- Con motivo del estreno de la película Peter Rabbit, adaptación de los cuentos clásicos de Beatrix Potter, la Asociación Protectora de Pequeños Animales 'La Madriguera' busca a través de este artículo concienciar a los padres de los menores que se encaprichen con la idea de tener un conejo en la familia
Puede ocurrir por varias razones. Quizás nuestro hijo ha visto unos conejitos en una tienda, son tan pequeños y adorables, parecen diminutos peluches con vida. O puede que un amiguito tenga un conejo y ya sabemos cómo son los niños. Es posible también que alguna película en la que salen conejos dispare el número de niños encaprichados con uno. A veces son los padres los que, ante la demanda de un animal más grande, como un perro o un gato, prefieren elegir un animal más pequeño, por ejemplo un conejo.
Hay muchas vías por las que se puede llegar a este momento en el que uno o varios de nuestros hijos se empeñan en tener un conejo. Sucumbir ante su insistencia puede ser una tentación pero es mejor informarse antes. La impresión que muchos padres pueden tener es que se trata de un animal sencillo de cuidar y barato de mantener. Un animal pequeño que no les dará tanto trabajo o problemas como un perro, por ejemplo. Pero ¿es esto cierto? Por desgracia la respuesta es un NO rotundo.
Antes de llevar un conejo a casa debes leer atentamente este artículo para evitarte algunas desagradables sorpresas y algunos finales no muy felices.
Un conejo no es un animal fácil de cuidar
Un conejo no es un animal sencillo de cuidar. Es decir, tener a un conejo de forma adecuada es complicado y en ningún caso es una tarea que un niño puede asumir. Claro que se puede llevar un conejo a casa y tenerlo de cualquier manera, como si fuera un mueble, pero en este caso estaríamos dando un pésimo ejemplo a nuestros hijos. Y además estaríamos haciendo sufrir a un animal que es muy sensible y no lo merece. Así que aquí viene el primer punto a tener en cuenta: el conejo debe ser un compromiso y una responsabilidad de toda la familia, en especial de los adultos de la casa.
Además, los conejos pueden vivir 10 años o más, por lo que es un compromiso a largo plazo. Esta es una razón más para que sea inviable que la responsabilidad la asuma un niño, pues en 10 o 12 años sus intereses habrán cambiado completamente. En realidad, es más que posible que su interés se acabe a los pocos meses e incluso semanas. Pero el conejo seguirá teniendo sus necesidades y su derecho a ser tratado dignamente. Este punto es muy importante a la hora de evitar abandonos o situaciones estresantes para la familia.
Los conejos en las tiendas son diminutos y adorables pero hay que saber que esos preciosos gazapitos aún deberían estar con su madre, son bebés lactantes destetados antes de tiempo para ser más llamativos. Esto supone, en muchos casos, que su salud está muy deteriorada y muchos mueren a los pocos días de llegar a casa. Imagina el shock que puede suponer para un niño.
En caso de sobrevivir a las primeras semanas, los gazapos crecen muy rápido y en poco tiempo ya no son tan pequeños ni adorables. La mayoría de los conejos de las tiendas crecen mucho más de lo que los incautos padres se imaginan. Sí, los que se venden como “toy” también crecen muchas veces hasta pesar 2 kg. Primero porque no existen los conejos “toy” como raza y segundo porque los conejos que venden suelen ser mezcla de varias razas.
Pero no solo van a crecer en tamaño, también alcanzarán la adolescencia. Y con la subida de hormonas pueden llegar comportamientos indeseados como la agresividad, la orina en aspersión o las tendencias destructivos. Nuestro adorable gazapito de repente gruñe, muerde o decora nuestras paredes con churretes anaranjados. Todo esto tiene solución, pero pasa por una visita al veterinario para esterilizar, lo que conlleva un gasto que no habíamos previsto. Incluso si nuestro conejo no presenta ninguno de estos comportamientos indeseados deberemos esterilizarlo por varios motivos. La esterilización en hembras es fundamental para evitar problemas muy serios de salud, que pueden acortar a la mitad la vida de nuestra coneja. En machos y en hembras permite la convivencia con otros conejos y además reduce sus niveles de estrés y evita comportamientos indeseados (agresividad, falta de higiene, etc).
¿Convivencia con otros conejos? ¿Es que no tengo bastante con uno? Resulta que no, los conejos son animales gregarios y esto significa que deben vivir con otros conejos. Así que se deben tener como mínimo 2 conejos. De lo contrario estaríamos privando al conejo de una de sus necesidades básicas. Esto no te lo cuentan en la tienda por varias razones. La primera es que la mayoría de las personas que trabajan en las tiendas tienen un profundo desconocimiento de las necesidades de los animales que venden. Y en el caso de que las conozcan, a estas alturas ya se habrá dado cuenta cualquiera de que contarlas al comprador es perder el 80% de las posibles ventas. Por esto siempre nos lo pondrán todo muy sencillo y nos evitarán los detalles más complicados.
Los conejos necesitan la atención de un veterinario de exóticos
Bien, digamos que llegados a este punto, como persona responsable, has decidido que esterilizarás a tu conejo. No puede hacerlo cualquier veterinario. Los conejos necesitan un veterinario especialista en animales exóticos. Y además que sepa de conejos y tenga experiencia operando conejos. Según donde vivas esto puede ser más o menos fácil de encontrar. ¿Estás dispuesto a desplazarte a donde haga falta y pagar por un veterinario especialista? Porque no solo es la esterilización. Nada más adquirirlo se debe llevar a una revisión veterinaria, a no ser que se adopte en una protectora que lo entregue revisado y limpio de parásitos. Es fundamental un chequeo básico y un análisis de heces. Luego hay que vacunarlo contra 3 enfermedades víricas muy peligrosas y hay que hacer revisiones periódicas cada 6 meses. En algunos sitios, como en la Comunidad de Madrid, es obligatorio implantar un microchip identificativo. Eso sin contar que los conejos necesitan un veterinario de urgencias si dejan de comer o defecar. La cuenta va subiendo, pero esto no es todo. Los conejos son animales presa y esconden los síntomas de enfermedad. Hay que estar muy pendientes de ellos para detectar cambios de comportamiento que puedan indicar que están enfermos, o llegaremos al veterinario demasiado tarde.
Los conejos son animales presa, como hemos comentado. Esto significa que se estresan fácilmente pero no muestran muchas veces signos de estrés visibles. Sin embargo, este estrés les baja las defensas y pueden enfermar. Por eso hay que tener especial cuidado en el manejo. Los niños siempre van a querer coger al conejo en brazos. Pero la mayoría de los conejos tienen un miedo atroz a ser levantados del suelo; incluso si lo toleran, no les gusta. Hacer entender esto a un niño puede ser complicado y frustrante para ellos, pero no se debe coger a los conejos en brazos a no ser que sea estrictamente necesario. Igualmente los niños pueden sentirse frustrados si el conejo resulta no ser tan sociable como esperan, cosa que no es rara. Cada uno tiene su carácter.
Los conejos no viven en jaulas, comen heno y siguen siendo una responsabilidad en vacaciones
Tampoco la alimentación y el alojamiento son tan sencillos como nos pretenden hacer creer en las tiendas. En todas nos venden jaulas, unas más grandes, otras menos. Pero aquí llegamos a otro punto fundamental de desconocimiento. Los conejos no pueden encerrarse en una jaula. Es un alojamiento totalmente inadecuado que solo sirve para tener conejos estresados, infelices y tristes. Ahórrate el gasto (ya que, además, no son nada baratas). Los conejos pueden y deben vivir libres en casa como los gatos. Ellos aprenden a hacer sus necesidades en una bandeja de igual manera y deben convivir como un miembro más de la familia. En caso de tener que limitarles el espacio algunas horas al día, lo adecuado es habilitarles una habitación en donde puedan estar sin meterse en líos. Sí, es posible que a veces manchen, rompan o muerdan algo, pero igual que lo puede hacer un perro o un gato. Esa no es razón para encerrarlo en una jaula. Si no estás dispuesto a sacrificar algo de tu decoración, entonces no debes tener animales en casa. Los animales son animales y no entienden de diseño de interiores. Además de suficiente espacio para correr y saltar, los conejos necesitan enriquecimiento ambiental: juguetes, escondrijos, cajas de arena para excavar, etc. Cuanto menos se aburran, menos la tomarán con nuestros muebles.
En cuanto a la alimentación, la idea generalizada es que le compraremos su pienso y, con eso y agua, está todo solucionado. Pero nada más lejos de la realidad. Los piensos que venden son, como mucho, un complemento a la alimentación del conejo, en algunos casos ni eso. El conejo debe comer mucho heno y verdura de hoja. La alimentación es un poco compleja y requiere algunos conocimientos básicos para evitar algunos problemas serios de salud y visitas indeseadas al veterinario.
Por último queda pensar qué haremos en vacaciones. Si no podemos dejarlo a cargo de alguien de confianza hay que pensar en buscar una guardería de animales exóticos. Por desgracia, no son fáciles de encontrar ni baratas.
No compres, adopta
Si después de leer todo lo anterior, todavía deseas -tú, como adulto- llevar conejos a casa, enhorabuena. Son animales que, bien cuidados e integrados como miembros de pleno derecho de la familia, son increíbles y sorprendentes. Nada aburridos a pesar de lo que mucha gente piensa. Pasaréis muy buenos ratos y os robarán el corazón. Tener conejos en casa es una experiencia única si los puedes tener bien.
Si no estás seguro de si esto de tener conejos en casa es para ti, contacta con una protectora que te permita tenerlos a prueba antes de adoptar definitivamente. Así puedes ver si encajan en vuestro estilo de vida. Además las protectoras habitualmente te entregan los conejos esterilizados y revisados por un veterinario especialista, incluso vacunados. Te asesorarán en las dudas que te puedan surgir antes y después de la adopción. Y, por supuesto, estarás ayudando a conejos abandonados por personas que los compraron o criaron sin pensar en sus necesidades porque no las conocían o porque no les importaban. Hay muchos conejos esperando una segunda oportunidad en un hogar responsable. No te olvides de ellos.