Las dificultades de viajar a Francia por el Pirineo aragonés: protestas y restricciones en los túneles de Somport y Bielsa
La mejora de las comunicaciones por carretera entre España y Francia a través de Aragón es una vieja demanda para las diferentes administraciones territoriales y para las miles de personas que cada año utilizan alguno de los pasos fronterizos. Sobre todo, el túnel de Somport, que acumula problemas y protestas a ambos lados de los Pirineos. El trágico accidente de circulación de hace unos días en suelo galo, en el que falleció un transportista natural de Jaca, y las labores de rescate del cuerpo y de retirada del camión obligaron a cerrar el paso durante dos días. Las autoridades francesas se plantean prohibir el paso de vehículos pesados por la RN-134, una vía que se encuentra muy descuidada como producto de la dejadez de años en los que esta alternativa de paso es muy secundaria respecto a las que presentan Cataluña o el País Vasco.
Aquel último y trágico episodio ha movilizado en los últimos días a un centenar de personas que, ataviadas con chalecos reflectantes, tratan de prohibir el paso a los camiones que atraviesan el túnel desde el lado aragonés. Pese a la presencia de gendarmes para evitar que la tensión genere males mayores, el desencuentro entre las dos posturas se hace manifiesto. El citado accidente mortal provocó un episodio de contaminación en el río Aspe Gave con el vertido de miles de litros de clorito de sodio que transportaba el camión. Cientos de peces aparecieron muertos en el cauce.
El jefe provincial de Tráfico en Huesca, Andrés Fernández del Río, lamenta que el país vecino “no haya hecho los deberes. Es una pena que tengamos una carretera bastante buena entre Jaca y Canfranc y un túnel extraordinario que admitiría muchos más vehículos, pero que la carretera francesa esté en esa situación”. Fernández del Río explica que se trata de una carretera nacional que “parece una local”. “Entre Somport y Olorón (Francia) hay apenas 50 kilómetros que suponen más de una hora de viaje, con tramos limitados a 30, 40 y 50 kilómetros por hora. Francia debería adaptar circunvalaciones a un formato de 80 o 90 kilómetros por hora, pero los habitantes de la zona son reacios a esas mejoras”. Así, la carretera ha de atravesar varias de estas poblaciones francesas a falta de variantes.
Los empresarios aragoneses entienden las quejas de los vecinos al otro lado del túnel, pero recuerdan que el túnel de Somport es la manera “más directa” de acceder a Francia, por delante del túnel de Bielsa o del paso del Portalet. La Travesía Central de los Pirineos, un proyecto ferroviario aparcado en este momento, y la reapertura del Canfranc suponen dos alternativas a la carretera que, por el momento, son solo proyectos.
Inaugurado en 2003, el túnel del Somport es el carretero más largo del país (5,7 kilómetros en el lado español y 2,8 en el francés) y uno de los más modernos y avanzados tecnológicamente de Europa. Cofinanciado entre la Unión Europea, España y Francia, costó 240 millones de euros y supuso la culminación de las comunicaciones entre Valencia y el Pirineo aragonés a través de la Autovía Mudéjar, hoy todavía pendiente del cierre de varios tramos en su parte final. El panorama empeora en la RN-134.
El tráfico pesado por el Somport se ha incrementado en los últimos meses y alcanza picos históricos con el paso de más de 330 camiones diarios. Sin embargo, a fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Huesca les cuesta atribuir una relación entre estas cifras y los problemas al otro lado de la frontera. Sí que constatan que el túnel es la elección preferente de las empresas de transporte frente al túnel de Bielsa, Portalet o Viella, en el leridano Valle de Arán.
La alternativa de Bielsa, entre este valle y el de Aure (Francia), presenta algo más de 3 kilómetros y problemas sobre todo en invierno. Las bajas temperaturas, las nevadas o el riesgo de aludes son algunas de las causas que suelen provocar su cierre temporal en los meses más fríos del año. Aunque inaugurado en 1970, no se comenzó a utilizar de manera regular por cuestiones técnicas hasta seis años más tarde. En la última década se han realizado trabajos de reforzamiento y seguridad, con la instalación de un semáforo que regula el paso en ambos sentidos.
Durante este verano han utilizado esta alternativa 115.000 usuarios; sobre todo, vehículos ligeros y caravanas y transportes muy localizados, de corto y medio recorrido. Andrés Olloqui, director del consorcio que dirige el túnel, señala que “se pone unidireccional en cuanto detecta un camión o una autocaravana por motivos de seguridad. En verano, como hay mucha cavarana, el 70 % del tiempo el usuario se encuentra el paso unidireccional por lo que suele haber esperas de hasta 11 minutos”.
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