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El Ateneo de Granada pide la dimisión de la directora de la Escuela Andaluza de Salud Pública por su gestión “dictatorial”

La entidad pide el cese inmediato de Blanca Fernández-Capel

Álvaro López

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El futuro de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) sigue levantando ampollas. Tras las movilizaciones de los últimos meses reclamando a la Junta de Andalucía que no cierre la institución para integrarla en el futuro Instituto Andaluz de Salud (IAS), el Ateneo de Granada tampoco avala las últimas decisiones que se han adoptado y censura la actitud de la directora, Blanca Fernández-Capel, a la que tachan de tener una actitud “sectaria” y “dictatorial” a la hora de gestionar la escuela.

En un comunicado firmado por el presidente del Ateneo de Granada, Jesús Ambel, esta asociación local, que aglutina a los intelectuales granadinos, manifiesta su “absoluta repulsa” contra los despidos de tres docentes con más de 30 años de carrera en la EASP que ha promovido la directora después de que estos participaran el pasado mes de marzo en una mesa redonda sobre la utilidad y el futuro de la escuela celebrada precisamente en el Ateneo. Desde esta entidad entienden que Blanca Fernández-Capel está atentando contra la libertad de opinión de tres docentes, por lo que piden su dimisión.

El Ateneo de Granada es una organización sin ánimo de lucro que se fundó en 2009 y de la que forman parte intelectuales y poetas de la talla de Luis García Montero, Fernando Valverde o Milena Rodríguez. Además de ser un espacio dedicado a la divulgación de la cultura, también fue concebido como una herramienta para defender y promover la democracia, los derechos humanos y la libertad. Por eso, y porque la mesa tuvo lugar en su sede de la Biblioteca de Andalucía, el Ateneo se ha pronunciado sobre los ceses de estos profesores de la Escuela Andaluza de Salud Pública alegando que se atenta contra la libertad de opinión.

Meses de enfrentamientos

Este comunicado es otro capítulo más del enfrentamiento que mantiene la Junta de Andalucía, a través de la gerencia de la escuela, con buena parte del estamento más intelectual de Granada, así como del sector sanitario y de investigación. Los planes de cierre o integración en el futuro IAS, promoviendo su cambio de sede de Granada a Sevilla, ya se han encontrado con el rechazo mayoritario de la comunidad sanitaria y educativa relacionada con la EASP. Una situación que lleva produciéndose más de un año y medio porque el Gobierno andaluz ya intentó cerrar la escuela en el invierno de 2020 y el pasado diciembre retomó sus planes, pagando una auditoría privada, presuntamente manipulada, para promover la disolución.

Precisamente por eso, varias voces se han pronunciado abiertamente contra el cierre de la escuela. Una de las más destacadas es la de su exdirector, Joan Carles March, que defiende el prestigio internacional de esta institución y recuerda el papel fundamental que cumple en el seno de la investigación y formación sanitaria desde hace ya más de tres décadas. Una actitud en defensa de la EASP que a March le ha costado su cese como coordinador del Diploma de Gestión de Servicios de la Escuela Andaluza de Salud Pública. Junto a él, Blanca Fernández-Capel, directora de la escuela e histórica diputada del Partido Popular en el Congreso, también ha cesado a Emilio Sánchez-Cantalejo y a José Ignacio Oleaga al que le ha negado la posibilidad de alargar su edad de jubilación para seguir ligado a la institución.

Estos tres docentes participaron en marzo en una mesa redonda titulada “¿Por qué y para qué una Escuela de Salud Pública?”. Una cita en la que se debatió el papel que juega la EASP y en la que se expuso por qué no debe cerrarse, como plantea el Gobierno andaluz. Tras la celebración de este encuentro, Fernández-Capel cesó a March y a Sánchez-Cantalejo, lo que provocó otra brecha entre la Junta y la institución. Semanas más tarde, a José Ignacio Oleaga se le comunicó que tampoco se contaría con él. Tres docentes queridos por el personal de la escuela y por el alumnado y que, pese a ello, no seguirán en sus respectivos puestos por decisión de la dirección.

Actitud “dictatorial”

Por todo ello, el Ateneo de Granada considera que Blanca Fernández-Capel está teniendo una actitud “dictatorial” al despedir a los profesores. Dicen que la directora ha decidido “tomar represalias” contra los docentes porque en la citada mesa redonda se manifestaron dudas “sobre el futuro de la escuela” y se atrevieron “a proponer soluciones y alternativas para su mejor desarrollo”. Algo que consideran que es un atentado contra “los derechos más fundamentales”. De ahí que se exija la dimisión o “cese inmediato” de Fernández-Capel y la reincorporación a sus puestos de March, Sánchez-Cantalejo y Oleaga.

“Esto se enmarca dentro de esa línea de desprestigio que están tratando de hacer de la EASP para poder hacer con ella algo distinto”, asegura el presidente del Ateneo, Jesús Ambel, a este medio. Admitiendo que desde la Junta “están en su derecho”, el máximo representante de esta asociación lamenta que se vayan a “cargar” una institución de más de 35 años. Ambel señala también el peligro que corre el prestigio internacional “increíble” de la escuela y los convenios que tiene firmados a nivel global. “Empezar por cambiar las cosas con los profesionales más díscolos es decirle a los demás que se queden quietos porque van a seguir haciendo lo que quieran”, sentencia.

Este medio se ha puesto en contacto con la dirección de la Escuela Andaluza de Salud Pública para conocer su postura sobre la petición de dimisión que hace el Ateneo de Granada, pero Blanca Fernández-Capel ha declinado la invitación de eldiario.es Andalucía.

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