RISArchers: una década divulgando sobre ciencia a través de monólogos y humor

“El humor y la curiosidad son la más pura forma de inteligencia” decía el escritor chileno Roberto Bolaño, mientras que María Montessori afirmó siempre: “Si no le hace feliz, no lo llames educación”. En la Unidad de Cultura Científica (UCC) de la Universidad de Zaragoza hace ahora diez años empezaron a darle vueltas a esto de acercar la investigación a la ciudadanía (que es su cometido), pero desde un enfoque más distendido y a través de nuevos canales. Algo que conectara a las personas con la investigación y la ciencia, tan invisibles como presentes en nuestras vidas. En el humor hallaron la clave. 

En 2015 se puso en marcha el primer Taller de Monólogos Científicos impulsado por la UCC y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Desde aquella primera clase, en la que los nervios y las ganas de poner en marcha algo innovador, cercano y divertido competían por aflorar, RISArchers ha crecido hasta contar con más de medio centenar de monologuistas en la actualidad, todos ellos investigadores e investigadoras de la Universidad que, tímidamente en algunos casos y con toda la decisión del mundo en otros, se han ido sumando a la propuesta. 

A lo largo de sus ya diez años de historia, RISArchers han actuado ante casi 15.000 espectadores, ganándose un lugar como referente de divulgación científica en formato escénico a nivel nacional. A estos monologuistas nada se les resiste, desde física cuántica y biología molecular, hasta la lingüística han agitado con su receta de gracia y rigor bares, institutos, congresos, facultades, teatros, centros penitenciarios o actos académicos. Su secreto reside en “su estilo siempre cercano, directo y lúdico”, apunta Carmina Puyod, Coordinadora de la Unidad de Cultura Científica Unizar y promotora del grupo RISArchers.

Una iniciativa de divulgación pionera en España

La Universidad de Zaragoza es la única institución en España que cuenta con un grupo tan amplio de investigadores monologuistas como RISArchers. “También es la única que ofrece formación específica en artes escénicas para científicos”, apunta Puyod. El taller se imparte de manera regular y está dirigido por la actriz y maestra de la improvisación Encarni Corrales, también en Teatro Indigesto y Oregón TV.

RISArchers nació “de manera espontánea”, afirman desde la UCC, “solo queríamos animar a nuestros investigadores a participar en el concurso de monólogos nacional FAMELAB, que organizaba FECYT, pero ofreciéndoles las herramientas adecuadas porque, aunque mostraban voluntad por participar, les parecía un formato absolutamente ajeno”. Cuando el primer taller llegó a su fin se pidió a los diez investigadores que habían sido el alumnado que compusieran un monólogo y que lo representaran dentro de una jornada de divulgación, “así fue como nos planteamos el seguir actuando”, añade la Coordinadora de la UCC. Necesitaban un nombre, y pensaron en castellanizar el término inglés 'researchers' dándole un toque de humor, de la fusión surgió el nombre RISArchers bajo el que medio centenar de investigadores de la Universidad de Zaragoza narran su conocimiento científico en un formato cercano, directo, atractivo y riguroso como es el monólogo, despertando interés y curiosidad por la ciencia ante cualquier público. 

El grupo crece año tras año y se va nutriendo de los nuevos alumnos. Sus componentes han ido a lo largo de estos años avanzando tanto en sus monólogos que, por ejemplo, la investigadora de Veterinaria Alicia Otero ha sido la ganadora de la final española del certamen ‘Solo de Ciencia’, el certamen de monólogos científicos de la FECYT. El show de esta componente de RISArchers sobre por qué los seres humanos cotilleamos y cómo el chismorreo ha sido utilizado por nuestros antepasados como mecanismo de supervivencia conquistó también el premio del Público. Ahora, Alicia Otero se prepara para representar a España en noviembre en la final iberoamericana que se celebrará en Quito, Ecuador.

No es solo lo que cuentas, sino cómo lo cuentas

En esta década, RISArchers no solo ha logrado arrancar carcajadas, sino también dinamizar la divulgación científica dentro y fuera del campus aragonés, animando a otros investigadores a dar un paso más en su relación con la sociedad. Entre sus miembros se encuentran figuras destacadas como la actual rectora de la Universidad de Zaragoza, Rosa Bolea, o su predecesor, José Antonio Mayoral.

Luis Vicente Casaló Ariño, es Catedrático en Marketing de la Universidad de Zaragoza, y RISArcher de la promoción de 2017. Desde entonces participa de manera regular en los eventos que van surgiendo a lo largo del año. Aunque confiesa que: “El primer día fue muy duro”, ha sacado la parte más positiva de la experiencia y se la ha llevado a su terreno. Las clases de interpretación y subir al escenario le han servido para “impartir con más fluidez las clases, manejar los tiempos, tener trucos para captar la atención de su público en ponencias del ámbito profesional” y mejorar en definitiva sus habilidades comunicativas. Uno de sus monólogos aborda recomendaciones e ideas para poner nombre a un hijo, y otro, sobre cómo aplicar teorías de Marketing para conseguir pareja, dos temáticas con las que conecta de manera natural con el público, desde el rigor científico.  

María Luisa Sarsa es Catedrática de Física Atómica, Molecular y Nuclear, al igual que a su compañero, participar en RISArchers es para ella una experiencia muy positiva: “He conocido a compañeros profesionales de otros campos que de otra forma estoy segura que no hubiera coincidido y gracias a la interpretación ahora tengo herramientas que son transversales y que mejoran la comunicación”, asegura. Esta investigadora del Centro de Astropartículas y Física de Altas Energías asociada al Laboratorio Subterráneo de Canfranc considera que “no hay temas difíciles, solo hay que encontrar los temas que conecten con el público y poner imaginación”, explica Sarsa, que pone en valor la originalidad de divulgar a través de monólogos. “Yo investigo la materia oscura, un campo que tiene vertientes muy curiosas y se me ocurrió utilizar las famosas Cajas B para acercar conocimiento sobre la materia oscura desde el humor”, comenta la investigadora, que reconoce que participar en este proyecto, a nivel profesional “pone en valor el trabajo que hacemos, que a veces es difícil de explicar, y te anima para seguir trabajando en el día a día. A mí, me ayuda a recordar la parte bonita de mi profesión”. 

Figuras sobresalientes en sus campos de estudio se convierten en alumnos en los talleres que imparte la actriz Encarni Corrales. En un monólogo, “lo más importante es la mirada, luego el cuerpo y, lo último, la palabra”, suele decir la artista especialista en improvisación que se encuentra con grandes investigadores asustados por lo que van a decir “mientras que a mí lo que me importa es cómo lo van a contar”, ha confesado en varias ocasiones Encarni Corrales.

Juntos han creado lo que Carmina Puyod define como “una gran familia”, unida por la investigación, el humor y la necesidad común de transmitir y dar visibilidad al conocimiento. “Divulgar es el objetivo, y en el humor hemos descubierto un vehículo perfecto para llegar de otra manera a la sociedad”, confiesa la Coordinadora de la Unidad de Cultura Científica Unizar.