Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Un año esperando el rescate del marinero Mohamed

Parte de la familia de Mohamed El Maimouni, a las puertas de su vivienda

Néstor Cenizo

10 de julio de 2021 21:04 h

0

A media tarde del 7 de julio de 2020, el marinero Mohamed El Maimouni, un hombre que amaba la mar casi tanto como la temía, llamó a su mujer y le pidió que le preparase ropa y café, porque después de varios días en tierra tenía que salir a ganarse el pan en el Mar de Alborán. “Lo más seguro es que estemos una semana fuera. Si me llamas y no respondo, es porque en alta mar no coge cobertura. No te preocupes, que ya te llamaré”, le dijo a su mujer. “Eso fue lo último que nos dijo. Salió, y mi hijo fue corriendo detrás de él, diciéndole que no se fuera”, cuenta su hija Fátima, antes de que el llanto interrumpa el relato.

Un año después, su padre sigue desaparecido, aunque la familia está segura de saber dónde está. Creen que su cuerpo quedó atrapado en el Nuevo Rafael y que sigue allí, esperando a que alguien lo saque del mar y le dé sepultura. “¿Por qué no lo hacen?”, se pregunta Fátima, la mayor de sus seis hijos. “¿Por qué a unos los buscan y a mi padre no? Porque no da rédito político sacar del mar a un moro, aunque me duele decirlo así”, protesta impotente. En todo este año, una sábana blanca y agujereada ha colgado de una fachada de la casa de la familia. junto al puerto de La Caleta de Vélez (Málaga). “Te queremos de vuelta, papá. Ayuda para encontrar al marinero Mohamed”.

“Tenemos las coordenadas exactas”

El Nuevo Rafael naufragó hace un año a catorce millas al suroeste de la Isla de Alborán. Tres de los cuatro tripulantes (el armador, su hijo y un marinero) lograron escapar del barco y fueron rescatados por Salvamento Marítimo. Pero Mohamed no. En los días posteriores al naufragio, se desplegó un operativo de búsqueda que incluyó un avión, un helicóptero, una patrullera de intervención rápida y el apoyo de patrulleras marroquíes, pero en apenas una semana la búsqueda se redujo. Según Subdelegación del Gobierno, se siguió sobrevolando la zona con unidades aéreas de Salvamento Marítimo y otros organismos como Frontex, Aduanas y Guardia Civil, y divulgando radio avisos a barcos en la zona. Subdelegación no ha respondido a la pregunta de cómo tomó la decisión de reducir el operativo de búsqueda, ni de si existe un informe técnico que la avale.

Desde entonces, la familia ha intentado todo para recuperar el cadáver. Movilizaciones y una campaña de firmas. Cartas a autoridades y personalidades, incluyendo la reina Sofía, el presidente del Gobierno o el ministro de Fomento. Reuniones con el subdelegado del Gobierno. Nada ha servido y el operativo de búsqueda activa no se ha retomado.

Salvamento Marítimo siempre ha alegado que la búsqueda es demasiado compleja porque incluye un rastreo submarino. Cita varios factores: “Las fuertes corrientes, la profundidad de las zonas adyacentes a la zona del hundimiento, la fuerte pendiente del talud del fondo submarino en ese punto y las características del pesquero hundido, al ser un barco de fibra, lo que reduce el eco de los sensores de búsqueda”, según la respuesta oficial dada a este medio.

Las explicaciones no convencen a la familia. “No queremos buscar en todo el fondo marino. Tenemos las coordenadas exactas”, protesta Fátima. Asegura que las instancias oficiales les trasladaron que estaba a una gran profundidad, pero ahora disponen de un informe que sitúa la profundidad de esa zona en unos 300 metros, suficiente para intentar un rescate.

Desde 2004, Salvamento Marítimo tiene un robot capaz de sumergirse a 1000 metros de profundidad. Se llama ROV (Remote Operated Vehicle) Comanche, se opera desde la superficie y está diseñado para operaciones de rescate submarinas de gran complejidad. Tiene un sónar, brazos para manipular objetos y tres cámaras de alta definición. Según detalló El Confidencial, se usó para rescatar dos pesqueros perdidos en Galicia en 2004, en el naufragio del Nueva Pepita Aurora (2007), en la búsqueda de dos pescadores de El Fairell (2017) o para la localización del cadáver de uno de los tripulantes del Rúa Mar. Pero para localizar y rescatar a Mohamed no se ha usado.

La lenta vía judicial: denuncia contra el armador

Cansada de esperar la acción pública, la familia abrió otras vías. Una de ellas, la privada. Localizó una empresa almeriense que dispone de un robot que podría ejecutar la tarea. Por una semana de trabajo solicita en torno a 100.000 euros. La familia inició una colecta, pero se ha quedado lejos.

La otra posibilidad es que un juez ordene que se busque el cuerpo. El Maimouni faenaba a bordo del Nuevo Rafael en alta mar, pese a que solo estaba contratado para faenar en aguas costeras. En agosto de 2020 la familia interpuso una denuncia contra el armador, por un posible delito contra los derechos de los trabajadores.

Sospechan que el patrón ordenó a Mohamed bajar a la sala de máquinas. Su hija tiene indicios de que hubo una avería una hora antes del naufragio, y explica que su padre había contado con anterioridad que bajaba con frecuencia para “darle al bombín”. Su tesis es que quedó atrapado. Si el cuerpo se localizara en esa sala, Antonia Barba (abogada de la familia) cree que habría base para imputar también un delito de homicidio imprudente al patrón.

Sin embargo, el recorrido judicial sigue en la casilla de salida un año después. La denuncia se interpuso ante los juzgados de Vélez-Málaga (punto de partida de la embarcación), que se inhibieron y la remitieron a los juzgados de Berja (Almería), frente a cuyas costas se produjo el hundimiento. Sin embargo, el juzgado de instrucción de Berja recabó informes que concluyen que esas aguas no le corresponden, así que ha devuelto el procedimiento a Vélez-Málaga.

La presentación de una denuncia contra el armador no sentó bien en La Caleta. La cofradía de pescadores dejó de hacerse cargo de los gastos de manutención de la familia y, según Fátima, le devolvió los papeles que estaba tramitando. Mari Carmen Navas, presidenta de la cofradía, asegura que fue la familia la que se apartó, pero sí admite que se puso de perfil en la vía judicial. Asegura que se enteraron de la denuncia por la prensa y que eso no sentó bien: “Querían que la cofradía culpara al patrón. Tanto el armador como el marinero son socios, y no podemos interferir. Cualquier pescador podía ser Mohamed, pero también cualquier patrón podría verse en la situación”.

Este medio intentó localizar al patrón, pero desde la cofradía de pescadores respondieron que había salido a faenar. “Le indemnizaron y compró otro barco”, asegura una fuente del sector.

Sin derecho a nada: “No te echan cuentas y duele muchísimo”

Mohamed llegó a España con 16 años y llevaba 36 años en la mar, siempre con papeles. Tanto llevaba aquí que se nacionalizó. Era español, con los mismos derechos y deberes que cualquier otro. “Mi padre tiene la nacionalidad española, es español y lo deben tratar como a un español. Pagó los mismos impuestos que el resto de españoles, pero no ha tenido el mismo derecho a que lo busquen como a otros españoles”, dice. “Creo que si no se llamara Mohamed todos se habrían portado de otra forma. Es muy fuerte que a un asesino lo busquen y que a un trabajador que ha dado su vida en el mar lo dejen allí como a un objeto”.

La familia ha sentido el desprecio corporativista del sector y el desinterés de las autoridades. Se enteraron del naufragio porque un amigo de su hermano lo escuchó en la radio. Dos días después, Mohamed fue dado de baja en la Seguridad Social, según su hija. Si continúa desaparecido, tendrán que pasar diez años para que se le declare fallecido. Entre tanto, su mujer no tiene derecho ni a una pensión de viudedad. Hoy por hoy, la familia no tiene derecho a nada.

“Es muy doloroso perder a tu padre del día a la noche. Estaba bien, se fue a trabajar y no volvió a casa. Mi padre era todo para nosotros. Estamos solos, no tenemos a nadie. Él era el sustento de la familia. No te echan cuentas y duele muchísimo. Pedimos sacarlo para poder enterrarlo. Que nos devuelvan a nuestro padre. Él amaba su trabajo y amaba la mar, y por desgracia el mar se lo llevó”. 

Etiquetas
stats