeza” frente a “sospechas y prejuicios”

Ha destacado su “valentía y firmeza” durante estos dos meses en ese cargo, frente a los ataques que ha recibido, que solo buscan “extender un manto de sospecha desde el prejuicio sistemático”. Ha insistido en que se siente orgulloso del nombramiento de Moix, al que ha definido como “un experimentado fiscal”. “Me siento satisfecho del acierto de aquella designación”, ha dicho el máximo responsable de la Fiscalía.

Sin entrar en el detalle de las polémicas que han salpicado la actuación de Moix, Maza ha rebajado esos episodios a meros debates jurídicos. Si el jefe de la Fiscalía Anticorrupción se opuso a un registro clave de la Operación Lezo fue porque no quería generar una macrocausas, sino que apostaba por fraccionarla en piezas más pequeñas: “En ese marco técnico en el que se movió la discusión jurídica”.

Su discurso, en tono general por tratarse de asuntos bajo investigación, ha explicado, se ha centrado en despreciar las informaciones sobre Moix. Ha hablado de noticias “infundadas” y acusaciones que llevan “al plano de las sospechas y las conspiraciones” lo que únicamente son debate jurídicos.

Así, ha rechazado que él o el propio Moix dirijan sus actuaciones a proteger al partido del Gobierno. Ha puesto como ejemplos que descartan esas sospechas la denuncia contra el despacho del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la interpuesta sobre el caso Mercamadrid, que afecta a la delegada del Gobierno en Madrid, o la relativa a la Trama Eólica, con una mayoría de imputados del PP.

Sobre el hecho concreto de la Operación Lezo, Maza ha insistido en que no ha encontrado ningún hecho concreto por el que deba responder, ningún “dato objetivo” que justifiquen las “alarmas generadas”.

El fiscal General se ha detenido especialmente en el caso del 3%. Ha defendido la potestad de Moix para cambiar los fiscales de un caso, algo que ha enmarcado en la “distribución del trabajo entre los miembros de su plantilla”. Aunque ha asegurado que no se ocupa de revisar todas las decisiones de Moix, pero que esta en concreto sí que está siendo analizada.

Ha recordado que el cambio de fiscales se discutió en la última reunión del Consejo Fiscal, y que no se llego a votar porque Maza requirió a Mox más información sobre se cambio, al entender que no estaba suficientemente motivado. También ha pedido a los fiscales del caso, José Grinda y Fernando Bermejo, que explique con más detalle por qué creen que debe seguir investigando esta causa.

La oposición pide el cese del jefe de Anticorrupción

El PSOE ha insistido en la necesidad de apartar al jefe de Anticorrupción y que, tras esa decisión, Maza presente su dimisión al ministro de Justicia: “Todo lo ocurrido está urdido por el Gobierno y gestionado por usted”.

Su portavoz en la comisión, Juan Carlos Campo, ha afirmado que Moix ha llevado a cabo acciones “inequívocamente dirigidas a obstaculizar el trabajo de los fiscales de la Operación Lezo”. También ha recordado que dio trámite a la denuncia de un empresario imputado contra tres fiscales sin escuchar su versión de lo ocurrido.

La portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, ha repasado las filtraciones del caso Lezo -incluida la que podría haber hecho una magistrada- y ha preguntado a Maza si las está investigando. También ha criticado que Maza no haya hecho referencia a los avisos de la teniente fiscal y de la UPF sobre los problemas que conllevaban su nombramiento, y le ha preguntado si los tuvo en cuenta para el nombramiento.

Montero ha calificado el desempeño de Moix al frente de Anticorrupción de “absoluta incompetencia”, y la ha considerado “de toda parte dañina”. Su dimisión, la de Moix y la del ministro de Justicia, Rafael Catalá, por “respeto a la institución que usted representa”.

Desde Ciudadanos, Ignacio Prendes ha preguntado a Maza si fue nombrado con la condición de que colocase a Moix en Anticorrupción y si sabía que era el preferido para ese puesto por “personas significativas” que estaba siendo investigadas.

Prendes ha asegurado que Moix no puede seguir en ese puesto tras el “incendio” que ha ocasionado en la Fiscalía. Se acumulan los indicios, ha añadido, que obligan a que el fiscal General del Estado cese al jefe de Anticorrupción: “Hágalo para que el caso Moix no se convierta en el caso Maza”.

El resto de grupos se han unido a las peticiones de cese de Moix, y algunos han apoyado también la petición de dimisión para Maza. Por parte del PP, Carlos Rojas ha criticado las filtraciones de un sumario que permanece bajo secreto, y ha insistido en que ha sido el Gobierno de la Comunidad de Madrid quien llevó los indicios de delito a la Fiscalía.

Tras la ronda de los portavoces, Maza ha insistido en que el jefe de Anticorrupción no quiso paralizar ningún registro ni tampoco quiso apartar a los fiscales del caso Lezo. Sobre las filtraciones, ha dicho que se están investigando, pero cree que será “imposible averiguar” quién las hizo.

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