Por los derechos de los niños

Pensar en niños es sinónimo de pensar en futuro. Por eso mismo, el mundo que se construye hoy es el mundo que los más pequeños, y los que quedan por venir, vivirán mañana. Según el informe Estado Mundial de la Infancia que elabora anualmente Unicef, actualmente hay más de 2.200 niños en todo el mundo, lo que representa el 30% de los aproximadamente 7.200 millones de habitantes que tiene el planeta.

Como cada 20 de noviembre, se celebra el Día Universal del Niño, una jornada para “fomentar la fraternidad entre los niños y niñas del mundo y para promover su bienestar con actividades sociales y culturales” a la vez que se lucha por garantizar los derechos de los más pequeños, un colectivo especialmente vulnerable. También es un día en honor a la Declaración de los Derechos del niño en 1959 y a la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, de la que se cumplen 25 años y cuyo aniversario busca reconocer la labor de jóvenes innovadores para reinventar el futuro y proteger los derechos infantiles especialmente en zonas con menor índice de desarrollo.

En nuestro entorno son también numerosos los proyectos surgidos para garantizar los derechos de los niños. Por ejemplo el derecho a la cultura. Una empresa granadina ha desarrollado una audioguía para enseñar Historia a los más pequeños de entre 6 y 12 años. Concretamente la de la Alhambra y a través de las nuevas tecnologías. Juegos, ilustraciones y realidad aumentada para explicar una época histórica que cambió el mundo.

El derecho a la felicidad es lo que busca Titiribici, la propuesta de un sevillano que busca sonrisas con tus marionetas. Tras 18 años recorriendo Europa en bicicleta, decidió cruzar el charco y hacer 20.000 kilómetros por Sudamérica para llevar la ilusión a niños que no conociesen el teatro con títeres.

Una sonrisa y una cura para el alma es lo que busca también Cienciaterapia, el proyecto de jóvenes voluntarios para hacer más fácil la espera de niños hospitalizados en un hospital de Huelva. Al mismo tiempo enseñan ciencia con experimentos divertidos realizados con materiales caseros. Desde que químicos, psicólogos y educadores se decidiesen a buscar risas a través del conocimiento, no han dejado de recibir premios por su labor y han conseguido extenderse por más hospitales y asociaciones.

Por último, otro proyecto innovador para hacer la vida más fácil a niños con necesidades especiales. Esta vez el protagonista es Muecas, un robot capaz de simular expresiones faciales y con un reto por delante: servir de guía en la rehabilitación para niños con parálisis.

Cuatro iniciativas de entre miles que se llevan a cabo día a día con la intención de hacer del mundo un lugar más agradable a quienes están llamados a dirigir la sociedad del futuro: los niños.