Eurodiputado pide una evaluación para incluir a personas sordas en el Erasmus

El eurodiputado de Izquierda Unida (IU) Willy Meyer ha preguntado a la Comisión Europea (CE) si dispone de “una evaluación sobre las acciones necesarias para incluir a las personas sordas como plenas usuarias del programa Erasmus”.

En una pregunta parlamentaria, Meyer ha recordado a la CE que “el programa Erasmus, dirigido a jóvenes estudiantes, carece de adaptación alguna para las personas sordas usuarias del lenguaje de signos, desde la enseñanza de idiomas hasta la propia inclusión en los diferentes actos públicos que se celebran en dicho programa”.

Además, ha subrayado que según los datos de la Unión Europea de Sordos (EUD) en los Estados miembros de la Unión Europea (UE) viven aproximadamente un millón de personas sordas que son usuarias del lenguaje de signos.

Teniendo en cuenta que este elevado número de personas aún encuentra numerosos obstáculos para ser tenido en cuenta en los procesos comunicativos de las instituciones, a juicio de Meyer, las instituciones europeas deberían garantizar su acceso pleno a la información y la participación política.

Sin embargo, el europarlamentario ha destacado que “esto no se produce de una forma adecuada y por lo tanto se está violando la base de una sociedad democrática: la inclusión de todas las personas en los procesos de participación en las instituciones así como en el uso de los servicios e información pública”.

“Existen numerosos servicios que ofrecen información pública que no implementan medidas de inclusión para este colectivo” y esto, según Meyer, “se produce pese a que la UE ratificó diferentes compromisos internacionales relativos a la inclusión de las personas con discapacidad, como la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad en 2010”.

La UE “pretende implementar su compromiso con las personas discapacitadas a través de la Estrategia Europea en materia de Discapacidad 2010-2020”, que a juicio del europarlamentario, “debería incluir acciones que permitan la plena integración de las personas sordas”.

Entre estas acciones, ha dicho el eurodiputado, “encontramos que el programa Erasmus carece de adaptación alguna para las personas sordas usuarias del lenguaje de signos, desde la enseñanza de idiomas hasta la propia inclusión en los diferentes actos públicos que se celebran en dicho programa”.