La denuncia por acoso a una niña con autismo en un colegio de Dos Hermanas se amplía a presunto maltrato físico

Una de las fotografías aportadas a la denuncia.

Fermín Cabanillas

El presunto maltrato sufrido por una niña de 7 años en un colegio de Dos Hermanas (Sevilla) no habría sido solo psicológico, según considera la familia de la menor a partir de nuevas transcripciones de las partes de las grabaciones que no se escuchaban bien o eran inaudibles con unos simples auriculares.

Esas grabaciones –realizadas con un micrófono oculto– han sido entregadas ya a la delegación de Educación de la Junta de Andalucía, y serán aportadas al sumario del caso, por el que ya han declarado las cuatro docentes denunciadas.

Para los padres, las grabaciones son concluyentes para relacionar algunas señales que han visto en los brazos de la niña con lo que se puede ahora escuchar en los audios, recogidos en una mochila de la niña cuando sospecharon que pasaba algo raro en el colegio, visto el estado de nerviosismo con el que la niña regresaba de clase cada día.

Javier Jaenes, el abogado de los padres, presentará este martes las nuevas transcripciones de los audios en el juzgado número 3 de Dos Hermanas, que atiende el caso, con la petición añadida de que se destine un forense a estudiar a la menor.

Las grabaciones

“¡Que yo vengo muy fresquita! ¡Que yo ya he tenido la primera bronca con mi hijo hoy, así que vengo con ganas de bronca!”, es una de las frases que se pueden escuchar, según la transcripción, unidas a otras como: “Mira la cara, mira la cara, mira la cara...”, “¿Tú has visto la mirada desafiante que tiene?”, “!Y has visto con la prepotencia que observa sin quitar la vista de las tres!”, “Que te vas a salir con la tuya, vamos”; “Mira, ¡yo también pego!”.

Según se recoge en la querella, la niña, que padece un Trastorno Generalizado del Desarrollo con Trastorno del Espectro Autista (TEA), Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) y epilepsia, acudía a un aula específica para niños con problemas similares al suyo. Los padres apreciaron que sufrió dos crisis epilépticas en poco tiempo “y desarrolló conductas autolesivas desconocidas hasta la fecha con importantes y habituales mordeduras en las manos”, conducta que aumentaba cuando iba al colegio, aseguran, y dejaba de evidenciarse cuando llegaba el fin de semana.

A pesar de que las trabajadoras les dijeron a los padres que no habían notado nada extraño en la menor, el pasado 22 de abril los progenitores llevaron a la niña a clase con una grabadora en la mochila, y en sus seis horas de grabación, según la denuncia, se escuchan gritos de las empleadas con frases vejatorias hacia la niña. Tras la medida, los progenitores procedieron a la denuncia.

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