Andalucía amplía en 200.000 los beneficiados por deducciones en el IRPF al retirar el tope por renta familiar
El Gobierno de Juan Manuel Moreno mantiene en Andalucía 13 tipos de deducciones en el tramo autonómico del IRPF -por hijos, vivienda, familia numerosa, ayuda doméstica, etc-: 11 son heredadas de la etapa socialista y otras dos son de nueva creación. En 2021 hubo 159.171 contribuyentes que se beneficiaron de alguna de estas rebajas fiscales, un año después la cifra se disparó un 125,4%, hasta los 358.846 beneficiarios. ¿Cómo ha ocurrido?
En 2021, a través de una ley del PP, la Junta de Andalucía elevó el tope de renta familiar que podía beneficiarse de algunas de estas desgravaciones fiscales: de 19.000 euros para una declaración individual se elevó a 25.000 euros; y de 24.000 euros en una declaración conjunta se pasó a 30.000. Eso ensanchó por abajo el rango de potenciales beneficiarios.
Pero, sobre todo, fue la decisión de no fijar un tope por renta familiar a cinco de las 13 deducciones fiscales (tres de la etapa socialista, que no tenían ese límite, y dos de nueva creación): deducciones para quienes invertían en el accionariado de empresas; para quienes tienen contratada una ayuda doméstica; para quien paga una defensa jurídica en procesos laborales (como despidos); para quien paga a sus hijos clases particulares de idiomas o informática en una academia privada y para quien hace donativos con fines ecológicos (estas dos últimas figuras de nueva creación).
Cualquier andaluz puede deducirse estos gastos en su declaración con independencia de su nivel de renta, sea 25.000 o 100.000 euros al año. El objetivo de la Junta era aumentar el número de beneficiarios potenciales de estas rebajas en el tramo autonómico del IRPF -más número y de mayor poder adquisitivo- y el efecto fue inmediato: en 2022 hubo 200.000 nuevos contribuyentes que accedieron a alguna de las múltiples desgravaciones fiscales: 199.675 declarantes, según datos provisionales de la Agencia Tributaria avanzados este lunes por la Consejería de Hacienda.
Al topar las rentas beneficiarias por encima del límite fijado por el anterior Gobierno socialista -llevaban así una década- o prescindir directamente de la relación entre deducción fiscal y nivel de renta, en un sólo año se incrementó un 125% el número de contribuyentes beneficiarios de deducciones que antes estaban fuera de su alcance. Sólo la deducción por gastos educativos que se estrenó en 2022, accesible a rentas individuales de hasta 80.000 euros, representa casi un tercio del incremento del importe total de las deducciones respecto a 2021.
El departamento que dirige Carolina España, consejera de Hacienda, defiende que las deducciones en el tramo autonómico del IRPF han ensanchado el rango de posibles beneficiarios “sin perder de vista la progresividad fiscal”, y que las desgravaciones han llegado a las clases medias altas porque “son las principales responsables de la recaudación”.
El 15,7% de los más de cuatro millones de contribuyentes andaluces, con rentas superiores a 33.000 euros, aporta el 64% de la recaudación por IRPF autonómico de 2022 [el total alcanzó los 6.875,6 millones]; y ha soportado el 84% del incremento de ingresos por impuestos propios desde 2018 [1.551, 4 millones], cuando Moreno es investido presidente, según cifras de la consejería.
Un sobregasto de 37,7 millones
El repunte drástico de beneficiarios también se ha traducido en un mayor gasto para las arcas públicas. Las deducciones fiscales tuvieron un coste para la Hacienda andaluza de 21,7 millones en 2021 y, tras la reforma legal del PP y la incorporación de nuevas deducciones, la factura ascendió a 57,4 millones, un 165% más (35,77 millones más).
La consejera de Hacienda ha presentado los datos este lunes, enmarcados en el argumentario del PP que hace una relación directa entre bajada de impuestos (Moreno lleva seis) y aumento de la recaudación.
De las deducciones en el IRPF, destaca el ahorro para las familias andaluzas que el año pasado matricularon a sus hijos en clases particulares de idiomas e informática. Una deducción con un máximo de 150 euros al año por hijo matriculado para rentas con una base imponible de hasta 80.000 euros de tributación individual o hasta 100.000 euros en caso de tributación conjunta.
Hay 123.114 contribuyentes con este perfil que se han beneficiado de esta deducción, que ha supuesto un gasto de 11,14 millones de euros para las finanzas públicas. La consejería ha usado un caso atípico a modo de ejemplo: “matrimonio con dos hijos y un rendimiento neto reducido de 40.000 euros, que apunta en septiembre a un hijo a una academia de inglés y al segundo, a informática. Paga 80 euros al mes por cada curso, su deducción en cuota es de 96 euros”.
También ha aumentado el número de beneficiarios en otro tipo de deducciones: por inversión en vivienda habitual y protegida -y para jóvenes- ha crecido un 60,6%, de 9.551 en 2021 a 15.341 en 2022. La variación del coste para las arcas públicas es del 197%, de 965.765 euros a 2,87 millones en un año. La deducción por alquiler de vivienda habitual ha incrementado un 130,8% el número de beneficiarios, de 11.438 contribuyentes en 2021 a 26.395 el año pasado. Hacienda usa como ejemplo-tipo de esta deducción a un contribuyente de 68 años, con un rendimiento neto de 18.000 euros, que pague 300 euros al mes de alquiler, y que reduciría su cuota en 540 euros al año.
La deducción por nacimiento, adopción y acogimiento pasa de tener 5.438 contribuyentes beneficiarios a 8.683, un 59,7% más. La deducción en la cuota para una persona con un hijo y una renta neta de 18.000 euros fue de 50 euros en 2018, y ahora ascendería a 200 euros en 2022, 150 euros más.
Relación impuestos-recaudación
El presidente Moreno abandera una política fiscal a la baja desde que el PP gobierna Andalucía, en 2019, coincidiendo con un ciclo económico positivo que le ha permitido presentar año a año un aumento de contribuyentes y recaudación por IRPF. La consejera de Hacienda ha vuelto a vincular las bajadas de impuestos en Andalucía con el aumento de contribuyentes y recaudación, subrayando que entre 2021 y 2022, hay 166.090 declarantes nuevos, un 4,2% más. Esta cifra, no obstante, está por debajo del crecimiento vegetativo de la economía andaluza registrado ese mismo año, que se cerró con un 5,2% más.
Los contribuyentes crecen y con ella la recaudación vía tributos, sobre todo, por la propia actividad económica, que en los años de gobierno de Moreno ha disfrutado de un ciclo de economía ascendente, mientras que el último lustro del anterior gobierno del PSOE fue renqueante como consecuencia de la gran recesión y la crisis financiera internacional, que obligó a las administraciones a recortar gasto público con una motosierra y aumentar todos los impuestos.
Entre 2018 y 2022, Andalucía ha sumado más de medio millón de contribuyentes -566.536 más-, pasando de 3,5 a 3,9 millones de declarantes, un 16,10% más. Las cuatro millones de declaraciones de la renta presentadas este año en Andalucía, correspondientes al ejercicio 2022, dejaron 6.875,6 millones de euros de cuota líquida autonómica, esto es, vía IRPF. Son 662,2 millones más respecto al año anterior -un 10,7% más-, y 1.847 millones más respecto a 2018 -un 36,7% más-.
El número de contribuyentes y la recaudación tributaria es un reflejo de la actividad económica del momento. 2018 se cerró con un crecimiento del PIB andaluz del 2,2% y en 2022 fue del 5,2%. El número de ocupados en Andalucía al cierre de 2018 fue de 3.090.300 personas y al finalizar 2022 alcanzaba los 3.261.200 ocupados, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). La diferencia son 170.900 ocupados más, una cifra muy próxima a la tasa de crecimiento vegetativo de la población andaluza en edad de trabajar.
2018 se cerró con 834.300 parados y una tasa de paro del 21,26%. Aquel año, Andalucía lideró la caída del desempleo en España en términos absolutos con 126.200 parados menos (-13,14% que en 2021) y se crearon 118.600 empleos nuevos. En 2022, el número total de parados fue de 764.900 personas y se crearon 11.400 puestos de trabajo.
A preguntas de los periodistas, España ha reconocido que el aumento de la recaudación en Andalucía no es directamente atribuible a la política fiscal a la baja del Gobierno de Moreno. De hecho, en el año 2018, con más impuestos y una política fiscal distinta a la del PP, la Junta también registró 138.000 contribuyentes nuevos. La consejera de Hacienda ha vuelto a recalcar que esta comunidad era la cuarta con mayor carga fiscal hace cinco años -“un infierno fiscal”, reiteran en el PP- y ahora es la segunda con menos impuestos propios.
En este mismo contexto, la responsable de las finanzas andaluzas ha dejado la puerta abierta a impulsar un nuevo gravamen para evitar que el Gobierno central se quede con la recaudación del impuesto a las grandes fortunas en Andalucía. La Junta recurrió este impuesto ante el Tribunal Constitucional, pero éste acaba de tumbar la misma denuncia que hizo el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en Madrid.
La presidenta madrileña reaccionó anunciando un nuevo impuesto -parecido al de Patrimonio, que está bonificado al 99%- para hacerse con los ingresos que, de otro modo, irían a las arcas del Estado. El Ejecutivo de Moreno espera la resolución del Constitucional sobre su propio recurso, pero no descarta seguir la estela de Díaz Ayuso.
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