Dos años después de aprobarse en el Ayuntamiento, los animales siguen sin poder entrar en el albergue de Zaragoza
Hace dos años, el Ayuntamiento de Zaragoza (gestionado en aquel momento por el PSOE) aprobó en el Pleno que los transeúntes pudieran entrar con animales en el albergue municipal. Fue el 31 de enero de 2014, a raíz de una moción presentada por el entonces concejal de IU Raúl Ariza. Todos los partidos, excepto el PP, dieron su anuencia.
Han pasado más de 730 días y todo sigue casi igual: la única diferencia es que, en la actualidad, cuando una persona llega al albergue con un animal, le dan la oportunidad de que este se quede en el centro de protección animal, de manera gratuita, y con todos los cuidados necesarios: vacunas, chips, etc.
Una solución momentánea, hasta que el albergue esté preparado para acoger animales. El problema es que no está nada claro cuándo llegará ese momento. Las instalaciones necesitan reformas, no solo para adaptarlo a la llegada de animales, sino un lavado de cara general. El Gobierno municipal (Zaragoza en Común) se ha comprometido a estudiar la viabilidad de las preceptivas adaptaciones. No está claro, empero, cuando se podrán llevar a cabo y, por ende, cumplir con la moción aprobada a principios de 2014.
Reconocen, por añadidura, que la solución no es sencilla. Lo ideal, apuntan, es que el animal pueda dormir en la habitación con su dueño, pero eso conllevaría reformas de importante envergadura.
No se vislumbra, por tanto, una solución inmediata. El nuevo Ejecutivo municipal parece tener intención de acometer las reformas, aunque, ni mucho menos, pueden asegurar que se vayan a llevar a cabo. Es este un problema generalizado en prácticamente todos los albergues municipales de España. No son pocos los casos en los que el transeúnte prefiere dormir en la calle, y acompañado de su compañero; antes que hacerlo bajo techo, pero solo .