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Sobre este blog

No nos gusta la palabra “discapacitado”. Preferimos retrón, que recuerda a retarded en inglés, o a “retroceder”. La elegimos para hacer énfasis en que nos importa más que nos den lo que nos deben que el nombre con el que nos llamen.

Las noticias sobre retrones no deberían hablar de enfermitos y de rampas, sino de la miseria y la reclusión. Nuria del Saz y Mariano Cuesta, dos retrones con suerte, intentaremos decir las cosas como son, con humor y vigilando los tabúes. Si quieres escribirnos: retronesyhombres@gmail.com

De superhéroes y cosas varias

"Daredevil"

Mariano Cuesta

Llegué a la parada de autobús como cualquier mañana de trabajo, pero esta vez era distinto. Un hombre sentado con un bastón entre las manos, ocupaba parte del banco. Vestía de modo elegante, con un traje de chaqueta hecho a medida, una corbata a juego y unas gafas de sol, a pesar de que no hacía mucho sol. Era la primera vez que lo veía. No estaba acostumbrado a que gente de ese porte. Le pregunté a qué se dedicaba y me dijo que era abogado en Estados Unidos. Hablaba poco. Me di cuenta de que era ciego, puesto que no giró en ningún momento para hablar conmigo, mientras acariciaba su bastón. Se levantó y se fue andando, moviendo su bastón haciendo un arco, barriendo ante sus pasos. Su nombre era Matt Murdock.

Hace tiempo que vi la serie Daredevil en Netflix, y después de ver la primera temporada estuve pensando en varias cosas, que voy a ir desgranando aquí. Hay pocas series o películas que traten la discapacidad de modo natural, por lo general suelen polarizarse bastante o el superhéroe, que por lo general suele tener otros poderes que contrarrestan su discapacidad, como este caso, o estamos en el caso contrario donde se nos trata como si fuéramos como menos que carne con ojos. Entre estos dos puntos debería haber uno que fuera el de tratarnos como personas.

Está muy bien eso de querer elevarnos a los altares porque hemos hecho algo que parece sobrenatural, o que se escapa a nuestras capacidades, pero la cosa es la siguiente, si se puede hacer, se puede hacer. Lo imposible no se puede hacer. Depende mucho de la fuerza de voluntad de cada uno, pero vamos, como todo…

El otro día fui a una entrevista de trabajo y la persona de recursos humanos me preguntó por mi discapacidad, le dije que podría desempeñar cualquier trabajo, que mi discapacidad no me impedía hacerlo y me contestó algo que me pareció muy acertado: “como todos, entonces, que yo a lo mejor no soy capaz de hacer tal o cual cosa y no tengo una discapacidad”.

Está muy bien que la gente nos quite las etiquetas, somos personas, sin más, con alguna que otra dificultad en según qué caso, pero si nos dejaran de ver tan radicalmente quizá podríamos desarrollar una vida más relajada.

Es muy cansado ser un héroe o una carga sin puntos medios, y de esto, en parte, tiene culpa la prensa, los medios, la ficción en general que son los que, de alguna manera, nos inculcan ciertas imágenes de cómo debería ser el mundo. De hecho así por recordar, creo que la única serie que ha tratado la discapacidad de un modo natural es Breaking bad. El personaje de Walter Jr. me parece que es un fiel reflejo de lo que debería ser. La discapacidad está en un “segundo plano”

y es tratado como uno más, sin exceso de halagos y sí alguna crítica. Aboguemos por la realidad para que no nos vean fuera de ella.

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No nos gusta la palabra “discapacitado”. Preferimos retrón, que recuerda a retarded en inglés, o a “retroceder”. La elegimos para hacer énfasis en que nos importa más que nos den lo que nos deben que el nombre con el que nos llamen.

Las noticias sobre retrones no deberían hablar de enfermitos y de rampas, sino de la miseria y la reclusión. Nuria del Saz y Mariano Cuesta, dos retrones con suerte, intentaremos decir las cosas como son, con humor y vigilando los tabúes. Si quieres escribirnos: retronesyhombres@gmail.com

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