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El consejero de Sanidad sale reforzado del Parlamento cántabro al no prosperar la petición de cese de la oposición

El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez

Javier Fernández Rubio

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Un mes después de que el Consejo de Gobierno avalara la gestión del consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, a quien la Justicia anuló importantes medidas restrictivas para paliar la expansión de la COVID, el Parlamento de Cantabria ha refrendado por su parte la gestión de este al rechazar este lunes la petición de cese que ha realizado el conjunto de la oposición.

PP, Cs, Vox, han pedido al presidente Miguel Ángel Revilla que procediera al relevo del consejero de Sanidad, recordándole las desautorizaciones y discrepancias que abiertamente ha tenido con actuaciones y declaraciones de este.

Ha sido el Grupo Ciudadanos el que ha llevado a la tribuna esta petición de cese, por la gestión sanitaria de toda la pandemia, pero en especial por lo ocurrido durante la última oleada de contagios en donde Sanidad cambió varias veces de criterio en una misma jornada, fue desautorizada por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria y ha visto que instrumentos como el Semáforo-COVID son cada día más irrelevantes.

El más contundente verbalmente ha sido el portavoz de Ciudadanos, Félix Álvarez, quien lisa y llanamente ha tachado al consejero de arrogante e “incompetente” y ha dicho que Revilla se convierte en cómplice de su gestión si no lo cesa. “Cese a este incompetente ya”, ha espetado desde la tribuna de oradores.

Varias son las razones de Álvarez para pedir el cese: Rodríguez mintió, según su visión, al inculpar a los directores de las residencias y Revilla luego le desautorizó; acusó a la oposición de utilizar a las víctimas como arma política; no quiso comparecer en el Parlamento hasta que los datos mejoraran; ha ocultado los informes de Sanidad que fueron claves para dictar restricciones; después vino “el bochorno de la vacunación” y la alteración del protocolo de la misma para mejorar las estadísticas; así como carecer de iniciativa frente a las decisiones del Ministerio de Sanidad y perjudicar al turismo y la hostelería con sus decisiones. A Revilla le ha reprochado que “haya permitido a este consejero campar a sus anchas”.

“Comido por su personaje”

César Pascual, diputado del PP, ha considerado que Rodríguez está “políticamente muerto, matado por el presidente, que no ha dejado de utilizar al consejero para tapar su inacción, que ha intentado lavarse las manos con los técnicos”.

Aparte de ser desautorizado públicamente por el presidente, los populares consideran que el consejero no cuenta con la confianza de los ciudadanos tampoco. Sin embargo, a juicio de Pascual, esto no preocuparía al Gobierno PRC-PSOE, el cual, una vez alcanzado el pacto de coalición, desiste de gobernar. “Al consejero le ha comido su personaje -ha valorado-. No ha estado a la altura cuando más le necesitaban los cántabros. ¿Por qué? Saltaron del barco de la gobernanza cuando pactaron. Son ustedes 100% propaganda y cero gestión. Ninguna responsabilidad es suya”.

Ha recriminado especialmente a Rodríguez que no haya sabido “conciliar la sanidad con la economía”, que estuviera tres semanas “desaparecido” cuando la justicia le tumbó el semáforo-COVID y que en un mismo día “haya cambiado la normativa cinco veces”, en referencia a las órdenes dictadas por Sanidad.

En defensa de Rodríguez, la portavoz socialista Noelia Cobo ha arremetido contra la oposición por pedir un cese cuando la gestión del consejero no lo justifica, ni sanitaria ni jurídicamente. A su juicio, la gestión de la pandemia en Cantabria está lejos, en un sentido positivo, de lo acaecido en otros territorios. En Cantabria, ha dicho, el sistema hospitalario no se ha visto desbordado en ningún momento y, jurídicamente, todos los consejeros de Sanidad españoles se han visto de un modo u otro desautorizados por los jueces.

Este trato “injusto” cuando los datos últimos revelan una mejoría de los parámetros de la última ola de COVID, respondería según Cobo a una cacería que algunos grupos están interesados en mantener para tapar su “irrelevancia política”.

La cuestión de fondo de los socialistas es que la sanidad ha estado siempre en el primer lugar de la jerarquía de preferencias. El Gobierno de Cantabria ha decidido “proteger la salud por encima de cualquier otra consideración. Es muy sencillo de entender pero se lo voy a repetir: la primera obligación es proteger la salud de los ciudadanos. No hacerlo sería motivo de cese”.

Letalidad superior en Madrid

El socio de gobierno, el PRC, se ha alineado con los socialistas y ha alabado la gestión en aspectos como la campaña de vacunación, al tiempo que ha acusado a Vox de ofrecer datos falsos. A juicio de la regionalista Ana Obregón, el PP censura en Cantabria lo que calla en Madrid, que gobierna, y en donde la letalidad ha sido 2,3 veces superior sin que se se hayan producido dimisiones.

“Es inadmesible que en este momento donde todo es positivo traigan esta iniciativa. Ahora toca recuperar mas la economía”, ha concluido.

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