'Ancestras': en busca de los referentes literarios de la “mitad invisible”
“La mitad invisible”: así define Claudia Capel a todas esas mujeres creadoras que han sido silenciadas, ninguneadas, entregadas al olvido durante décadas, y que todavía hoy siguen siendo unas grandes desconocidas. A ellas les dedica la escritora y profesora argentina el ciclo Ancestras, una serie de conferencias a celebrar en la sede de la Fundación Cajasol de Sevilla que se prolongará hasta el próximo 15 de junio.
“Quiero mostrar cómo han trabajado estas mujeres, en silencio y, en muchos casos, en el exilio”, afirma Capel, quien ha contado con la colaboración de diversas fundaciones y casas museo para ofrecer materiales inéditos o desconocidos a su auditorio. “He investigado mucho, me he metido en sus vidas, en sus bibliotecas. Pero todo lo que brindo de ellas son datos, no hay nada subjetivo, nada de especulación. Otra cosa es que nos gusten o no esos datos”, añade.
El programa se inauguró el pasado jueves con una cita dedicada a María Zambrano, la primera autora en recibir un Premio Cervantes en el año 1988. “El premio existía desde 1976, y hubo de esperar 12 años para que un nombre de mujer entrara en el palmarés. El de María fue un paso fundamental para que existan cinco más, la última de las cuales lo recibió la semana pasada: Cristina Peri Rossi. Curiosamente, Zambrano tampoco pudo acudir a la entrega, y eligió, como Peri Rossi, a una actriz para que lo recibiera en su lugar”.
'Poetos'
El próximo encuentro tendrá lugar el próximo jueves, 28 de abril, y girará en torno a la figura de la poeta argentina Alfonsina Storni, en el 130 aniversario de su nacimiento. “Fue, con Gabriela Mistral y Juana de Ibarburu, una pionera de la poesía desde el Río de la Plata. Abrieron puertas a las mujeres”, subraya Capel. El 12 de mayo será el turno de Rosalía de Castro, “autora del primer manifiesto feminista, escrito seis o siete décadas antes de Virginia Woolf. Pero aquí nos fijamos siempre en los anglosajones”.
Con motivo del 50 aniversario de su muerte, el 19 de mayo la cita estará dedicada a la argentina Alejandra Pizarnik. “Fue mucho más que una poeta suicida, como se la ha etiquetado a menudo”, señala la conferenciante. “Por suerte, medio siglo después su poesía se sigue leyendo a tope entre los jóvenes”. Y el 26 de mayo la protagonista será otra poeta muy querida por los lectores nuevos, la española Gloria Fuertes. “Ella fue la que se negó a ser llamada poetisa, la que sintió el desdén de la palabra. ¡Que se llamen los hombres poetos!”, decía. Fue nuestra poeta de guardia“.
La charla del 2 de junio tendrá, por su parte, una doble vertiente: estará dedicada a dos “almas gemelas” como fueron la española Zenobia Camprubí y la argentina Victoria Ocampo. “A Zenobia hay que conocerla más allá del hecho de que fuera la mujer de Juan Ramón Jiménez. Hay que asomarse a toda su obra de traducciones, clases, conferencias… Y a Victoria, la fundadora de Sur, toca reconocerla como la más grande mecenas que tuvo la cultura argentina. Invirtió toda su fortuna personal en la literatura”.
Una silla en la RAE
El 9 de junio tendrá también mirada doble, sobre dos escritoras “invisibles”: de un lado, Elena Garro, la gran escritora mexicana siempre a la sombra de su esposo, Octavio paz, fue para Capel “la historia más conmovedora, la de una autora eternamente olvidada, a la que no se le ha reconocido su condición de pionera del realismo mágico, anterior a Rulfo y a García Márquez. Hay que leer títulos como Los recuerdos del porvenir o La semana de colores”. Por otro, Pilar de Valderrama, tradicionalmente conocida como la mujer que encarnó la Guiomar de Antonio Machado, pero que según Capel “posee su propia obra y merece atención”.
Cerrará el ciclo el 15 de junio la figura de Carmen Conde, la primera mujer que ingresó en la Real Academia Española de la Lengua (RAE). “La institución esperó siglos antes de admitir a mujeres”, denuncia Capel. “Pero, además, Conde fue una poeta inmensa, dramaturga, ensayista, con una obra infinita. Se habla de Emilia Pardo Bazán y de la silla virtual número 47 de la Academia, pero Carmen Conde tuvo la suya, y abrió el camino a otras”.
Por otro lado, y a pesar de la mirada necesariamente histórica que proyecta esta iniciativa, Capel insiste en que “el ciclo no es un memorial, se trata de explicar desde el presente dónde están estas autoras hoy, qué pasa con ellas”. Además, la coordinadora de Ancestras anuncia que prepara un libro con el material acumulado de estas grandes mujeres, a las que añadirá una más “que no es escritora, pero sí personaje: Julia Urquidi, el personaje de La tía Julia y el escribidor de Vargas Llosa, y cuya biografía sufrió una censura brutal”.
Mirada poética
Para Capel, el hilo conductor de todas estas historias es “la mirada poética” que las une a todas, así como “increíbles, espeluznantes puntos de coincidencia que vinculan a unas y otras”. Su deseo sería que el ciclo atrajera a “gente a la que le gusta leer, sin distinción de sexo o edad”, y que las protagonistas fueran leídas “en los institutos y las universidades, como son leídos otros filósofos y poetas. Son la mitad invisible y es de justicia que se arroje luz sobre ellas”.
“Sus libros ya están escritos, están ahí, ¿por qué no se leen?”, concluye la conferenciante. “Aunque parece que hemos avanzado mucho, el espacio para las autoras con nombre de mujer sigue estando en torno al 12 por ciento. En las listas de los grandes premios, como el Cervantes, la proporción es de 42 a 6, y en las bibliotecas los varones ocupan el ochenta y tantos por ciento de los catálogos. Yo no creo que se haya corregido esa tendencia. Ahora tenemos una promesa de cambio, pero seguimos lejos de arreglar esto”.
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