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Una decena de plataformas reivindican en Linares que se conserve lo que aún queda del ferrocarril en Jaén

Protesta en Linares ante la estación de tren para recuperar las infraestructuras ferroviarias en la provincia.

Ana Sola

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Más de medio centenar de personas y una decena de plataformas y asociaciones se han concentrado este sábado en Linares (Jaén) para pedir que se conserve lo que aún queda del tren en la provincia de Jaén y en concreto en la Estación Linares-Baeza, que fue durante el siglo XX referente ferroviario de Andalucía.

Las plataformas en Defensa de las Pensiones Públicas de Linares y Jaén, Verdes EQUO Andalucía, CILU-Linares, Levanta Jaén, Alma Minera, Úbeda por Jaén, Cambil por Jaén, la Plataforma en Defensa de la A-32…

La concentración ha sido convocada por la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Linares-Baeza y Jaén, y la CGT, conmemorando un día negro para Linares, ya que fue precisamente un 15 de enero de 1966 cuando se cerró la red de tranvías de Linares, que contaba con tres líneas; ese mismo día pero en 1970 se cerró el ramal ferroviario de Zarzuela; en 1975 la línea de San José; y en 1985, aunque en este caso fue un 1 de enero, se acabó con la línea que unía Jaén con Camporeal. 

Una efemérides que se ha querido representar con una tarta con una máquina de tren en negro, según ha explicado a eldiario.es Luis Marín, representante de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Linares-Baeza y Jaén. “Aprovechamos este día fatídico para defender lo que nos queda” ha señalado Marín que explica que la provincia de Jaén ha perdido el 90 % de los trenes que tenía en 1992, cuando se puso en marcha el AVE de Madrid a Córdoba, una pérdida que puede ser del 95 % si se elimina el Talgo a Almería, con la puesta en funcionamiento de la alta velocidad en esa ciudad.

En Linares se asentaron, a finales del XIX y principios del XX, tres compañías de trenes de vía ancha: MZA (Madrid, Zaragoza y Alicante), Andaluces y Sur de España; y una cuarta de vía estrecha (La Carolina y Prolongaciones). 

Cada una construyó su estación terminal propia en un extremo de la ciudad, que dispuso de cuatro estaciones ferroviarias dentro del núcleo urbano: la Estación de Madrid o de Linarejos, al noroeste (compañía MZA); la Estación de la Compañía del Ferrocarril de Linares a La Carolina y Prolongaciones, anexa a la anterior y la Estación de la Zarzuela, al oeste (Ferrocarriles Andaluces) y la Estación de San José o de Almería, al este (compañía del Sur).

Precisamente, donde se ubicaba esta última estación, ya que ninguna de las cuatro se encuentra ya en funcionamiento, es donde se han manifestado este sábado en contra del desmantelamiento del ferrocarril una decena de asociaciones y plataformas, más de medio centenar de personas.

La Estación de Linares/Baeza que fue el referente ferroviario de comunicaciones de toda Andalucía ha sido la que más servicios ferroviarios ha perdido en los últimos años y seguirá perdiendo en la medida de que Almería acceda a la Alta Velocidad. Además, el protagonismo que ha ido perdiendo la Estación de Linares/Baeza lo ha asumido la Estación de Córdoba por ser el eje de distribución del corredor occidental de Andalucía.

El año 1992 marcó un antes y un después para este transporte en Jaén. Y mientras se creaba un Nuevo Acceso Ferroviario a Andalucía (NAFA), perforando la Sierra de Córdoba en ancho internacional y obligando a la contratación de nuevos trenes mucho más veloces, se iba alejando a la provincia de Jaén de sus años dorados vividos con el ferrocarril.

Una historia de más de 155 años de ferrocarril, que comenzó el 8 de julio de 1866 cuando la meseta castellana quedaba comunicada con Andalucía por este medio de transporte, al inaugurarse el primer tramo de la concesión desde Venta de Cárdenas, en Ciudad Real, a Vilches, atravesando el paso de Despeñaperros. El tramo tenía 29 kilómetros de longitud, pero el 15 de septiembre de ese mismo año se inauguró el resto de la línea, que recorría el tramo entre Vilches y Córdoba, de 145 kilómetros más. 

Lejos quedan las inauguraciones en 1877 del ramal de Vadollano a Linares, en 1879 del ramal minero entre Linares y Los Salidos; en 1880, de la concesión del ferrocarril de Puertollano a Marmolejo; en 1881 del tramo Espeluy-Jaén. 

Desde las plataformas reivindican la reapertura de los servicios Jaén-Motril, pasando por Martos, Alcalá y Granada; de Linares-Baeza a Valencia por Utiel; y que se retome el proyecto de unir la estación Linares-Baeza, con Úbeda y Cazorla. Además del Puerto Seco de Linares, la vía doble entre Santa Cruz de Mudela y Córdoba; y la línea Linares-Baeza, con Almería, Granada, con capacidad para 220 kilómetros hora. 

Marín hace una defensa del transporte, menos contaminante, por tren frente al saturado de las carreteras, tanto para pasajeros como para mercancías. Y critica el gasto tremendo que se hace en la Alta Velocidad, que como consecuencia provoca el abandono del ferrocarril convencional.

La Alta Velocidad, asegura, sirve para conectar grandes ciudades, pero no vertebra el territorio, dejando grandes zonas rurales sin este tipo de transporte y pone como ejemplo que la lanzadera de Jaén a Madrid por Córdoba. 

Un servicio que está siendo poco demandado porque la gente para ahorrarse veinte minutos en llegar a Madrid tiene que levantarse de madrugada, pagar mucho más dinero por un billete, ir a Córdoba y allí coger otro tren. Una línea que además no beneficia al resto de la provincia.

Se ha perdido el tren social, y ya son historia el Estrella Giralda, que hacía Sevilla-Madrid, pasando por Jaén a diario, el Estrella Sol de Europa, entre Santander y Málaga, o el diurno García Lorca, que hacía Barcelona-Málaga-Cádiz-Granada-Almería. Y pueblos como Linares-Baeza, Vilches, Jódar, Andújar y otros tantos han dejado poco a poco de ver funcionamiento en las vías.

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