“Decir 'no' a Rajoy es una postura de dignidad, coherencia y responsabilidad”
El secretario general de los socialistas de Santander, que forma parte del Comité Federal del PSOE, se muestra contrario a facilitar un Gobierno del PP
“Ciudadanos está actuando como muleta del PP e impidiendo un cambio histórico”, asegura Casares sobre la actuación del partido naranja en Santander
Pedro Casares (Santander, 1983) se afilió al Partido Socialista con 17 años y estos días vive entre la decepción y la tristeza la convulsa situación que afronta su partido a nivel nacional. Actualmente ejerce como secretario general del PSOE de Santander y es portavoz municipal en el Consistorio santanderino. Como miembro del Comité Federal que decidirá este domingo entre el 'no' a Mariano Rajoy o la abstención en la investidura del candidato del Partido Popular, se muestra convencido de que por “dignidad, coherencia y responsabilidad” no pueden permitir que el presidente en funciones repita una legislatura más en Moncloa. “No podemos defraudar a millones de españoles”, subraya. También se pronuncia sobre los nuevos liderazgos en su partido, el papel de Susana Díaz en esta crisis interna del PSOE o su difícil tarea de hacer oposición en una ciudad en la que “Ciudadanos está actuando como muleta del PP e impidiendo un cambio histórico”.
¿Cómo vivió el último Comité Federal del PSOE?
Fue un día muy triste y muy complicado. Jamás pensé que iba a vivir un momento así. Me afilié a las Juventudes Socialistas con 17 años y en todo este tiempo era inimaginable una situación así. El PSOE no estuvo a la altura del momento ni a la altura de la responsabilidad que tenemos. Ese día defraudamos a mucha gente con lo que sucedió allí. Tengo claro que esto no puede volver a pasar nunca más. El PSOE tiene que hacer un ejercicio de responsabilidad para que no vuelva a ocurrir.
¿Y cuál es el camino a seguir para recuperarse de una tendencia tan negativa?
Lo fundamental para cambiar esa tendencia y para no defraudar a millones de españoles es que votemos 'no' a Rajoy. Estaríamos empezando a reconciliarnos con millones de ciudadanos a los que hemos defraudado. Es un 'no' convencido. Si el PSOE se opone a la investidura de Rajoy, tiene una oportunidad de reconciliarse con su pasado más cercano, tiene una oportunidad de afrontar el presente con dignidad y tiene una oportunidad para construir un proyecto de futuro y de mayoría social. Ese es el camino que, en mi opinión, debe seguir el PSOE.
La sensación es que ese último Comité Federal del que se avergüenza solo tenía como objetivo derrocar a Pedro Sánchez, forzar la dimisión del que era el secretario general del PSOE elegido por sus militantes. Con Pedro Sánchez fuera del tablero, sin posibilidad de conformar una mayoría alternativa, ¿la abstención no es casi un hecho consumado?
Precisamente por eso el 'no' se hace más necesario. No apoyar la investidura de Rajoy es votar en contra de las políticas del Partido Popular, de la corrupción del Partido Popular, del uso de las instituciones que hace el Partido Popular… Es un 'no' con muchas razones. Va a ser un 'no' de coherencia con los muchos españoles a los que hemos dicho que no íbamos a pactar con el Partido Popular. Es un 'no' consecuente con los 137 años de historia del Partido Socialista. Sería muy incoherente haber pedido la dimisión de Rajoy por sus escándalos de corrupción y ahora facilitarle la investidura. Eso situaría al PSOE en un escenario mucho más complicado que cualquier otra alternativa, incluidas las terceras elecciones.
¿El PSOE podría afrontar ahora una tercera convocatoria electoral?
Si uno piensa exclusivamente en el corto plazo, quizás la respuesta sería que es mejor una abstención para desbloquear la investidura. Si uno piensa en el medio y en el largo plazo, yo creo que la respuesta sería totalmente distinta y sería 'no'. Estaríamos construyendo un proyecto de futuro. De nada sirve que el PSOE salve la gobernabilidad hoy si no lo va a poder gobernar en el futuro. Y creo que, si rompemos con nuestra base social, con los millones de españoles que confiaron en nosotros para ser alternativa, podremos tener un presidente en unos días, pero seremos responsables en el futuro. Yo quiero que el PSOE tenga la posibilidad real de ser un partido de Gobierno. Lo más coherente es decir que no, aunque eso nos suponga tener unos votos o unos diputados menos. No estamos en política para conseguir votos, estamos en política para mejorar la vida de la gente. Y eso es imposible con el PP y lo han demostrado. Dicen que así podríamos tener controlado al Gobierno porque no tiene mayoría. Sin embargo, vemos todos los días cómo se niegan a rendir cuentas en el Congreso o cómo se niegan a aplicar las propuestas que se aprueban con la excusa de que aumentan el gasto. Sabemos que el Gobierno del Partido Popular no va a cumplir con el mandato del Congreso de los Diputados. Eso lo sabemos de antemano, porque el PP es un partido totalmente irresponsable.
Es evidente que existen dos posiciones muy diferenciadas con respecto al futuro del PSOE. ¿Entiende los que ponen por delante el éxito electoral a la coherencia o a la dignidad política?
Yo quiero que el PSOE sea un partido ganador, de mayoría social, que conecte con los españoles que necesitan políticas en defensa de los trabajadores y de los que menos tienen, pero para conseguir eso quiero seguir siendo el PSOE, quiero seguir siendo un partido que crea en la igualdad, en la solidaridad, en la justicia social. Yo quiero ganar las elecciones defendiendo nuestros principios. Sinceramente, creo que para alcanzar eso, el Partido Socialista tiene que seguir siendo el Partido Socialista en un nuevo tiempo, porque evidentemente la sociedad ha cambiado y estamos en un nuevo escenario político. Estoy convencido de que el único camino es mantenernos firmes en esos principios. Decir 'no' a Rajoy es una postura de dignidad, de coherencia, de responsabilidad, de creer en un proyecto de futuro y de mayoría social.
Su postura ha sido clara a lo largo del tiempo y todos los socialistas cántabros con presencia en el Comité Federal han anunciado que rechazan la abstención ante una investidura de Rajoy. Si gana esa opción, ¿es partidario de respetar la disciplina de voto o cree que hay que dejar libertad a los diputados para que voten en conciencia?
Yo voy a trabajar para que en el Comité Federal del domingo salga el 'no'. Eso es lo que voy a votar, lo que voy a defender, y lo que representa el sentir mayoritario de los militantes de la organización en Cantabria. Naturalmente, si sale una opción distinta a la que hemos defendido la respetaremos, porque hay que cumplir los acuerdos que se toman democráticamente. Espero que seamos capaces de evitar que se imponga la abstención. Además, soy un firme defensor de que el PSOE empiece a reconstruir lo antes posible su proyecto político dando la voz a los militantes en un Congreso del partido. Lo más importante que tiene el PSOE son sus militantes. Respetaremos los acuerdos, como no puede ser de otra forma, y trabajaremos para que las bases tengan la palabra cuanto antes.
¿No se podría haber zanjado todo este debate con una consulta directa a la militancia?
Pedro Sánchez tenía claro que los militantes no solo tenían que tener voz y voto para la elección del secretario general o el candidato a la Presidencia de España. Creía que en el nuevo tiempo político en el que estamos los militantes debían de ser partícipes de las decisiones importantes que se toman en el partido, como son los pactos de gobernabilidad. Así lo hizo con el acuerdo que se firmó con Ciudadanos. Ahora, en la situación actual, en este clima de división interna, te diría que bastaría con que los 300 miembros del Comité Federal escucháramos a la militancia a lo largo de toda España. Eso sería suficiente. Cantabria va a ser coherente y va a trasladar el sentir de los socialistas cántabros. El Comité Federal es quien tiene la potestad para decidir sobre esto, pero me gustaría que mi partido consulte a las bases. Creo que es fundamental que cuanto antes se celebre un Congreso. Así empezaríamos a responder a algunos de los problemas que hemos tenido. Parece razonable que cuando los militantes eligen por primera vez al secretario general por primarias, sean ellos los que le retiren la confianza. Ese proceso de adaptación de nuestros estatutos no lo hemos hecho.
¿Existe riesgo de fractura en el PSOE?
Sinceramente, es un momento muy complicado y espero que el Partido Socialista acierte con las decisiones que tome. La postura que defendemos en Cantabria, además de coherente y responsable, es una postura que fortalecería al PSOE. Haría que el sentir de sus dirigentes fuera el sentir de sus bases, que es la mejor forma de mantener un partido unido y cohesionado.
Independientemente de lo que se decida este domingo, el PSOE tendrá que ir a un Congreso en el que se elegirán nuevos dirigentes. ¿Descarta a Pedro Sánchez o cree que todavía no ha dicho su última palabra?
No sé qué va a hacer Pedro Sánchez, pero estoy seguro de que será lo mejor para el PSOE, porque será responsable con un partido al que quiere y del que se siente orgulloso de pertenecer. Tiene que ser él quien tome la decisión final, pero estoy seguro de que pondrá por encima el bien general a sus intereses personales.
Con su postura en los últimos meses parece que se reforzó ante la militancia, pero rompió cualquier capacidad de diálogo con figuras muy importantes del socialismo español. ¿Quién está más alejado del sentir mayoritario de los españoles?
Nuestros antiguos dirigentes, caras muy visibles del socialismo español, son un activo importante del PSOE. Han hecho mucho y bien por España y por los españoles, pero hoy tenemos nuevos liderazgos y tienen que ser nuevas personas quienes encarnen el futuro. Si algo demostró Pedro Sánchez es que era un secretario general pegado al territorio, preocupado por su organización. Aquí vino un montón de veces para conocer la realidad muy de cerca y seguir con un contacto muy directo con lo que pasaba en su entorno. Los nuevos liderazgos que tenga el PSOE pasan por eso, por un mayor contacto con la ciudadanía, por la escucha activa. Los ciudadanos quieren participar en la toma de decisiones, no solo votando una vez cada cuatro años.
¿Y ve a Susana Díaz encarnando ese liderazgo a nivel nacional?
Creo que Susana Díaz es una buena presidenta para la Junta de Andalucía. Hoy tiene un papel importantísimo, gobernando una comunidad autónoma importantísima por población y por extensión, y está demostrando liderazgo al frente de un Gobierno que se enfrenta a una derecha que no duda en traicionar sus propios principios. Por tanto, creo que Susana es un referente para el Partido Socialista, creo que es un valor para el Partido Socialista, pero creo que tiene un papel que desarrollar en la Junta de Andalucía para demostrar de lo que es capaz el PSOE cuando gobierna, con un proceso de modernización impresionante.