Aprobada la unión de Astún y Candanchú mediante un telecabina que costará al menos 40 millones de euros
El Consejo de Gobierno de Aragón ha aprobado definitivamente el Proyecto de Interés General de Aragón (PIGA) para unir las estaciones de esquí de Astún y Candanchú mediante un telecabina. La obra, promovida por Turismo de Aragón y ejecutada por la empresa Leitner, permitirá recorrer 3,5 kilómetros en 12 minutos y forma parte del Plan Pirineos.
El proyecto se desarrollará en tres fases hasta 2035. En la Fase 0, cuya construcción comenzará de manera inmediata y cuyo presupuesto asciende a 29,7 millones de euros (10 millones de fondos europeos de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destino, 3 de la Diputación Provincial de Huesca y el resto, 16,7 millones de euros, del Gobierno de Aragón), se contempla la construcción de la telecabina y la adquisición de 24 cabinas para transportar 600 personas a la hora.
En la Fase 1, a partir de 2030, se prevé la construcción de un garaje con capacidad para 48 cabinas y una capacidad de transporte de 1.200 personas a la hora y la Fase 2, prevista a partir de 2035, incluye la ampliación del garaje para 96 cabinas y el transporte de 2.400 personas por hora. El coste de ambas está previsto en 10 millones de euros, lo que elevará la factura total a un mínimo de 40 millones.
La obra civil comenzará de manera inmediata, con trabajos previos que se reanudarán en abril de 2026 y el montaje electromecánico previsto para julio de ese año. Las pruebas se realizarán entre septiembre y octubre de 2027, con la puesta en marcha oficial prevista para noviembre de 2027.
El proyecto ha contado con informes favorables de organismos como la Confederación Hidrográfica del Ebro, la Dirección General de Patrimonio Cultural y el Instituto Aragonés del Agua, entre otros. Según la Dirección General de Planificación Estratégica y Logística, se han analizado todos los documentos, informes y alegaciones presentadas durante el procedimiento para garantizar la viabilidad de la iniciativa.
Históricamente este proyecto ha generado debate entre grupos ecologistas y algunas formaciones políticas que alertaban de posibles impactos sobre la zona.
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