Sólo el 18% de los jóvenes menores de 30 logra emanciparse en Andalucía
El Consejo de la Juventud de Andalucía (CJA) ha presentado este martes el segundo informe del Observatorio de Emancipación de Andalucía en el que se reflejan los datos de situación tanto de empleo juvenil como del acceso a la vivienda en las personas entre 16 y 29 años residentes en la comunidad autónoma, que apenas llega a un 18% del colectivo.
Rocío Vázquez, miembro de la Comisión Permanente del CJA, ha explicado que “un 43% de la población menor de 30 años se encuentra desempleada, pese a estar en búsqueda activa de empleo”. Sólo el 30% de la población por debajo de los 30 años en Andalucía está trabajando, y el 26% de los desempleados de esta edad, del total de España, son andaluces.
En referencia a la emancipación, ha expuesto que “en Andalucía el esfuerzo salarial medio para el acceso a la vivienda es del 60% del total del sueldo, pero que en poblaciones como Málaga sube hasta un 80% el porcentaje del sueldo dedicado al coste de la misma”. En el caso de las mujeres, el esfuerzo es un 10% superior, como consecuencia de la brecha salarial, que también afecta a las jóvenes.
En este sentido, el estudio desvela que mientras que en el conjunto de país los jóvenes cobran un salario medio de, aproximadamente, 100 euros más que ellas, en Andalucía esta diferencia supera los 130. “Esto no sólo refleja los datos de empleo o vivienda, sino la situación precaria de los jóvenes, el 55% de los cuales se encuentra en riesgo de pobreza en Andalucía”.
Por su parte, Víctor Reloba, vicepresidente del Consejo de la Juventud de España (CJE), ha apuntado que el “el 47% de los hombres jóvenes está sobrecualificado para el puesto de trabajo que ocupa, por el 63% de las mujeres jóvenes”. Es decir, “se está despreciando el talento de la juventud de Andalucía y especialmente el de las mujeres”. Para continuar: “El problema es muy grave, pero es error pensar que es sólo de la juventud, porque con salarios de 800 euros no se podrán pagar pensiones de 1400. Vamos camino de un colapso del sistema del estado de bienestar”.
De hecho, el CJE ha iniciado recientemente una campaña que pone en liza la precariedad de los becarios. “Se está reduciendo la contratación en formación y prácticas porque las empresas abusan de la figura del falso becario. Por eso reivindicamos la necesidad de un Estatuto del Trabajador Becario que lo proteja”.