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Opinión - El problema de los tres gorros. Por Elisa Beni

Escalada de varios largos

Escalada de varios largos

Evaristo Vaz 'Varis'

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Lo principal a la hora de escalar es hacerlo con alguien experimentado. Es importante fijarse en cada detalle y preguntar el por qué de cada maniobra. No debes quedarte nunca solo durante la escalada. Presta atención a la colocación de seguros, a los tipos de reuniones, y anticípate preguntando cómo y por dónde vas a bajar. Si no lo ves del todo claro contrata a un profesional: él te enseñara lo que necesitas saber, será sincero con tu nivel y te dirá si estás preparado para afrontar el reto de ir de primero con seguridad.

Es importante, no obstante, empezar repitiendo vías conocidas, que sepas por dónde van. No te preocupes por la novedad, y si te parece extraña la vía por la que avanzas, seguro que te da la impresión de que es distinta a como la recordabas cuando ibas de segundo. Si por el contrario eres un experto escalador, esperamos que algunos de los consejos que ofrecemos te sirvan al menos de recordatorio.

Información

El primer paso es buscar y recopilar toda la información posible del lugar, preguntar a personas que la conozcan o lugareños de la zona, y llevarse los croquis de la vía en una fotocopia, en el móvil o en la cámara digital. Si no, siempre puedes sacar la vena artística y dibujarlo en un papel añadiendo toda la información posible. Es muy importante mirar el tiempo que va a hacer, y si hay previstas tormentas locales (sobre todo en verano) es preferible cambiar la fecha. Os aseguro que no es buena idea estar en la pared viendo como caen los rayos a tú alrededor, aparte del riesgo que eso conlleva. Si finalmente vamos, es también aconsejable preguntar sobre la vía a los escaladores de la zona, al guarda del refugio si lo hay, etc. Ellos estarán seguro mucho más familiarizados con la vía en particular y pueden aportar consejos que no aparecen en las guías.

Recuerda que también es importante conocer el horario de aproximación, el horario de la vía, el rápel o destrepe, las vías de escape, la orientación de la vía y la época del año, así como el material que se necesita. Esto servirá para saber cuánto peso debemos llevar, las horas de luz de las que disponemos, si va hacer mucho calor o frío, la cantidad de agua y comida, etc... No olvides igualmente la altitud a la que estaremos, no es lo mismo escalar en Alicante al lado del mar por la mañana, que por la tarde en la cara norte del Naranjo. Toda información que podamos recopilar es buena para evitar y prever posibles imprevistos de última hora.

Material

Aunque ya hemos visto en números anteriores qué material debemos llevar cuando salimos a escalar, le daremos un repaso.

Cuerdas

La cuerda puede ser de uso simple, si vamos a usarla en vías que conocemos, que no tengan rápeles superiores a la longitud de la cuerda en doble, en vías sin aristas, ni caídas de bloques, etc. Es cómoda, e ideal para escaladas locales de caliza o placa donde se suele salir por arriba, o vías equipadas de varios largos. Si no conocemos la zona no deberíamos arriesgarnos con este tipo de cuerda. Evidentemente no es apta para cordadas de tres. Nunca debemos usar dos cuerdas que juntas sumen una fuerza de choque (alargamiento dinámico) superior a 12KN (algo que ocurre con dos cuerdas de uso simple).

No obstante, las cuerdas más recomendables son las dobles 1/2, ya que proporcionan doble seguridad (aristas y caídas de bloques), permiten realizar rápeles largos (60 metros) y la posibilidad de escalar tres personas en una cordada. También son muy recomendables con el uso de anclajes flotantes (friends, fisureros, etc.) por su baja fuerza de choque al chapar en simple y su mayor deslizamiento al evitar el rozamiento y las zetas de la cuerda.

Existe un tercer tipo de cuerdas: las denominadas gemelas, aunque éstas son las menos empleadas por los escaladores. Pero, la verdad es que son muy prácticas dada su ligereza, que se puede usar en rápeles largos y, por supuesto, la doble seguridad en caso de rotura. Sin embargo, solo son recomendables para cordadas de dos, y nunca de tres, ya que su uso en simple está muy por debajo del valor recomendado (aunque vayas de segundo).

Aparatos de aseguramiento

Son muchos los modelos que hoy día encontramos en el mercado, por lo que nuestro consejo sería decantarse por el más ligero y el más polivalente que encontremos. Un modelo que sirva para asegurar a un primero y que frene bien (un guante viene muy bien para asegurar y no quemarse con las cuerdas), que también permita asegurar al segundo o segundos desde la reunión de manera que se bloquee si éste o estos caen, ya que si nos aseguramos a nosotros mismos en caso de caída del segundo nos veremos atrapados en una situación incómoda, y por lo general no prevista (son muchos los escaladores que bajan la guardia cuando el que sube es el segundo). El aparato también tiene que servirnos para descender.

No hay que olvidar leer el libro de instrucciones y practicar su manejo antes de aventurarse a escalar con él.

Mosquetones

Necesitaremos mosquetones corrientes para los distintos usos, mosquetones con cierre de seguridad para los aparatos y reuniones y mosquetones tipo HMS que, a modo de emergencia nos pueden servir para asegurar y rapelar. Debemos asegurarnos que cierren bien y no se atasque el gatillo. Llevaremos uno con cada aparato para 10 cintas largas y un par de reuniones, y alguno más de sobra por si acaso.

Friends

El aparato de protección más empleado en vías en terreno de aventura. Llevaremos un juego de números grandes (los mas empleados son el 2 y el 3) y otro pequeño, que ha de ser variado en sus tallas. Actualmente existen en el mercado friends que cubren varias tallas que resultan muy prácticos para asegurarnos durante el montaje de una reunión, o durante un paso de manera rápida, etc. Lo más recomendable es llevar cada friend con su mosquetón. Esto nos dará la opción de asegurarnos a él rápidamente o poner una cinta más larga. Debemos tener siempre presente que al colocarlos no deben estar ni muy cerrados, ni muy abiertos. También debemos tener cuidado con los números pequeños ya que nos podemos quedar sin ellos fácilmente.

Empotradores

Cómpraremos un juego (8 o 10 piezas) que llevaremos en un mosquetón normal y grande. Éstos siempre se colocan con cintas largas para evitar que se salgan con el movimiento de la cuerda. Cada miembro de la cordada tendrá que llevar su propio sacafisureros.

Cintas

Lo normal es llevar un juego surtido de cintas, pero esto también va a depender de si la vía está equipada o no. Lo normal es llevar un par de cintas exprés, otras dos medianas y de 6 a 8 cintas largas que podremos utilizar en corto o en largo (con éstas evitaremos la extracción de los empotradores y el roce de la cuerda). Un par de cintas largas irán posiblemente destinadas a poder lazar bloques, árboles, setas, etc. Lo más recomendable es llevar cintas cosidas y que sean muy manejables.

Cordino

Para el montaje de reuniones la mejor opción es llevar dos cordinos de 5 metros de longitud y 7 mm de diámetro, los cuales podremos cortar y abandonar en caso necesario durante el descenso. También sería interesante llevar un par de cordinos de poliamida de 6 mm y un 1 metro (más manejables y con mayor rozamiento para algunas maniobras) y dos más de Kevlar o Aramida para enhebrar puentes de roca y demás (5 mm y 1 metro), éstos son mucho más resistentes. Ojo con los nudos, que estén bien peinados.

También podremos llevar clavos, ganchos (uñas), estribos, etc. Sin embargo, todos estos aparatos requieren de una mayor experiencia para su manejo.

El equipo personal

Casco

Siempre puesto en la cabeza, tanto en la aproximación de la pared como en la salida. Debe estar bien ajustado y debe ventilar bien, sobre todo en verano.

Arnés

Usaremos un arnés que se nos ajuste muy bien para no perderlo en algún paso ya que llevaremos más peso de lo normal (estira los brazos cuando tengas todo el material para ver si se cae). El arnés debe ser cómodo, ya que pasaremos mucho tiempo colgados en la pared. Debería ser regulable en cintura y perneras.

Pies de gato

Los pies de gato deben ser cómodos, y en los meses de invierno debemos tener la opción de poder calzarnos unos calcetines con ellos. Los mejores para pared son los de cordones, ya que nos permiten un mejor ajuste en caso necesario y la posibilidad de aflojar los pies de gato en la zona de los dedos (coloca otra lazada al principio del pie). Debemos sentirnos cómodos con ellos ya que los llevaremos durante horas.

Material a mano

Otros utensilios que debemos pensar en llevar siempre son: una navaja para cortar cordinos, una polea para facilitar las maniobras, un bloqueador ligero, una magnesera, un gancho (fifi) que puede ser muy práctico, un cabo de anclaje con mosquetón HMS, un croquis de la vía, etc. Un portamateriales de pecho nos descargará el arnés de material, evitando que se caiga por el peso.

Material en la mochila

No hay que olvidar llevar siempre en la mochila un frontal, un botiquín ligero, una manta americana, un móvil, algo de ropa de abrigo (al menos un forro fino y una chaqueta ligera) en función del tiempo y la época del año, etc. Añadiremos cualquier cosa que consideremos importante y necesaria, teniendo en cuenta que tendremos que cargar toda la vía con la mochila.

Agua y comida

La hidratación es importantísima en cualquier actividad de montaña, por lo que tendremos que buscar un sistema que nos permita estar bebiendo constantemente. Las botellas dentro de la mochila no sirven de nada, ya que seguramente nos dará pereza sacarlas. Es recomendable también llevar siempre algo de comida y algún que otro capricho como frutos secos, chocolatinas, etc. Debemos tener siempre presente los tiempos de la actividad y llevar de más por lo que pueda pasar.

Empezar a escalar

Tras la elección de la vía y el material adecuado, y antes de comenzar a escalar, haremos un repaso general del material que llevamos, así como del código de comunicación que usaremos en caso de no vernos. Revisaremos que todo esté correctamente colocado, que nos encontremos bien encordados, y que el asegurador esté preparado y listo. Éste último se debe fijar en cada movimiento del escalador, estará siempre atento a las indicaciones que necesite y le comunicará cuando queden pocos metros de cuerda. Al llegar al lugar de reunión montaremos lo que consideremos necesario, teniendo en cuenta que una reunión tiene que ser sencilla pero segura, con toda la solidez posible y por supuesto bidireccional (para evitar que la reunión pueda salir por los aires). Nos anclaremos a dos puntos de seguridad (uno fijo, con la cuerda a la que estemos atado, y otro móvil, con un cabo de anclaje regulable para tener mayor movilidad en caso necesario). Posteriormente colocaremos el aparato de aseguramiento al punto central de la reunión, que habitualmente se encuentra a la altura de los ojos. Avisaremos al compañero para que se prepare y empiece a recoger la cuerda hasta que no pueda más. Una vez recogida y colocada la cuerda, la introduciremos en el aparato de aseguramiento como se indica en las instrucciones, de manera que bloquee la cuerda del segundo/s (debemos comprobarlo). Una vez hecho esto, avisaremos a nuestro compañero para que empiece a escalar. Durante su ascensión procuremos llevarle tenso. La cuerda es dinámica y por la elongación podría caer sobre alguna repisa. Él seguramente irá relajado al ir de segundo y puede que se resbale por un descuido, pruebe algún pasito al ir de segundo, etc. Al llegar a la reunión se anclará al punto central y con un cabo de la cuerda a otro punto.

Reunión de escaladores

Lo mas habitual es que el escalador que viene de segundo sea el que se de el siguiente largo, ya que habrá recogido parte del material durante el largo y es posible que se lo tenga que colocar mejor. Para el intercambio del resto del material lo mejor es que el primero se lo coloque en el cabo de anclaje del segundo y éste a su vez se lo coloque a su manera. De esta forma evitaremos que el material se pueda caer por un mal entendido: que si lo has cogido… que si no…. Debemos asegurarnos que llevamos todas las piezas, material para montar la siguiente reunión y poder asegurar, etc.

Antes de salir

El asegurado se colocará lo más abajo posible de la reunión, y pasará las cuerdas del escalador por el punto central de la reunión de manera que en caso de caída se evitará un factor 2 (1,77), sobre la cuerda, la reunión y el asegurador. Si los anclajes son muy sólidos podremos pasar un mosquetón con una cuerda antes de salir (a mayor distancia entre el aparato de aseguramiento y el último seguro del escalador menor factor de caída). Revisaremos que la reunión no pueda saltar en caso de caída (colocaremos un seguro en dirección contraria a los de la reunión al punto central de la misma, de manera que no permita que suba hacia arriba). Una vez todo en su sitio, y el compañero atento, nos dispondremos a salir, buscando nuevamente un punto donde colocar un seguro potente para evitar caer sobre la reunión.

Estas operaciones se repetirán cada vez que los escaladores se junten en una reunión y se dispongan a salir de nuevo.

El rápel

El rápel es una de las maniobras más peligrosas que hay, con diversas posibilidades en función del terreno, de si dispone de líneas de rápel montadas previamente o de si nos tenemos que buscar la vida para montarla. De cualquier forma esta maniobra requiere práctica. Para unir las cuerdas utilizaremos el ocho doble enfrentado, ya que nos permitirá unir cuerdas de distinto diámetro y es un sistema bastante intuitivo. Lo que no debemos olvidar nunca es cual es la cuerda de la que debemos tirar para recuperarlas una vez abajo. Siempre que rapelemos colocaremos un nudo de bloqueo debajo del descendedor, así evitaremos algún susto en caso de quemarnos con la cuerda y podremos parar para deshacer algún bucle que se haya montado al tirar las cuerdas. Cuando nos encontremos en el siguiente descuelgue, ataremos la cuerda, no sea que cuando tiremos para recuperar las cuerdas nos quedemos sin ellas. ¡Menuda gracia nos haría! Si alguna vez vamos a rapelar desde cuerdas, cordinos, clavos viejos, etc., lo más recomendable es reforzar el descenso con algún cordino que llevemos. ¡Cuidado con las lajas y las fisuras! Se nos puede atascar o enganchar la cuerda.

Ante todo debemos ser siempre prudentes y utilizar siempre la lógica. No debemos subestimar nunca la montaña ni sus paredes. El exceso de confianza es peligroso, pero el miedo te mantendrá vivo.

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