Aragón abre un boquete de 6.000 millones de euros en la Seguridad Social en cinco años
El progresivo envejecimiento de la población, una tasa de actividad ligeramente por debajo de la media española y el desplome de los salarios por el deterioro del mercado laboral hace que las cuentas no le salgan a la Seguridad Social en Aragón: el desfase entre los ingresos y los gastos de este organismo en la comunidad supera los 6.000 millones en números rojos en los últimos cinco años, con una factura de pensiones de jubilación que se lleva prácticamente lo que se recauda por cotizaciones y que crece a un ritmo mayor que los ingresos sociales (10,8 % por 8,3 %) pese a los ‘brotes verdes’.
Los datos del último año, el 2017, arrojan un déficit de 1.286 millones de euros, con unos ingresos totales de 2.946,2 y unos gastos de 4.232,5. Es el mayor de la serie de cinco años, en la que se han dado dientes de sierra entre los 1.023 de 2013, en plena crisis, y los de este año.
En cualquier caso, la tendencia va más hacia el aumento del déficit que hacia su enjugue.
Más de 1.200 millones por año
Los ingresos de la Seguridad Social en Aragón ascendieron a 13.960,3 millones de euros entre 2013 y 2017, mientras que los gastos se elevaron a 20.022,6, lo que da un desfase en números negativos de 6.062,3. Una media de 1.212,4 por ejercicio.
Esas cifras incluyen ingresos y gastos de todo tipo, desde los financieros y los patrimoniales en el primer caso, hasta los de personal e infraestructuras en el segundo.
El desequilibrio es menor entre cotizaciones y prestaciones. Se quedó en 5.220 millones de euros en el acumulado del quinquenio, con 13.852 ingresados por aportaciones de los trabajadores y las empresas y 18.802 destinados a cubrir todo el catálogo del seguro: jubilación, invalidez, bajas laborales, viudedad, orfandad y subsidios.
En este caso, la brecha también tiende a agrandarse, con 1.280 millones de euros el año pasado. Son casi 16 menos que en el ejercicio anterior, aunque resulta significativo que el desfase entre cotizaciones y prestaciones lleve dos años por encima de los mil millones tras dos ejercicios en los que bajó de ese nivel e incluso se situó por debajo de los 900.
La jubilación necesita el 70 % de los fondos
La principal factura de esas prestaciones y subsidios la componen las pensiones de jubilación, que el año pasado alcanzaron una cuantía de 2.825,4 millones de euros, tras un aumento de 276,3 en solo cuatro años.
Esos 2.825 millones de euros tienen una diferencia de solo 100 con la recaudación por cotizaciones (2.925,9) y suponen, al mismo tiempo, el 71,4 % del montante total de las prestaciones y subsidios en la comunidad. Le siguen, a mucha distancia, con 625,2 y con 329,2, las de viudedad y las de invalidez, y, mucho más alejadas, con 62,2 y 55, las prestaciones por baja laboral y las de embarazo, paternidad, maternidad y lactancia.
La progresión de este dato, con avances de más de 100 millones al año, aventura que al final de la década la factura habrá superado los 3.000 millones, ya que, además, el ritmo actual se verá incrementado por el inicio de la jubilación de los nacidos durante el ‘baby boom’.
Por regímenes, la mayor aportación en cotizaciones procede del Régimen General, con 2.416 millones de euros el año pasado que suponen el 82,6 % del total. Le siguen los autónomos, que cubren otro 12 % con 351,4 millones.