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El Ayuntamiento de Nerja quiere aprobar esta semana el proyecto de turismo de golf junto a los acantilados de Maro

Vista parcial de los acantilados de Maro | Plataforma Otro Maro es posible

Néstor Cenizo

27 de abril de 2021 21:23 h

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El ayuntamiento de Nerja, gobernado por José Alberto Armijo (PP), quiere aprobar en el próximo Pleno el convenio que ampararía la construcción del futuro campo de golf, un hotel y unas 600 viviendas, en un complejo junto a los acantilados protegidos de Maro-Cerro Gordo. De salir adelante, el convenio abrirá la puerta a levantar un gigantesco complejo orientado al turismo de lujo en unas tierras cuyo propietario histórico es la familia Larios, pero que han sido cultivadas desde hace más de un siglo por colonos en un régimen de arrendamiento precario.

El plan llegará a Pleno el próximo jueves, más de un año después de que el ayuntamiento, en plena pandemia, retomara un proyecto que planea sobre la pedanía de Maro desde hace dos décadas. El 23 de marzo de 2020 abrió el trámite de alegaciones públicas al convenio, pero el plazo quedó suspendido por el estado de alarma. Cuando se reabrió, el documento recibió decenas de alegaciones, principalmente a través de la plataforma Otro Maro y Otra Nerja es posible, en la que se integran asociaciones, sindicatos y entidades ecologistas que se oponen al proyecto.

Cambio sustancial en el convenio

Para pasar el examen del Pleno, el plan que se someterá a votación ha sido modificado sustancialmente en el aspecto económico. La propuesta final mantiene la intención de levantar un complejo turístico con campo de golf, hoteles de lujo y zona residencial de más de 2,5 millones de metros cuadrados (más de 250 hectáreas), actualmente no urbanizables, junto al paraje protegido de Maro-Cerro Gordo.

Sin embargo, se ha eliminado la pretensión de compensar la recalificación del suelo saldando las deudas que el consistorio mantiene con la sociedad patrimonial de la familia Larios, SALSL. En su lugar, ahora el convenio solo recoge que los aprovechamientos urbanísticos que correspondan al ayuntamiento se calcularán en los futuros planeamientos de desarrollo. La plataforma cree que el convenio es nulo, porque ha realizado modificaciones sustanciales al que se sometió al trámite de alegaciones.

La deuda del consistorio con SALSL, sociedad patrimonial de la histórica familia de terratenientes de la zona, se generó en 2004 y entre 2008 y 2009, cuando Larios cedió 71.628 metros cuadrados para equipamientos públicos como el Parque de Bomberos, Centro de Salud, el paseo marítimo de El Playazo o el cuartel de la Guardia Civil. Algunos de esos equipamientos siguen sin ejecutarse.

Cuando se realizaron esas cesiones de terreno el alcalde era José Alberto Armijo, del PP. El 17 de septiembre de ese mismo año, Carlos Gutiérrez-Maturana-Larios Altuna, en nombre de SALSL, contactó con el ayuntamiento para exigir al alcalde, que había recuperado el poder tres meses antes, que retomara los trámites para firmar el convenio que habían quedado aparcados durante el gobierno municipal del tripartito formado por PSOE, IU y EVA-Podemos (2015-2019).

En una carta a la que ha accedido este medio, la empresa recordó al regidor que el ayuntamiento de Nerja le debía 1.684.000 euros más los intereses desde 2014. Sin embargo, explicaba que no había iniciado los trámites judiciales para reclamar el dinero, y pedía a la nueva corporación que retomara los trámites para firmar el convenio de campo de golf, “el cual solventa todas las cuestiones que se encuentran pendientes entre las partes”.

“Espacio de excelencia turística” junto a un paraje protegido

El proyecto contempla destinar 537.000 metros cuadrados al “desarrollo territorial y turístico de alto nivel” con 680 viviendas, y 1,1 millones de metros cuadrados al campo de golf con su equipamiento, al sur de la carretera Nacional 340, rodeando el núcleo de Maro desde el barranco de Burriana hasta el paraje natural de Maro-Cerro Gordo.

Todo el terreno está clasificado actualmente como no urbanizable, si bien hay zonas con diferentes grados de protección. Parte de la superficie es terreno agrícola no urbanizable que puede ser reclasificada, pero también hay suelo no urbanizable protegido por el PGOU y por el POTAX (Plan de Ordenación del Territorio de la Axarquía), acantilados y terrenos en espacio natural protegido.

El nuevo convenio, que ha adelgazado a 24 páginas de las 79 originales, insiste en que el proyecto tiene un interés público para el municipio, porque permitirá dotar a Nerja de un “espacio de excelencia turística” que incluye un campo de golf de 18 hoyos, hoteles de lujo, y complejos residenciales. Nerja satisfaría así su aspiración de acceder a “mercados turísticos de alto nivel” y obtendría unas plusvalías que aún no se cuantifican.

Además, el convenio justifica el proyecto por su valor medioambiental, resaltando que suprimirá los invernaderos. Otros argumentos son la integración de los inmigrantes (“dada la importante incorporación de la población inmigrante a la fuerza laboral del sector de la construcción en la provincia de Málaga”) o que facilitará el retorno de jóvenes andaluces formados en el sector turístico.

En 90 días desde que el convenio sea firme, la empresa debe presentar la solicitud de reclasificación de los suelos, y el ayuntamiento se compromete a aprobarla. Además, el convenio obliga al consistorio a proponer al proyecto para los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia del Ministerio de Industria. 

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