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Flora: los patios de Córdoba también tienen otoño

Instalación del belga Mark Colle, ganador de Flora 2018.

Carmen Reina

Los patios de Córdoba viven una segunda primavera en octubre y se abren de nuevo a los visitantes en el Festival Internacional de las Flores, Flora, un evento que aúna la tradición de estos recintos cordobeses con las creaciones de los mejores artistas florales internacionales.

Flora vive este año su segunda edición. El año pasado su estreno causó admiración y este octubre, el público esperaba desde la apertura de puertas de los patios para ver las instalaciones creadas en esta edición. Seis patios de edificios institucionales han sido el lienzo donde han creado sus obras la rusa Natalia Zhizhko, el chino Honghui You, el japonés Hideyuki Niwa, la británica Carly Rogers, la cordobesa Lola Guerrera y el belga Mark Colle. Obras que partían de la temática común del juego propuesta por la organización y sobre la que cada artista ha desarrollado su creación, donde las flores y las plantas son las protagonistas para dibujar verdaderas obras de arte. Flora redescubre así la belleza de los patios cordobeses.

Un paseo artístico

El recorrido que hacemos para eldiario.es/andalucia comienza precisamente con el triunfador de esta edición, al que el jurado ha otorgado el primer premio del festival: el belga Mark Colle. Colle –que trabaja para la casa Dior-, ha sorprendido con su instalación en el patio-jardín de la Escuela de Arte Mateo Inurria. Los colores son los protagonistas de esta creación que bajo el nombre de ‘Los niños del parque’, recrea precisamente un parque infantil. Pero un parque infantil vacío, abandonado. El artista ha dado vida con flores de hortensias, rosas, claveles o crisantemos de vivos colores a los columpios y juegos de un parque infantil en el que, sin embargo, las plantas salvajes se enredan por encima de ellos porque ningún niño juega allí desde hace tiempo. Sus voces y sus juegos, sin embargo, sí están presentes en el sonido ambiente que este autor ha puesto como parte de su mensaje, reivindicando los juegos tradicionales entre niños frente a la soledad actual de estos frente a una pantalla de ordenador o ipad.

El itinerario del visitante puede seguir hacia el Museo Arqueológico. Allí, en su patio principal la británica Carly Rogers ha creado ‘Capricho’, donde utiliza numerosos elementos vegetales para su instalación. Recrea un jardín inglés, a partir de una enorme esfera de musgo verde, desde donde nacen todo tipo de plantas y ramas de árboles que muestran la naturaleza salvaje de este jardín. Desde ramas de sauce llorón a arbustos con frutos y flores desbordan esta creación que destaca entre el blanco del mármol del patio y de las piezas arqueológicas del edificio.

Todo lo contrario es la creación del japonés Hideyuki Niwa en el patio de la Posada del Potro. Su creación es la simplicidad hecha arte, la pura sencillez, que le ha valido el segundo premio del festival Flora. Bajo el nombre de 'El impulso de la pasión', el artista ha utilizado 10.000 ramas de dogwood rojo que recubren una estructura en espiral, sobre la que destacan flores amarillas -gloriosas- que beben de pequeños tubos de ensayo dispuestos en la instalación. La creación centra todo el protagonismo de este patio centenario.

La siguiente parada de este recorrido entre flores es el patio del Palacio de Orive, donde la cordobesa Lola Guerrera, ha realizado su propuesta ‘Perseidas’. Es una instantánea de naturaleza, donde musgos y piedras componen una base para decenas de plantas con un color verde intenso predominante, y donde flores vivas y flores secas, recolectadas por la artista, son protagonistas. Como las Perseidas caen en el cielo, sobre esta creación cae una lluvia de pequeñas flores y hojas secas, como si de una de esas estrellas se tratara y se pudiera seguir su recorrido desde el mismo cielo. Y, una curiosidad, desde las alturas -en la planta de arriba del Palacio de Orive que da al patio- unos pequeños telescopios muestran al visitante cómo la naturaleza creada también está compuesta por pequeños insectos.

En otro de los espacios que concursan en Flora, el Patio de las Columnas del Palacio de Viana, toma forma la creación del chino Honghui You, conocido como Sherlovell, con su instalación 'Flowing' (Fluido)Flowing'. Precisamente el fluir del agua en la fuente rectangular sobre la que se instala la creación es el hilo conductor de esta obra, donde el color rojo toma protagonismo, frente a la transparencia y color metálico del agua y de las estructuras circulares utilizadas como soporte de las flores. Flores rojas que beben de pequeñas esferas de cristal y que se expanden a lo largo de la fuente, jugando con el fluir del agua, con las ondas de su movimiento y las ondas del relajante sonido del agua al caer.

Para acabar el itinerario, el sexto enclave de Flora 2018: el Patio del Reloj en la Diputación Provincial. Allí la artista rusa Natalia Zhizhko ha instalado la composición Ahí viene el sol. Inspirada en el reloj de sol que da nombre al patio, la creación asemeja siete rayos, jugando con flores de distintas tonalidades desde el amarillo pálido hasta el más brillante, como son los tonos del astro rey según el momento del día. Desde orquídeas a claveles, las flores cobran vida dentro de esos rayos de sol y juegan también alrededor de la fuente del patio. Y, como sorpresa, de repente el ambiente se llena de burbujas, pompas de jabón que flotan entre las flores para componer esta instalación artística.

Mensajes y creaciones, flores y plantas, vuelven a sorprender en esta segunda edición a quien visita los patios de Flora. El festival abre sus patios a los visitantes entre las 11:00 y las 20:00 horas en horario ininterrumpido hasta el 28 de octubre.

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