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El alcalde de Granada lanza un ultimátum al PP para volver a formar Gobierno

Luis Salvador trata de reconducir la crisis consistorial con el PP

Álvaro López

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La rueda sigue girando y la bola con el premio gordo aún no ha salido. Ni el alcalde de Granada ha dejado de serlo, ni la crisis institucional del Ayuntamiento se ha resuelto. Luis Salvador (Ciudadanos) sobrevive dos semanas después de que le dimitiera todo su equipo de Gobierno a excepción de un concejal y aprieta para tratar de mantenerse como regidor. Pero algo sí parece estar moviéndose para que la incógnita de qué pasará en los dos años que quedan de mandato quede resuelta. Salvador, que ya moduló su discurso hace días reconociendo que está estudiando “fórmulas” que garanticen la estabilidad del Consistorio y que eso podría suponer que siguiera como alcalde o no, ha lanzado un ultimátum al Partido Popular para que vuelva al bipartito.

Un órdago que, según fuentes consistoriales y populares, esconde una negociación entre el propio alcalde y el presidente del PP de Granada, Francisco Rodríguez. En esas conversaciones se está hablando de recuperar el acuerdo entre el Partido Popular y Ciudadanos, pero cambiando los cromos. Es decir, que Luis Salvador pase a ser primer teniente de alcalde o vicealcalde con tal de que vuelva a haber un gobierno de la derecha en la capital granadina. O lo que es lo mismo, hacer real el pacto de alternancia entre populares y naranjas al frente de la alcaldía que en teoría se alcanzó en la investidura de 2019 y que ha sido el detonante de la situación que se vive hoy.

Aquel acuerdo conocido como “2+2” fue anunciado por el entonces portavoz y candidato del PP en el Ayuntamiento de Granada, Sebastián Pérez. El popular aseguró desde el primer momento que había llegado a un entendimiento con Luis Salvador para que a los dos años de mandato hubiese un cambio de alcalde. De esa forma, y siempre según ese pacto, Salvador sería alcalde hasta junio de 2021 y Pérez lo sería hasta las municipales de 2023. Pero el regidor de Ciudadanos siempre ha negado que hubiese llegado a tal acuerdo con el líder del PP de Granada, lo que ha dado pie a que Sebastián Pérez haya dejado de pertenecer al Partido Popular y haya abandonado el equipo de Gobierno dinamitando al bipartito.

Vuelta a la alternancia

Ahora, después de que Pérez provocase un tsunami al marcharse y amenazar a sus excompañeros populares de que tenían que obligar a Luis Salvador a marcharse o de lo contrario él pactaría una moción de censura con el PSOE para lograrlo, la alternancia puede acabar ocurriendo. Para ello el PP estaría dispuesto incluso a hacer caso a la petición de Sebastián Pérez y aceptar que el alcalde sea Francisco Fuentes, su único apoyo dentro del partido, y no Luis González, como era la pretensión del Partido Popular hace unas semanas. Desde el Ayuntamiento se desliza esa posibilidad y se da por hecho que se están dando pasos en ese sentido.

Sin embargo, como ya se ha dicho en los últimos días, esta solución para la crisis consistorial supondría un acuerdo “anómalo” porque implicaría volver a poner de acuerdo a ediles que se han enemistado. Es el caso de los ex de Ciudadanos, Manuel Olivares y Lucía Garrido, que dejaron el grupo municipal cargando contra Luis Salvador. Asumiendo que los tres ediles de Vox respaldarían este reencuentro municipal de la derecha, los votos de Olivares y Garrido serían necesarios para que la nueva configuración del bipartito saliese adelante al obtener la mayoría absoluta de 14 concejales sobre 27, pero también tendrían que contar con el apoyo definitivo de Sebastián Pérez, que parece más probable si el alcalde acaba siendo Fuentes.

La opción del PSOE

Por otro lado, para que el nuevo equipo de Gobierno se llevase a cabo, haría falta que Luis Salvador dimitiera. El alcalde tendría que dejar su puesto para que se convocase un pleno de investidura en el que saliese elegido el nuevo regidor. Una situación que puede deparar otros escenarios de los que la derecha no quiere oír hablar. Ante la posibilidad de que alguno de los ediles díscolos no apoyase al nuevo bipartito, el PSOE volvería a tener opciones de gobernar. Si ningún candidato consiguiera la mayoría absoluta de 14 votos, el socialista Francisco Cuenca sería alcalde de nuevo al pertenecer al partido que logró más concejales (10) en las elecciones municipales de 2019.

Mientras, el propio PSOE continúa con su ronda de contactos para tratar de sacar adelante una moción de censura contra Luis Salvador. Otra situación que depararía salidas “anómalas” porque los socialistas necesitarían el apoyo de alguien de la derecha. O bien Sebastián Pérez o incluso un gobierno de “concentración” con el Partido Popular. Esta última opción no se ha descartado en absoluto y hasta el portavoz de los populares, César Díaz, ya se ha mostrado abierto a negociarla, pero fuentes del partido entienden que se trata más de una medida para presionar al alcalde para que dimita que de una opción real para darle salida a la situación. Por otro lado, los socialistas ya saben que en Unidas Podemos-IU no darían el apoyo de sus tres concejales sin más, sino que recuerdan que para que eso pase antes hay que negociar. “No somos una sucursal del PSOE”, ha llegado a decir su portavoz municipal, Antonio Cambril.

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