¡Nos ha tocado 'la lotería'!
A todos. Aunque no lo crean, la lotería nos ha “tocado” a todos y cada uno de los españoles, hayamos comprado o no los billetes del PP que un 20 de noviembre de 2012 se ponían a la venta y que aunque sólo fueron adquiridos por un 40% de la ciudadanía, han extendido su “manto benefactor” a todo el personal y quien sabe si de forma irreversible para varias generaciones.
Es cierto que la lotería en cuestión, no ha repartido millones, no nos ha llegado a través de las cantarinas voces de los niños y niñas de San Ildefonso y sí del Boletín Oficial del Estado y de los titulares de los medios de comunicación, que en los últimos días, nos han “regalado”, una tridentina ley del aborto, que devuelve a la mujer y a nuestra sociedad al siglo pasado. Una ley de educación, en la que la desigualdad y el retroceso, vuelven a ser elementos referenciales. Una ley de seguridad ciudadana, más propia del más recio franquismo que de una democracia. Una subida-no subida de la luz, que ha estado a punto de echar a las barricadas al personal, después de que el partido del gobierno se negara a impedir cortar la luz o el gas a quienes no pueden pagarla. El vergonzante espectáculo de la policía registrando por orden judicial la sede del PP. Los sonrojantes correos electrónicos entre el presidente de Caja Madrid y José María Aznar y su familia, poniendo de manifiesto el indecente compadreo entre ambos en lo más crudo de esta crisis. Todo esto sólo en las últimas semanas.
Esta siniestra “lotería” parece decidida a volver como un calcetín el entramado legislativo de un país que en las últimas décadas, se había convertido en un referente en materia de derechos y libertades y la envidia de la comunidad internacional, en lo relacionado con el estado de bienestar.
Cuando estos “reyes magos” regresen a sus “palacios” -no sabemos si dentro de dos o seis años- desmontar su herencia será la principal tarea de sus sucesores, tarea titánica y probablemente imposible en algunos de sus regalos envenenados.
Ante este panorama, es sorprendentemente llamativo, que los españoles, sigamos escribiendo carta a los reyes magos de Génova, o comprando lotería con las siglas del PP, de manera que según los últimos datos del CIS, el partido de Mariano Rajoy volvería a ganar las elecciones con un 34% de los votos.
Si hace solo diez años, nos hubieran enseñado -por supuesto a través de un plasma- la realidad actual, no la hubiéramos creído. Si nos la hubieran mostrado de nuestros vecinos, nos preguntaríamos ¿por qué no se rebelan? ... Esa pregunta, es la que empieza rondar en la cabeza de muchas personas.
Con seis millones de parados, millón y medio más desde que el PP accedió al gobierno. Con dos millones de familias con todos sus miembros desempleados. Con los sueldos en caída libre (un 3% a pesar de Cristóbal Montoro). Con 400.000 personas que se han tenido que ir de su país para buscarse la vida fuera... Con la sanidad camino de su privatización. Con una reforma laboral que nos lleva a tiempos de la revolución industrial. Con una justicia a la que sólo podrán pedir amparo quienes tengan dinero para pagarla. Con un estado de corrupción política, sindical y empresarial generalizada, la voz y la acción de los millones de damnificados por esta “lotería”, está más que justificada.
Muchas de las leyes que se están aprobando son objetivamente injustas y probablemente anticonstitucionales y ante ese panorama sólo nos queda la protesta ciudadana, que una de esas leyes criminaliza. La pregunta es ¿hasta cuándo la sociedad española va a seguir de brazos cruzados? El tiempo corre en contra de todos nosotros, porque cada vez está más claro que las medidas no van dirigidas a salir de la crisis, sino a conseguir una involución de los derechos adquiridos por nuestros padres y abuelos, que nos devuelva al estatus quo decimonónico, en el que estos particulares reyes magos, parecen encontrarse tan a gusto.
PD.- A pesar de los pesares, ¡Feliz Navidad y próspero 2014!
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