31 parados menos
Enhorabuena a los premiados. Nada menos que 31 personas que el pasado julio estaban en el paro ya no están registradas en las oficinas de los servicios públicos de empleo.
31 es un número manejable en términos de relato periodístico. Se me ocurre que puede ir un exparado cada día, hasta completar el mes, al plató de alguna televisión. Dejaríamos de sentar un parado a nuestros micrófonos para sentar a un trabajador, presentado como un sujeto exótico, puro éxito, en un panorama con millones de parados, con miles de personas que se van del país y con parados cronificados hasta perder toda esperanza.
En los últimos meses todos hemos oído que a alguien le han dicho en su trabajo: “Ojo, que si no quieres, hay seis millones de parados esperando”. Qué decir de los miles de trabajadores que han visto cómo se les bajaba el sueldo, una o varias veces, o se han quedado sin vacaciones, o las han visto menguadas drásticamente, o han pasado de fijos a autónomos, o encadenan contratos parciales famélicos, o que trabajan 10 horas por 300 euros bajo la etiqueta de becarios.
Han metido el aspirador en el Estado de Bienestar y hasta que no volvamos a la casilla de salida de hace más de cuarenta años no van a parar de meterle potencia al barrido.
Los 31 nuevos empleados se presentan, en un ejercicio de apropiación indebida de la información, como las 22 medallas olímpicas de Phelps y, sobre todo, la secretaria general del PP utiliza esta simulación de recuperación para no contestar a las cada vez más evidentes pruebas de que ha mentido. De Cospedal crea una expectativa exagerada que se muestra falsa cuando los datos llegan a todos los españoles.
Nada menos que 99.069 personas ya no están dados de alta en la Seguridad Social, tenemos un país endeudado hasta el cuello, y creciendo a un ritmo que amenaza con empatar con el PIB, y hemos perdido la memoria de cuando se creaban puestos de trabajo fijos y estables. Pero tenemos 31 nuevos trabajadores a los que podríamos entrevistar ahora y quedarnos con su número de teléfono para llamarles dentro de seis meses, o un año, por si siguen trabajando.
Es un poco tomadura de pelo decir que la recesión ha terminado, que iniciamos la remontada, que vamos como la moto de Marc Márquez hacia la recuperación, solo porque 31 afortunados hayan pasado de estar en paro en julio a encontrar trabajo en agosto. En cualquier caso, enhorabuena, el año que viene les llamaremos.
