GRÁFICO: Precariado, nacionalidad y género
El precariado es un concepto con el que se pretende dar cuenta de un grupo heterogéneo de personas cuya situación laboral es incierta y que se encuentran a medio camino entre la exclusión y la integración social. A efectos prácticos, definimos el precariado como quienes están en paro, con un contrato a tiempo parcial involuntario o un contrato temporal. Este tipo de situación que se podría entender como momentos transitorios hacia una situación laboral más estable parece que está siendo el modelo de relaciones laborales de salida a la crisis, por lo que cabe esperar que un futuro (que no sabemos si acabará) este tipo de inserción laboral sea “natural” para amplios colectivos de población. Pero no afectan por igual a todos: hay más jóvenes, más mujeres y más inmigrantes que varones españoles de edad media.
Hemos realizado una simulación estadística para tener en cuenta las diferencias por nacionalidad y género, si suponemos que la edad no varía ni el tipo de ocupación, medido como clase social (que hemos tratado en otro lugar). En el Gráfico 1 se aprecia el resultado de esta simulación, con las probabilidades estimadas para cada colectivo. Vemos que las mayores diferencias se dan en los varones, con un 30% de probabilidad de ser precario para los españoles y casi un 50% para los extranjeros. Entre las mujeres, las diferencias son más pequeñas, no sólo porque la precariedad sea mayor entre las mujeres españolas (casi el 40%), sino que en las mujeres extranjeras es menor (47%) que en los varones extranjeros, aunque no sean diferencias estadísticamente significativas. Resumiendo, la precariedad es mayor en mujeres y extranjeros, pero entre los extranjeros, el género no marca una diferencia significativa, cosa que sí sucede entre los españoles. Si eres de fuera, pesa más la nacionalidad, si eres de aquí, pesa más el género, a igual grupo de edad y clase social.
Gráfico 1. Probabilidad (en %) de ser precario por nacionalidad y por sexo
Estos datos muestran una de las debilidades del precariado frente al proletariado. El proletariado era un grupo de características más homogéneas, lo que facilitaba compartir intereses y organizarse de forma colectiva en sindicatos fuertes. Sin embargo, el precariado es un grupo más heterogéneo, en el que se cruzan la nacionalidad, el género y el tipo de ocupación. Esto lleva a estilos de vida e intereses divergentes, que además pueden ser presentados por algunos discursos políticos populistas como enfrentados (“los de fuera nos quitan el trabajo”). De momento, es España, el discurso populista con más fuerza es el de la “casta” contra los de “abajo”, que contribuye a unificar al precariado.