El Betis celebra estos días la Semana de la Mujer Bética, una forma de acordarse de las muchas aficionadas del club bético cuyo fin de fiesta será el próximo domingo. La guinda se pondrá, en concreto, en el partido contra el Granada. Sobre el césped, los verdiblancos lucirán una camiseta con un color añadido: el rosa. O el color que, como todo el mundo sabe, es “el favorito de las mujeres”.
El club de fútbol lleva cuatro años celebrando esta semana especial. En esta ocasión ha llevado directamente al campo el homenaje, en lo que se interpreta como un intento de lavar su imagen y especialmente la de su afición, en el centro de la polémica tras los cánticos de apoyo a Rubén Castro, un jugador acusado de maltratar a su pareja. En las gradas del Villamarín se escuchó esto, tal vez lo recordarán: “Rubén Castro alé, Rubén Castro alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien”. Algunos medios incluso se jactaron del episodio y lo utilizaron para montar titulares futbolísticos.
No fue la primera vez que un estadio de fútbol se convertía en caldo de cultivo de comentarios machistas. En enero, parte de la afición del Espanyol desplegó una pancarta en Cornellá que decía que “Shakira es de todos”. El mensaje estaba dirigido a Gerard Piqué, pareja de la cantante, y funcionó como respuesta a unas declaraciones del futbolista a propósito del derbi copero que molestaron a los seguidores.
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