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La Palma, la pandemia y el turismo

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La prevalencia, que cambia día a día, de casos activos de Covid-19 es difícil de seguir para el ciudadano normal. En buena parte por la relativa desinformación oficial en cuanto a datos y el agrupamiento de los mismos. En los últimos días en La Palma, existe un baile de cifras en que aparecen algunos nuevos positivos casi a diario, pero al mismo tiempo se dan de alta otros. A falta de información clara, debemos suponer que un caso activo es un individuo con un test de PCR (el que detecta el virus en el cuerpo) positivo, y un alta, sería un individuo que fue positivo y ya no lo es. Como aparentemente nadie está hospitalizado en la isla (y esto es un dato magnífico), se debe inferir que los positivos o bien son asintomáticos o presentan cuadros tan leves que no requieren ingreso hospitalario; por un resfriado común sin complicaciones no ingresan a nadie, se cura en casa. La realidad es que desde hace tiempo se mueven los casos positivos entre 20 y 30. Seguramente en la isla serán bastantes más, ya que los asintomáticos, sólo se diagnostican si se les hace un test y da positivo. Los países que mejor controlan la pandemia son los que más test aleatorios hacen y además rastrean los contactos de los que han dado positivos para detectar a los contagiados y frenar el que sigan contagiando sin saber que son asintomáticos no diagnosticados. Es así de simple en teoría; ante un PCR positivo en La Palma, rastreo de contactos, PCR  y cuarentenas en casa hasta que den negativos.

En cualquier país de los que se plantearon recomendar no viajar primero a España y finalmente también a Canarias (la mayoría de viajes para hacer turismo), es el riesgo a contagiarse en nuestro país, y a la vuelta contagiar a sus paisanos lo que determina el rechazo. Por eso plantean los países emisores de turistas una cuarentena a la vuelta de vacaciones. El problema para el turista potencial es que si decides ir de vacaciones y tienes que repartir los días libres entre el viaje y la cuarentena a la vuelta, no es rentable para el turismo de masas y de relativo bajo presupuesto, que es el que predomina en nuestro país.

En este mismo medio, el gobierno canario informa que estudia una propuesta de test de coronavirus “de salida” a los turistas extranjeros, y propone intentar convencer a los países emisores de que de esta manera no todo el mundo debe pasar la cuarentena a la vuelta. Es un tema delicado, terriblemente costoso y difícil de creer; si nos centramos en el turismo alemán, el que más predomina en la isla (y también el más sostenible a priori), estamos muy lejos de ser en España un ejemplo para Alemania de control de población y fiabilidad de rastreo y contención de la población. No tenemos la opción de hacer test a toda la población.  Los datos de todos los realizados hasta la fecha son los que son: hasta el 27 de agosto y desde el inicio de la pandemia en Canarias se habían realizado 244.654 test PCR ¿Podemos plantearnos hacer test de salida a los millones de turistas que nos visitan? Parece que no: el número de turistas extranjeros en el año 2019 en Canarias fue de 13,1 millones ¿Podríamos hacer un hipotético promedio de un millón de test al mes? Lamento que nuestro presidente de gobierno ande un poco perdido y peor asesorado en sus propuestas para fomentar el turismo. Si en lugar de haber hecho menos de 250.000 test desde el inicio de la pandemia, hubiéramos realizado los mismos protocolos de test masivos a la población y rastreo de los casos positivos que hicieron los alemanes, probablemente estos no se plantearían la cuarentena con los canarios (porque tendrían que planteársela ellos mismos en Alemania cuando se mueven los alemanes de una región a otra). En este caso, la solución propuesta para mantener el turismo es mucho más cara y difícil de aplicar que la necesaria para contener la propia pandemia en Canarias. Los datos son tozudos.

Por otra parte, tenemos el problema de los números y la epidemiología, una ciencia que se ha desacreditado bastante en esta pandemia; Madrid tiene en este momento una situación caótica en el control de la pandemia; si en este momento en España se extiende más que en ningún otro lugar, y en Madrid tienen casi la tercera parte de los nuevos casos de todo el país, quizás el gobierno canario debería comenzar a preocuparse de los positivos asintomáticos que nos estén visitando desde Madrid y otros lugares de la península, porque el riesgo de contagiadores asintomáticos nacionales que nos visitan puede ser mucho mayor que el de los propios turistas extranjeros.

Si nos restringimos al estado actual de la pandemia en La Palma, la situación de la isla es privilegiada. Nadie ingresado y 34 casos positivos diagnosticados y confinados (datos de este lunes) para una isla con un enorme atractivo para el turismo alemán, que obviamente, si pudiese conocer la situación de la isla en relación al resto de Canarias y del Estado, no dudaría que nuestra isla es un destino de mínimo riesgo. ¿Por qué no vender la marca La Palma diferenciada del resto de las islas, especialmente de las islas capitalinas? Regularmente ha acudido turismo centroeuropeo a la isla en vuelos aparentemente directos al aeropuerto de La Palma; es viable, y de poderse abrir una vía de negociación diferenciada por islas; un vuelo de Múnich a La Palma para pasar varios días de vacaciones, sería igual de arriesgado que un vuelo de Múnich a Berlín para pasar varios días en la capital de vacaciones (turismo interior alemán). No se plantean los alemanes cuarentenas ni PCR en estos viajes interiores; y sí que se afecta gravemente la posibilidad de viajar a la isla de La Palma por los datos crecientes de Canarias (el descontrol en Gran Canaria) y más aún los alarmantes en Madrid y buena parte de la península. La Palma es una isla, y se entra y sale por el aeropuerto; aunque parezca duro, quizás habría que plantearse restringir el turismo nacional de ciertas zonas (con una población mal controlada) y favorecer el acceso a la isla de un turismo como el alemán, con mejores datos de pandemia y más controlado.

Un tercer factor, y este sí que es importante, es el factor escala y el volumen de negocio turístico; ¿Sería viable para los touroperadores, agencias de viajes y aerolíneas mantener un destino selectivo a la isla de La Palma (la más libre de Covid)? Esta es la pregunta que deberían estar planteándose y negociando las consejerías de turismo de los gobiernos regionales y del Cabildo insular con el gobierno alemán y los touroperadores. En los primeros 6 meses de 2019, La Palma recibió 50.459 turistas alemanes, de un total de 83.937 turistas extranjeros. Es una cifra significativa, que no se justificaría y haría rentable este volumen de negocio de los países emisores, manteniendo una pasarela directa desde algunos países europeos a La Palma, especialmente desde Alemania.

La Palma puede aún ofrecer la garantía de ser una isla con unos datos de prevalencia de la pandemia muy buenos. En la isla se han hecho en agosto 2.777 pruebas de PCR; si en los primeros 6 meses de 2019 recibió casi 14.000 turistas extranjeros de promedio mensual ¿Podemos plantearnos hacerles PCR a todos a la salida si queremos mantener un volumen de visitantes parecido? Obviamente no. Centremos en consecuencia nuestros esfuerzos en controlar la pandemia en la isla con mejores sistemas de rastreo, aislamiento de los positivos y PCR a posibles contagiados, y bajemos los datos de casos positivos. Eso es más realista, tranquiliza a los países emisores de turistas y mejora la salud de nuestra población y el costo y las repercusiones económicas de esta pandemia. De nuevo La Palma se encuentra en una situación privilegiada. Entre 20 y 30 casos positivos son controlables, y con más PCR se pueden diagnosticar más asintomáticos. El resto es saber negociar esa pasarela directa a la isla desde los mercados que, como el alemán, tienen preferencia por el modelo de turismo más sostenible y menos masificado que ofrece la isla. La temporada alta, la de invierno, está a la vuelta de la esquina; si controlamos los positivos de la isla, intentemos vender la isla como libre de Covid en Europa, pero no ofertemos PCR que no tenemos capacidad de hacer para atraer turistas. Ni es serio ni es posible.

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