Pizarro: “El premio Princesa de Asturias es un gran altavoz para visibilizar las enfermedades olvidadas”
El director ejecutivo de la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas, Luis Pizarro, ha subrayado este martes que el Premio Princesa de Cooperación Internacional es un “gran altavoz” para hacer más visibles a las personas que padecen algunas de las enfermedades olvidadas.
Éstas han sido sus primeras palabras a su llegada a Oviedo, donde el viernes recogerá el galardón durante una ceremonia que se celebrará en el Teatro Campoamor presidida por los reyes de España.
Pizarro ha llegado al hotel de la Reconquista, alrededor de las dos de la tarde, y ha agradecido la concesión del Premio Princesa, dado que permite poner el foco en las enfermedades desatendidas y, sobre todo, en las “personas que están afectadas”.
En declaraciones a los periodistas, ha subrayado que la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas es una organización de investigación sin fines de lucro que desarrolla nuevos tratamientos para pacientes de comunidades pobres y vulnerables y afronta varios “retos por delante”.
Entre ellos, ha señalado, se encuentra eliminar enfermedades como la del sueño y la leishmaniasis, “atacar” dolencias “nuevas que con el cambio climático están creciendo”, como el dengue, y “hacer que no se olviden otras que son antiguas”, como la de Chagas, para la cual “lamentablemente no hay suficiente investigación ni desarrollo”.
Una docena de tratamientos
Creada en 2003, la organización fue fundada por Médicos sin Fronteras, la Organización Mundial de la Salud y otras cinco instituciones públicas y privadas, y desde su puesta en marcha ha logrado desarrollar doce tratamientos asequibles y fáciles de administrar para seis enfermedades.
Las patologías en las que centra su trabajo actualmente son la ceguera de los ríos o filariasis, la enfermedad del sueño, la enfermedad de Chagas, la leishmaniasis cutánea y visceral, la hepatitis C, la malaria, la meningitis criptocócica, el dengue, el VIH, el micetoma y, en los últimos años, la COVID-19.
Según datos de la organización, una de cada cinco personas en todo el mundo -unos quinientos millones de ellas son niños- sufre al menos una enfermedad desatendida, y dada su poca incidencia con respecto a otro tipo de dolencias provoca que el desarrollo de medicamentos o tratamientos para ellas no resulte rentable en términos económicos.
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