Una empresa tramita la instalación de un vertedero de inertes de 20 campos de fútbol de extensión en Miengo

Partidos, organizaciones ecologistas y el Ayuntamiento de Miengo han salido al paso del proyecto de instalación de un vertedero de inertes de una extensión de 20 campos de fútbol en la zona de Monte Nova del municipio de Miengo, algo que consideran que tendrá un impacto ambiental negativo en una zona en donde hay una cueva con patrimonio arqueológico, una laguna y unas viviendas en las proximidades. El expediente se puede consultar en la web del Gobierno de Cantabria.

El proyecto ha sido presentado por el Grupo Hareche Somagus y ya ha llegado a la Comisión Regional de Ordenación del Territorio (Crotu). En este contexto ha salido a información pública en el Boletín Oficial de Cantabria del 10 de febrero, durante un período de 15 días hábiles, para recibir alegaciones.

“Verdes Equo Miengo, el propio Ayuntamiento, vecinas y vecinos del municipio, Miengo en Verde, Ecologistas en Acción, Arca y otros colectivos están trabajando para presentar las alegaciones pertinentes para paralizar este proyecto”, ha valorado en un comunicado la primera organización.

Según el comunicado remitido, se ha “desatado la alarma social en Miengo debido a la magnitud del proyecto y es que estamos hablando de un vertedero de residuos inertes que ocuparía más de 20 campos de fútbol, a 100 metros de las primeras viviendas, sin tener en cuenta ni los cursos de agua ni la charca permanente que da cobijo a distintas especies, ni la cueva del Ñobre [o de Carabias]” que conserva aún restos arqueológicos de la época medieval.

Asimismo, cuestionan que en el proyecto sometido a información pública “no se hable de la capacidad del vertedero, de las toneladas de residuos que van a pasar a diario por la carretera autonómica y vía principal del municipio ni si quieren convertir el municipio en el vertedero autonómico”.

El Ayuntamiento de Miengo no ha valorado su posición a este medio. Tampoco Grupo Hareche Somagus ha hecho declaraciones, pero en el propio proyecto presentado justifica su petición y asegura que “evitará el impacto visual, ambiental y ecológico” de los inertes no tratados, así como que “contribuirá a la restauración ambiental de una zona de fuerte pendiente, contribuyendo a suavizar la orografía en la zona de afección para su posterior naturalización, minimizando el impacto ambiental en un entorno antropizado, siguiendo un estricto protocolo de recuperación del terreno”.

Para llevar a cabo la instalación de un vertedero de este tipo se ha solicitado autorización de uso especial del terreno en varias parcelas ubicadas en suelo rústico y suelo rústico de especial protección para la preservación de masa forestal en el municipio de Miengo. Según el promotor, “la intervención no solo asegura el cumplimiento de las normativas de gestión de residuos y protección del suelo rústico, sino que también contribuirá a potenciar la calidad ambiental y la integridad paisajística de la zona, proponiendo una restauración ambiental y paisajística de la zona afectada, una vez que se clausure la zona propuesta para el relleno”. 

El carácter excepcional de la propuesta en suelo rústico se fundamenta legalmente en razones de “interés público o social, que contribuyan a la ordenación y el desarrollo rurales, o que hayan de emplazarse en el medio rural”. 

Afecciones “compatibles”

El promotor reconoce que la ubicación del vertedero tendrá “afecciones significativas”, pero que serán “compatibles” con el entorno. Concretamente, se refiere a la “generación de partículas en suspensión y de las posibles molestias ocasionadas por la propia actividad”.

“Se plantearán medidas de protección visual tales como barreras arbóreas y caballones revegetados, que impedirán, o al menos dificultarán, la identificación perceptual del futuro depósito de inertes por parte de la mayoría de los posibles espectadores -se indica en el proyecto sometido a información pública-. Durante la fase de depósito de material se han detectado posibles afecciones significativas, pero totalmente compatibles con el medio receptor, que van a derivarse de la propia actividad, sobre todo en la población circundante”.

En cuanto al suelo, la integridad de este se verá afectada “por la eliminación de la cobertura vegetal, y posteriormente por el movimiento de tierras y el trasiego de maquinaria. Resaltar -se añade- que con la clausura del depósito de inertes se procederá a una concienzuda restauración ambiental, que regenerará la zona y la renaturalizará, devolviendo los valores ambientales a la zona”. 

Actualmente, existen únicamente dos vertederos de residuos inertes en Cantabria y ninguno de ellos dispone de la condición de depósito de residuos inertes como tal: son los que se ubican en Castañeda (Iacan) y en Meruelo (MARE).

El PRC, en contra

El portavoz del PRC en el Ayuntamiento de Miengo, Juan Montes, ha expresado su “rotundo rechazo” al proyecto de instalación de un vertedero de residuos sólidos inertes en una parcela de suelo rústico en el centro de la localidad y ha exigido explicaciones al alcalde del PP, Marino García. El edil regionalista ha acusado al equipo de gobierno de, en lugar de oponerse a esta “barbarie”, estar actuando “con manga ancha para que se realice, pese a que atenta claramente contra el interés de los vecinos”.

Además, ha subrayado el “clamor ciudadano” suscitado en Miengo desde que se ha conocido la intención de construir el vertedero y que se ha plasmado en un llamamiento a la movilización para evitar que el proyecto llegue a materializarse. “Los vecinos están muy enfadados y absolutamente en contra”, ha subrayado Montes, quien ha explicado que la zona donde está prevista la instalación se encuentra en el centro de Miengo, “con multitud de viviendas y urbanizaciones a su alrededor, cuyos propietarios se sienten totalmente desprotegidos”.

Ante esta situación, ha realizado un llamamiento a la “responsabilidad” del alcalde y su equipo para que antepongan “la salud y la calidad de vida” y eviten una instalación que, según los regionalistas, conlleva “innumerables molestias, tanto para los residentes como para la flora y la fauna de la zona e incluso posibles riesgos de incendio y explosiones”. Montes ha urgido por todo ello al alcalde a “dar explicaciones públicas y parar” el proyecto aprobado inicialmente con los votos del PP. “El Ayuntamiento nos está fallando a todos los vecinos, pero no es tarde para rectificar y que todo quede en un susto”, ha concluido.