Un techo durante la pandemia: desalojadas 22 personas sin hogar que habían ocupado un hotel en Zaragoza
Ni la extrema situación de vulnerabilidad de los 22 habitantes del Hotel San Valero, ni el apoyo de activistas y colectivos pro derecho a la Vivienda han logrado paralizar el desahucio de este inmueble abandonado desde hace casi diez años y ubicado en el Casco Histórico de Zaragoza. Ni siquiera la desesperación de Santiago, el portavoz de estos “huéspedes”, que ha intentado prenderse fuego a lo bonzo, para evitar verse de nuevo viviendo en la calle, ha sido suficiente.
A las 09:00 de este martes 28 de julio, un gran despliegue policial rodeaba y cortaba las calles aledañas al hotel, que fue inaugurado durante la Exposición internacional de 2008 y que cerró sus puertas en 2011. Pasadas las 10 horas y tras tres detenciones, entre ellas la de Santiago, los agentes han procedido al desalojo. Del edificio han ido saliendo devastadas dos decenas de personas -una de ellas enferma y que ha sido trasladada al hospital en ambulancia-, sin recibir apoyo asistencial por parte de ninguna administración.
La Sareb (entidad más conocida como banco malo y que gestiona las propiedades fruto del rescate bancario) es la dueña del edificio y quien inició la vía judicial para el desalojo. Proceso que, según denuncia la abogada que está asesorando a este grupo de personas, “ha sido totalmente ilegal e inmoral”, ya que no ha habido notificación previa. La jurista afirma que se enteraron de la fecha y hora del desalojo a través de la prensa, “lo que les ha dejado sin posibilidad de defensa”.
“Esta situación es vergonzosa. El juzgado conocía de sobra la situación de vulnerabilidad y pobreza de las personas que vivían en el hotel. Han sido arrojadas a la calle sin un juicio justo, un derecho constitucional”, añade la Plataforma Nadie sin Hogar. Minutos antes de la ejecución del desahucio, colectivos y abogados han intentado dialogar con la comisión judicial y la propiedad sin éxito.
Un refugio en medio de una pandemia
El Hotel San Valero, de algo más de 30 habitaciones y a escasos metros de la Plaza del Pilar, fue abierto por Santiago hace unos tres meses. Este riojano vivía en la calle y cuando vio la oportunidad de alojarse en él, no lo dudó. A los pocos días, comenzó a visitar los lugares que frecuentan algunas personas sin hogar y les invitó a mudarse a este nuevo refugio, que, según anunciaba a todo aquel que quería acercarse a conocerlo, “era un espacio libre de consumo de drogas y de peleas”.
David dice haber estado en el Hotel un total de 30 días. Su idea, indica, era quedarse temporalmente hasta encontrar un hogar. “Hemos reformado la fachada, limpiado, cambiado los cristales. No hemos tenido ningún problema con los vecinos, incluso hoy hemos recibido el apoyo de alguno de ellos al igual que durante todo este tiempo, en el que la gente del barrio nos ha mostrado su solidaridad trayéndonos comida, ropa y productos de limpieza. No hacíamos mal a nadie”, explica.
Ahora David, en pleno rebrote por la COVID-19 que ha hecho retroceder a Zaragoza a la Fase 2, lamenta volverse a encontrar en la calle y recuerda que durante el Estado de Alarma, el Hotel San Valero fue una solución para muchas personas, que pudieron empadronarse en él, recibir notificaciones y estar bajo techo. Tras el desalojo, declara sentirse totalmente desprotegido. A todo esto hay que sumarle que la comarca zaragozana está en plena ola de calor y que el Albergue del Ayuntamiento para personas sin hogar ha cerrado las admisiones y aislado a 41 usuarios tras haber detectado dos casos positivos de coronavirus. Por este motivo, junto al resto de sus compañeros, han decidido levantar una acampada en señal de protesta.
Por este motivo, junto al resto de sus compañeros, han decidido levantar una acampada en señal de protesta.
Numerosas identificaciones, tres detenciones y una cámara de fotos y un teléfono confiscados a un periodista
El desalojo, con una importante dotación de agentes de la Policía Nacional, se ha saldado con numerosas identificaciones, cargas policiales y tres detenidos. Por un lado, Santiago ha sido enviado a comisaria tras rociarse con gasolina e intentar prenderse fuego a sí mismo. Por otro, han sido detenidos dos hombres que se encontraban en la puerta del hotel junto a otros activistas y manifestantes contrarios al desahucio y ejerciendo resistencia pasiva.
Asimismo, un colaborador del medio de comunicación aragonés AraInfo que estaba informando del operativo ha sido retenido y tanto su teléfono móvil como su cámara de fotos han sido confiscados. El periodista ha efectuado una denuncia.
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