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La alta velocidad llega a Granada a 6,3 km por año

El exalcalde de Granada José Torres Hurtado junto a la exministra de Fomento, Ana Pastor, llegaron a prometer que el servicio de trenes estaría suspendido apenas cinco meses cuando duraría casi cuatro años

Álvaro López

Cuando el 26 de junio llegue el primer AVE a Granada de la historia de la ciudad, se cerrará con ello el último capítulo de una historia que por momentos pareció interminable. La llegada de la Alta Velocidad se ha demorado por más de dos décadas y ha dejado por el camino un incontable número de promesas incumplidas de los diferentes gobiernos centrales, autonómicos y municipales. Desde el inicio del proyecto en 1998 hasta hoy, han pasado más de 20 años de los cuales casi cuatro de ellos han supuesto el aislamiento ferroviario de la capital granadina. Entre promesas incumplidas y retrasos en las obras, los 126 km de Antequera a Granada salen a una velocidad media de 6,3 km de vía por año (bien lejos de los 320 km/hora que alcanzará el nuevo tren).

Si bien el aislamiento se terminó en noviembre de 2018 con la reapertura del trayecto que unía Granada con Madrid, el desierto ferroviario en que se ha convertido la provincia en las últimas décadas no parece terminar con la llegada del AVE a finales de junio. Las plataformas ferroviarias de Granada siguen reclamando esfuerzos para tener servicios de Cercanías y unir la zona norte de Baza con la Región de Murcia por donde la provincia siempre tuvo su salida al Levante español.

Una reivindicación del siglo XX

Granada lleva años mirándose en el espejo de Sevilla y Málaga para comparar su desarrollo, y las fuerzas políticas han abusado del argumento. Durante 20 años este argumento ha tenido peso porque precisamente la Alta Velocidad ferroviaria no ha llegado mientras las dos capitales citadas llevan 27 y 12 años respectivamente disfrutando del servicio de AVE que les conecta con el resto de España. Un agravio comparativo que impulsó al entonces delegado del Gobierno andaluz en Granada y exalcalde de la ciudad, Jesús Quero, a promover un proyecto conjunto para que los granadinos se subieran al AVE de Málaga aprovechando la construcción de este.

Lo que se proponía entonces es lo que ha acabado sucediendo. De hecho, es la única de las propuestas iniciales que se mantiene en gran medida a día de hoy. La Alta Velocidad entre Córdoba y Málaga, que se estaba construyendo en aquella fecha, se entendía como una posibilidad para que Granada conectara con ese trayecto occidental evitando una infraestructura mayor que la que se tendría que haber hecho por el flanco oriental aprovechando la ya existente. Sin embargo, aunque se pidió el apoyo de todas las instituciones, el Gobierno central del PP no hizo caso de la idea y en 1999 publicó el proyecto del AVE a Málaga ignorando a Granada.

Las primeras promesas

Aquel primer varapalo a la construcción del AVE de Granada obligó al Partido Popular a maniobrar rápido. Los populares llegaron a asegurar que el Gobierno tenía previsto hacer su propio proyecto de AVE entre Madrid y Granada y que ese hecho no cambiaba a pesar de que la provincia no apareciera mencionada con el estudio de la Alta Velocidad malagueño. No obstante, tendrían que pasar varios años más hasta que la realidad brindase las primeras buenas noticias. Entre 2001 y 2004 se producen varios acontecimientos que permiten que Granada se ilusione con el AVE.

Primero el Ministerio de Fomento anuncia que habrá Alta Velocidad y que esta permitirá unir la ciudad con Madrid en tres horas. Después, el ministro popular del ramo, Francisco Álvarez Cascos, refrenda ese tiempo de trayecto en una comparecencia pública al tiempo que asegura que el AVE llegará en 2007. El entonces alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP), también se suma entonces al capítulo de promesas que nunca se cumplirán alardeando con que la Alta Velocidad será más alta que nunca uniendo ambas capitales en apenas 2 horas y media. Un hecho prácticamente inviable en casi cualquier circunstancia.

Antes de ceder el Gobierno central al PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, Fomento lanza un órdago a la Junta para obligar a San Telmo a mostrar su apoyo por el AVE de Granada. Desde el Ministerio se asegura que solo se contemplará un proyecto con doble vía si el Gobierno andaluz decide aportar dinero al tren granadino. Algo que no acabaría sucediendo y que hace que la provincia de Granada sea la única andaluza con AVE que tiene una única vía.

De las promesas a la crisis

Ya con el PSOE de Zapatero en el Gobierno, la Alta Velocidad parece coger impulso. El nuevo Ministerio de Fomento promete en 2004 la doble vía que jamás llegaría y a finales del mismo año encarga la elaboración de proyectos para la construcción del trazado del AVE. Es la primera vez que el tren veloz parece una alternativa viable en materia ferroviaria para Granada. De hecho, ya en 2007 y justo antes del estallido de la crisis, empiezan las obras en algunos tramos.

Las tensiones entre el Ayuntamiento de Granada en manos del PP y la Junta de Andalucía y el Gobierno de España en manos del PSOE harían que en esos años los avances fuesen mínimos. Los populares no querían poner fácil que los socialistas pudieran hacerse la foto con la inauguración. Algo similar a lo que entonces ocurría también con el Metro de Granada. A lo más que se llega es a un acuerdo para remodelar la estación de trenes y soterrar las vías a su entrada a la ciudad.

En ese tira y afloja que solo permitió dicho acuerdo en 2008, el Ayuntamiento apostó por cambiar de ubicación la estación y el Gobierno central ignoró la propuesta encargando su propio proyecto de soterramiento. Hacían saltar por los aires el consenso que una infraestructura de tal calibre necesita.

El aislamiento ferroviario

Con todo lo sucedido en 20 años, es casi imposible citar todo lo que ha provocado que Granada haya carecido de Alta Velocidad hasta hoy. Sin embargo, hay algunos hechos relevantes que tienen lugar en plena crisis económica y tras el cambio de Gobierno de nuevo en favor del PP de Mariano Rajoy

Su ministra de Fomento, Ana Pastor, es la figura política que destaca en este escenario. Pastor acaba en 2013 con los planes previstos hasta esa fecha y desde el Ministerio rompen con el soterramiento de la ciudad, la remodelación de la estación de trenes y la Variante de Loja -vital para que el AVE pueda alcanzar su máxima velocidad comercial desde Antequera a Granada-. La ministra argumenta que por culpa de la herencia socialista y de la crisis, no hay dinero para llevar a cabo la red ferroviaria que se preveía.

Además de romper con lo pactado años antes, Pastor anuncia la segunda fecha que se incumplirá: 2015. Ese es el año en que en teoría el AVE estaría circulando por Granada. Sin embargo, dicho año se convertiría en el primero del aislamiento ferroviario. A solo un mes de las municipales, Fomento y Ayuntamiento de Granada anuncian el cierre temporal del transporte en tren por la provincia para reanudarlo en septiembre ya con el AVE.

Lo que iban a ser cinco meses se acabó convirtiendo en casi cuatro años sin que hubiera ferrocarriles circulando por Granada más que el que ha cubierto diariamente la ruta con Almería. La única solución propuesta fue un autobús que partía desde la estación de trenes de camino a Antequera donde ya sí se podía coger un AVE o cualquier otro ferrocarril.

Además, no solo no se calcularon los meses que estaría el servicio detenido sino que con el paso del tiempo se han acabado descubriendo fallos en el proyecto y evidencias de que las obras estaban lejos de acabar. Pese a ello, los ministros del PP que suceden a Ana Pastor en Fomento, Iñigo de la Serna y Rafael Catalá, llegan a anunciar nuevas fechas para la entrada en servicio del AVE. Fechas que tampoco se cumplirían.

Año y medio en pruebas

A finales de 2017 las administraciones aseguran que las obras para la construcción de la red de Alta Velocidad ya han finalizado y que el proyecto entraba en la fase de pruebas de los trenes. Se llega a hablar de que en primavera de 2018 el AVE ya sería una realidad, pero nada más lejos. Las pruebas se reducen en principio a pocos trenes laboratorio circulando cada varios meses y con el transcurso de las semanas se constata que hay tramos que deben ser remodelados.

No sería hasta finales del verano de 2018 cuando por fin se tendrían noticias ciertas sobre la puesta en marcha del AVE a Granada. El nuevo Gobierno socialista de Pedro Sánchez anuncia a través del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que la Alta Velocidad llegará justamente cuando lo va a hacer: en el verano de 2019. Aquel anunció llegaría tras otro, el del fin del aislamiento ferroviario. Fomento, evidenciando que el anterior Gobierno del PP mentía, reabrió al tráfico de trenes la vía de Moreda para permitir que Granada y Madrid conectaran por Talgo. Los populares habían asegurado que esa opción era inviable y que necesitaría de meses de obras y una inversión millonaria que jamás tuvo que producirse cuando los socialistas reabrieron esta conexión de trenes.

Así, tras más de 20 años de promesas incumplidas y de un proyecto que dista de ser el que se propuso, Granada podrá tener AVE este mismo verano. El objetivo a medio plazo es que este sea aún más rápido de lo que lo es y que pueda realizarse la Variante de Loja por la que ya se está trabajando. Los retos a futuro marcan otros caminos: reabrir la conexión con Lorca para favorecer la incorporación al Corredor Mediterráneo y poner en marcha un servicio de cercanías.

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