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Entrevista Pablo Zuloaga, secretario general del PSOE de Cantabria y vicepresidente autonómico

“Llevamos cuatro años profundizando en el cambio del PSOE y trabajando para pacificar y unificar el partido”

Pablo Zuloaga, secretario general del PSOE de Cantabria y candidato a la reelección, durante la entrevista con elDiario.es.

Laro García

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Pablo Zuloaga (Santa Cruz de Bezana,1981) se hizo cargo de la dirección del PSOE de Cantabria hace poco más de cuatro años, cuando desbancó de la Secretaría General a la entonces vicepresidenta autonómica y máxima dirigente de los socialistas cántabros, Eva Díaz Tezanos. Lo hizo subido a la ola del 'sanchismo' y de los nuevos tiempos que imperaban en el partido en aquel momento, acompañado por una nueva generación de políticos que dio la 'jubilación' anticipada a la vieja guardia. Ahora le toca revalidar el cargo en una primarias que, si se presenta una candidatura alternativa a la que él lidera, se celebrarán el próximo 14 de noviembre. “Es importante que sea la militancia la que decida y marque cuál debe de ser el futuro del partido. Para mí las primarias no son un problema, todo lo contrario: son la solución”, defiende. Este ingeniero de 40 años, que comparte Consejo de Gobierno con los regionalistas de Miguel Ángel Revilla desde las pasadas elecciones autonómicas de 2019, atiende una de sus primeras entrevistas tras anunciar que optará a revalidar el cargo en su despacho de la nueva sede del partido en Santander, tras una mudanza que también tiene algo de simbólico: “Llevamos cuatro años profundizando en el cambio del PSOE y trabajando para pacificar y unificar el partido”, subraya.

Ha mantenido la incógnita hasta el último día sobre su intención de optar o no a la reelección del cargo de secretario general del PSOE de Cantabria. ¿Por qué ha actuado así?

Siempre he sido muy purista respecto al cumplimiento de las normas internas que marca el PSOE y siempre he defendido que la primera manera de respetar a la militancia socialista es respetando los tiempos que establece el partido. Siempre he tenido claro que iba a dar este paso y lo llevo madurando desde hace mucho tiempo. Evidentemente, hace cuatro años me presenté con mucha ilusión, soy consciente de que se han hecho muchas cosas durante este tiempo, y sabía que llegaría el momento de anunciar mi intención de continuar, pero es cierto que no he querido pronunciarme antes de que se abriera el calendario para hacerlo en igualdad de condiciones que los compañeros y compañeras que quieran participar en este proceso de primarias.

Por lo tanto, no ha tenido dudas ni se ha planteado en ningún momento que fuera a presentar su candidatura...

No. Llevamos cuatro años trabajando arduamente para poder hacer aquello que dijimos que íbamos hacer y poner en marcha ese eslogan que habla de pasar de las palabras a los hechos, siendo también conscientes de que el PSOE de Cantabria necesitaba cambiar para ganar. Llevamos cuatro años profundizando en el cambio del PSOE y trabajando para pacificar y unificar el partido a nivel orgánico. Eso es algo que se puede ver y se puede medir. Es cierto que yo gané unas primarias en el año 2017 con el 53% de los apoyos, pero desde entonces y hasta ahora se han colocado urnas en las agrupaciones de Cantabria en dos ocasiones, y cada vez que la militancia se ha pronunciado con sus votos, el proyecto que yo lideraba ha ido cogiendo más fuerza. Obtuve un apoyo del 64% en el momento en el que me presenté a las primarias para ser candidato en las elecciones autonómicas y un 75% hace apenas unos días de cara al Congreso Federal.

Hacía referencia a algunos de los objetivos que se marcó cuando se hizo cargo de la dirección del PSOE cántabro hace cuatro años, pero... ¿de qué se siente más orgulloso de lo conseguido en este tiempo? ¿Dónde cree que se ha notado más el cambio del que habla?

Hay muchas cuestiones que son medibles y, por lo tanto, no son discutibles. Ahora tenemos un censo mayor que cuando yo llegué a la Secretaría General, tenemos más alcaldes y alcaldesas, más concejales y concejalas, más diputados y diputadas en el Parlamento de Cantabria, y lo que es más importante, más respaldo electoral y social. Eso se puede medir y comparar con la situación previa cuando yo me hice cargo junto a la actual dirección del Partido Socialista en el año 2017. Evidentemente, hay cosas que seguro que se podían haber hecho mejor, pero también las circunstancias nos han traído hasta aquí. El partido funciona ahora mucho más unido en la gestión institucional y diría que también en lo orgánico.

Cada vez que hay una urna, el partido sale fortalecido, las ideas salen reforzadas y la militancia asume un papel relevante. Estamos en un momento ilusionante, que nos debe servir para apuntalar nuestro proyecto y, sobre todo, aspirar a más

Entiendo que la estabilidad es siempre un objetivo que beneficia a un proyecto político en el largo plazo, pero siempre hay margen para la mejora. ¿Qué prioridades se marca para la nueva etapa si sale reelegido?

Lo que es evidente es que el PSOE tiene que seguir creciendo y los datos que manejamos nos aseguran que estamos en la buena dirección. Es necesario que en este próximo Congreso Regional podamos centrarnos y corregir aquello que no funciona en lo orgánico, para funcionar mejor a nivel interno y poder dar una respuesta más sólida a los problemas que tienen los cántabros y las cántabras. También en eso creo que la sociedad percibe un Partido Socialista diferente al de hace cuatro años, porque estamos muy encima de los problemas de los ciudadanos y ciudadanas, cerca de los comités de empresa y de los trabajadores y trabajadoras cuando tienen un problema en sus puestos de trabajo, y dando respuesta al futuro. No nos toca pensar solo en el día a día, sino que tenemos que poner la vista en el largo plazo y esta pandemia nos ha puesto de manifiesto, por ejemplo, que sin ciencia no hay futuro. El único partido que ha hablado de esto antes de la COVID fue el PSOE, y el único partido que lanza ahora una Ley de Ciencia es el PSOE, que cuenta además con un apoyo unánime en esta primera fase.

Volviendo al proceso interno que comienza ahora, ¿da por hecho que habrá primarias sí o sí o existe la posibilidad de que no se presente una candidatura alternativa?

Las primarias las hay, porque el calendario congresual que aprobamos esta semana marca la fecha para esa consulta a la militancia el 14 de noviembre. El PSOE es un partido abierto, donde el carné de militante te da la posibilidad de participar activamente en un proceso como este. Soy consciente de que me presento con el respaldo de una gestión y con el apoyo de muchos compañeros y compañeras que durante todo este tiempo me han acompañado y me han pedido que, llegado este momento, me vuelva a presentar para liderar al Partido Socialista durante los próximos cuatro años.

Ha mencionado una palabra como “pacificación”, que se entiende en el contexto en el que se pronuncia, pero que me hace plantear una cuestión: ¿Se pueden celebrar unas primarias sin que se desate una guerra interna que acabe generando facciones o familias dentro de un partido?

El Partido Socialista tiene muy interiorizado un proceso de democracia interna como las primarias o los congresos, que deben de servir para compartir puntos de vista e ideas, para debatir cómo afrontar circunstancias complejas en la sociedad y que seamos una herramienta útil para los ciudadanos. Eso lo hacemos en contextos como este, en el que la democracia interna funciona. El PSOE estableció las primarias y hemos demostrado en este tiempo por qué es tan importante que sea la militancia la que decida y marque cuál debe de ser el futuro del partido. Para mí las primarias no son un problema, todo lo contrario: son la solución.

¿Pero como actual secretario general y candidato a la reelección preferiría que el próximo 14 de noviembre se votara o que no fuera necesario porque hay una lista única?

No es una cuestión que dependa de mi opinión, sino que depende de la opinión de los cerca de 3.000 militantes que formamos la familia socialista en Cantabria. Tengo claro que cada vez que hay una urna, el partido sale fortalecido, las ideas salen reforzadas, y la militancia asume un papel relevante. Estamos en un momento ilusionante, que nos debe servir para apuntalar nuestro proyecto y, sobre todo, aspirar a más.

Recordaba antes la última ocasión en la que se han puesto las urnas en las sedes de las agrupaciones socialistas, en una fecha muy reciente, y en la que su candidatura obtuvo un apoyo superior al 75%. ¿Le parece buen termómetro? ¿Es una cifra que puede indicar hacia dónde van los ánimos de los militantes o son procesos tan distintos que no se pueden comparar?

Sin duda es una cifra que responde a que el Partido Socialista está haciendo entre bien y muy bien las cosas. Eso es algo que lo podemos medir en nuestra capacidad de gestión. Creo que en lo que se refiere a nuestro trabajo en el Gobierno de Cantabria, la militancia está orgullosa y se siente cómoda por cómo estamos haciendo las cosas. Ese 75% refleja precisamente esto. No podemos olvidar que somos la comunidad autónoma que más vidas ha salvado en la gestión de la pandemia, tanto dentro como fuera del sistema de residencias, que somos una comunidad autónoma que mira adelante con una Ley de Vivienda, una Ley de Ciencia, una Ley de Memoria Histórica, que desarrolla y aprueba una Ley de Igualdad, una Ley de Derechos para las personas LGTBI en Cantabria... Somos un partido que hace aquello que dijo que iba a hacer, y eso es algo que a la militancia del PSOE le gusta y le hace sentir orgullosa.

Huyo de las etiquetas. No me gusta hablar de 'críticos' porque creo que no es justo poner unas comillas a nadie, porque cada uno de nosotros tiene derecho a expresar su apoyo o su descontento. Es algo que nos permiten las primarias: un militante, un voto

¿Ha mantenido alguna conversación en los últimos días con los militantes que representan al sector crítico o más contrario a su gestión al frente del partido de cara a este proceso interno?

Huyo de las etiquetas. No me gusta hablar de 'críticos' porque creo que no es justo poner unas comillas a nadie, porque cada uno de nosotros tiene derecho a expresar su apoyo o su descontento. Es algo que nos permiten las primarias: un militante, un voto. No puedes pretender llegar a 3.000 personas hablando con 300. Para llegar a 3.000 personas tienes que trabajar como venimos haciendo con las agrupaciones y la militancia, dando respuestas a cada uno de los compañeros o compañeras que te plantean un problema o algo que les preocupa, porque en su municipio, por ejemplo, tienen una necesidad. Ese trabajo con la militancia es constante. Lógicamente, en todo este tiempo he mantenido muchas conversaciones con aquellos que en su día no me apoyaron, y creo que los hechos demuestran que vamos por el buen camino.

Nombres como los de Pedro Casares o Ainoa Quiñones han estado en algunas quinielas como posibles aspirantes a una representación mayor dentro de la dirección del Partido Socialista de Cantabria, más allá de su actual papel orgánico o institucional. ¿Van a acompañarlo en estas primarias? ¿Formarán parte de su equipo?

El Partido Socialista, ahora mismo, elige la figura del secretario general dentro del proceso de primarias. Después será el Congreso Regional el que decida quién formará parte de esa Ejecutiva que dirigirá el partido durante los próximos cuatro años. Yo estoy convencido de que Pedro Casares tiene un papel fundamental en Madrid, que además lo viene desarrollando con una habilidad extraordinaria. Todos los compañeros y compañeras ven en él un buen representante del PSOE en el Congreso de los Diputados defendiendo los intereses de Cantabria y de las familias de nuestra comunidad autónoma como portavoz de Economía. Mi relación con él es estrecha, al igual que con Ainoa Quiñones, como vicesecretaria general de la agrupación socialista de Santander y delegada del Gobierno. Compartimos muchas responsabilidades en lo institucional y, evidentemente también, con ellos comparto un objetivo claro: que la ciudad de Santander deje de ser un lastre en la gestión y en el crecimiento de Cantabria. Santander necesita funcionar de otra manera, con menos soberbia. Los problemas de Santander no se solucionan poniendo banderas en Puertochico o licitando contratos abusivos que mantienen las calles de la ciudad sucias. Santander necesita un Ayuntamiento que sea accesible a los ciudadanos y estoy seguro de que en el PSOE vamos a trabajar unidos en esa dirección.

También en su discurso durante el comité extraordinario en el que anunció su candidatura a la reelección tuvo palabras de este estilo para Santander y sorprende que ponga el foco de esta manera sobre la ciudad cuando lo que se celebra ahora es un proceso interno dentro del PSOE. ¿Por qué cree que es tan relevante lo que ocurra en la capital?

Bueno, porque todos en la militancia del PSOE de Cantabria tenemos claro que Santander es uno de los objetivos. La ciudad ha estado siempre gobernada por la derecha, a pesar de que el Partido Socialista haya llegado a ganar las elecciones. Tenemos por delante ese reto y creo que es fundamental que nuestra organización asuma un papel central en ese cambio que la ciudad necesita para que la comunidad autónoma pueda progresar también de una manera más eficaz.

Cuando se presentó por primera vez a las primarias del PSOE insistía mucho en la necesidad de que su partido se diferenciara claramente a los ojos de los ciudadanos del PRC, después de muchos años compartiendo Gobierno como socios en el bipartito, que provocó una sangría de votos que no acababa de detenerse en las urnas. ¿Cree que eso se ha conseguido?

El primer termómetro es evidente, y fueron las elecciones de 2019, dónde por primera vez en más de dos décadas el PSOE recuperó electorado y representación en el Parlamento de Cantabria, siendo a día de hoy la única fuerza en la Cámara que representa a los hombres y mujeres con una sensibilidad de izquierdas en nuestra comunidad. Desde aquel momento y hasta ahora, creo que a nadie le cabe duda la capacidad de gestión del PSOE, por ejemplo, en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Es el único partido que ha gobernado en España y que ha hecho frente a estas alturas nada menos que 88 millones de euros, a los que se sumarán otros 22 millones el año que viene. O es el PSOE el que lleva a los Presupuestos Generales del Estado esas partidas que nos van a permitir contar con 11 millones de euros para el Museo de Prehistoria en Puertochico, o el desarrollo industrial de La Pasiega, con medio millón este 2021 y otros 11 millones en 2022. La acción de Gobierno del Partido Socialista se ve en Cantabria y se ve en Madrid y nos permite lanzar obras eternamente prometidas pero que ahora llegan, como la alta velocidad a través de la Meseta o la mejora en las Cercanías, que permitirán mejorar el día a día de miles de cántabros que utilizan el tren como sistema de movilidad seguro y cómodo.

El primer año de legislatura en el Gobierno de Cantabria fue muy convulso en cuanto a la relación entre los socios, con aquel órdago que amenazó con una ruptura por la posición del PRC en la investidura de Pedro Sánchez. ¿Cómo se han limado esas asperezas y se ha reconducido la convivencia en el Consejo de Gobierno?

Centrándonos en lo importante. Más allá de que el Partido Regionalista no apoyara la investidura, Pedro Sánchez gobierna y además desarrolla proyectos fundamentales para el futuro de Cantabria. El PSOE empuja para que las infraestructuras lleguen a Cantabria, para que se pague la deuda del Estado con Valdecilla o para que tengamos financiación para el MUPAC o La Pasiega, e incluso para que Cantabria recupere el IVA que el Partido Popular detrajo en el año 2017 de forma absolutamente injusta. Esto pasa porque Pedro Sánchez gobierna y el PSOE toma decisiones. El Gobierno de Cantabria funciona con una hoja de ruta clara: resolver los problemas de los ciudadanos, más ahora, con una circunstancia sobrevenida como la pandemia, donde la Sanidad es un plano profundamente valorado por nuestra gestión durante la crisis sanitaria, también en el ámbito de las residencias o en el desarrollo de ayudas a los sectores más afectados. Tenemos un discurso propio que es visible y es valorado por la ciudadanía de Cantabria.

El PSOE ha demostrado que nunca ha caído en la tentación de poner por delante de la salud de los cántabros y las cántabras ningún interés particular

La pandemia sí que ha generado algunas fricciones entre los socios en cuanto a la aplicación de restricciones en determinados momentos, con choques más que visibles y críticas públicas del presidente de Cantabria hacia las decisiones de la Consejería de Sanidad. ¿Le ha tocado intervenir para unificar criterios?

Creo que el PSOE ha demostrado que nunca ha caído en la tentación de poner por delante de la salud de los cántabros y las cántabras ningún interés particular. Eso nos permite ser hoy una de las comunidades que más rápido está reaccionando, y hay datos que se pueden medir, como el aumento de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, y también nos permite ver cómo en la gestión de la pandemia somos la quinta comunidad autónoma que más avanzada lleva la campaña de vacunación y que más vidas hemos salvado. Por lo tanto, creo que el trabajo que hemos hecho desde el Partido Socialista en la gestión de la pandemia ha sido extraordinario y es valorado por los cántabros y cántabras.

Miguel Ángel Revilla dejaba la puerta abierta por primera vez esta semana a repetir como cabeza de cartel del PRC en las próximas elecciones autonómicas. ¿Eso es una buena o una mala noticia para los intereses electorales de Pablo Zuloaga y del PSOE de Cantabria?

A mí esa parte no me compromete. Yo hablo de mi candidatura y del futuro del Partido Socialista, que tiene por delante sus procesos.

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