Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Infancia
Cada vez que veo a un niño menor de tres o cuatro años lo hago con cierta extrañeza porque sé que ese niño no recordará nada de lo que está viviendo mientras lo observo. Está ya en el mundo pero será incapaz de recordarlo. Esas experiencias que no se registran en la memoria, al parecer, sientan las bases de todo lo que vendrá después. Digamos que esa primera etapa de la vida equivale a cuando se instala el sistema operativo de un teléfono móvil o algo así, se crea una especie de arquitectura interior, una estructura, sobre la que luego se edificará todo. Pero de momento, en esa fase de instalación, no se pueden hacer fotos ni grabar vídeos. Así que cuando uno crece y quiere volver a su primera infancia debe hacerlo a través de los recuerdos de los otros o a través de fotografías que, inevitablemente, otros nos hicieron. Se trata de reconstruir a través de la memoria ajena la historia propia.
¿Quién no ha sentido alguna vez extrañeza al ver una foto de su niñez rodeado de gente que no recuerda? Ese niño éramos nosotros, sí, pero no nos reconocemos sino que nos reconocen y nos dicen: tú eras ese. Y luego, claro, tienes que preguntar quién era ese señor de bigote que te cogía en brazos porque por mucho que busques dentro de ti eres incapaz de recordarlo. Y miras a los ojos a ese niño que fuiste y te preguntas qué demonios pasaba por esa cabeza que era la tuya cuando acariciabas a un perro que hoy no reconoces.
La infancia es eso de lo que se pretende escapar cuando uno es niño porque los pequeños lo que quieren es crecer antes de tiempo y hablan con orgullo de los años que van cumpliendo. Ese deseo de hacerse mayor, con el paso del tiempo, puede traducirse en un deseo de no querer crecer (que es un deseo, por irrealizable, mucho más antinatural que el primero). No querer crecer es una cosa muy distinta a volver la mirada hacia la propia infancia, algo que de manera misteriosa acabamos haciendo con más frecuencia a medida que nos hacemos más mayores. Quizá porque no se puede llegar a ser verdaderamente un adulto sólido sin echar un ojo al niño que fuimos. O sí, quién sabe. Pero el caso es que muchos, paradójicamente, pensamos en nuestra niñez con más frecuencia a medida que nos alejamos de ella, como si sospecháramos que en esa etapa nebulosa e imprecisa, en esa etapa siempre inalcanzable, estuviera la secreta raíz de nuestra identidad.
Sobre este blog
Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.