Uno de los creadores de la calculadora de la PAC: “El agricultor necesita saber con certeza cuánto cobrará”
La nueva Política Agraria Común trae consigo cambios estructurales en el primer pilar como la nueva regionalización, el camino hacia la convergencia plena en el valor de las tierras a nivel nacional, la nueva Ayuda Básica a la Renta —que supone el 60% del total de las ayudas directas y sustituye al antiguo pago básico— o la aparición de los Ecoregímenes, que supeditan el cobro del 23% de las ayudas directas a una serie de cultivos y formas de manejo de la tierra, empaquetados en nueve modelos diferentes a los que los profesionales del campo se han tenido que acoger ya, con la vista puesta en el cobro de la PAC del nuevo año agrario.
Jaime Valero es, junto a Eva Gil, José Ángel Pérez uno de los creadores de una herramienta para calcular la PAC. Valero explica en esta entrevista que tiene unas prestaciones únicas hasta ahora en España, ayuda a calcular los importes que cobrarán los profesionales del campo tras la aplicación de los profundos cambios que la Política Agraria Común 23-27 introduce en el sector agrario. Este programa no se ha comercializado, su objetivo es que los agricultores puedan tener una estimación real para tomar decisiones.
¿Cuál es el principal objetivo que tiene esta herramienta de reciente creación?
El principal objetivo es, con la nueva Política en la mano, que los profesionales del campo puedan entender y adaptar la normativa a cada una de las explotaciones en concreto, con las características y peculiaridades que tiene cada uno de ellos. No solo es una herramienta para conocer los condicionantes para cada uno de los ecoesquemas a los que pueden acogerse, sino que los agricultores y ganaderos pueden estimar, en función de todas las variables de su explotación, la cuantía económica aproximada que pueden llegar a cobrar en cada caso y en cada ecorégimen.
¿De dónde nace la idea de ponerla en marcha?
Con la llegada de la nueva normativa de la reforma PAC, que llega tarde, los agricultores y ganaderos tenían muchas dudas de los nuevos requisitos que, por cierto, ya tenían que tener implementados hace meses sin siquiera haberse aprobado todavía normativa definitiva. Por ello, era necesario transmitir toda la información a los agricultores y ganaderos, pero de forma resumida, simplificada, para quien el agricultor o la agricultora la entienda a la perfección, adaptándolo siempre la información a las peculiaridades de su explotación.
¿Cómo funciona?
Consiste, en primer lugar, en desmenuzar cada explotación, en función de su orientación, secano, regadío, arbolado, frutos secos, ganadería, etcétera. Posteriormente se establecen las distintas opciones que tiene cada explotación, adaptado a sus condiciones, de forma que pueden comprobar el impacto, tanto económico, como de manejo y agronómico, de la realización, o no, de alguna de las prácticas voluntarias, como son los ecoesquemas. Además, en función de los derechos, y del tipo de explotación, se establecen unas cifras aproximadas de la nueva conversión de los derechos y el pago redistributivo. También se tienen en cuenta el resto de ayudas a las que cada explotación puede acogerse, como por ejemplo las ayudas asociadas, y las referentes a agricultura/ganadería ecológica, entre otras.
¿Cuál es el principal problema que solventa esta herramienta en la agricultura de este momento?
El principal es la incertidumbre. Hay muchas explotaciones que tienen mucho en juego. Al contrario de lo que la gente piensa, el cobro de la PAC, en muchos casos, supone poder o no seguir adelante con la actividad, porque este es un sector que depende de muchos factores externos, como la sequía, las riadas, o las altas o bajas temperaturas, que no se pueden predecir ni prevenir. Si a eso le añadimos que tenemos delante una normativa nueva, compleja, que nos impone acogernos a un ecorégimen (que supone el 23 % de las ayudas directas) para poder percibir un importe similar a lo que se venía percibiendo en el periodo anterior y que es vital para la subsistencia de ese año agrario, esta herramienta orienta de manera fiable a los profesionales sobre a qué ecorégimen acogerse para garantizar al máximo el cobro de las partidas económicas viculadas a los mismos.
¿He tenido una buena acogida entre los profesionales del sector? ¿Confían en ella?
Por el momento hemos asesorado a más de 600 profesionales, no sólo de la provincia de Teruel, sino de Zaragoza y Huesca. Creemos que ha sido un reto y que lo hemos salvado con creces, teniendo en cuenta la limitación del tiempo que teníamos, porque la época de siembra no espera, y también sabiendo que confiar en algo nuevo en este sector es complicado de entrada. Aun así, nos ha sorprendido gratamente la respuesta de la gente.
¿Se plantean hacer alguna implementación después de comprobar su eficacia pasado el primer año agrario?
Sí, seguro que habrá alguna implementación ya que es una herramienta dinámica. El sí tema que hemos creado permite implementar cualquier cambio, siempre que sea enfocado a ayudar a los agricultores y ganaderos a entender las nuevas normativas adaptadas a su explotación, y así poder valorar todos los aspectos, tanto los agronómicos como los económicos.
Como profesionales del sector y como empresa de ingeniería agrónoma ¿qué opinión les merecen los cambios que ha introducido la nueva PAC?
La reforma introduce algunos cambios positivos, entre los que destacan las rotaciones de cultivos, la implantación de cubiertas vegetales, el fomento de la agricultura ecológica, o la siembra directa, entre otros. Si bien es cierto que muchos de los problemas estructurales que se vienen arrastrando desde años atrás siguen sin solucionarse, por ejemplo el sistema de derechos, o la ganadería extensiva que, una vez más, sale perjudicada con la reforma, entre otros. Otro de los problemas sin resolver es la complejidad administrativa de la Política Agraria Común, que no sólo no va a ser más sencilla desde este año 2023, sino que todavía es más complicada que la de reformas anteriores.
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