“No logramos que una gran parte de la sociedad civil europea empatice con los refugiados”

El fotoperiodista Santi Palacios (Madrid, 1985), Premio Nacional de Fotoperiodismo 2016 y Premio Enrique Meneses, cuenta con una amplia experiencia mostrando la trágica situación que viven cada día miles refugiados en el Mediterráneo. Sobre los múltiples sentimientos que pueden aflorar viendo de primera mano el sufrimiento que padecen aquellos que huyen de sus países de origen devastados por la guerra, asegura que, como profesional de la fotografía, en esos momentos “estás trabajando concentrado y no te paras a pensar qué sientes o dejas de sentir”.

Palacios ha ofrecido una charla sobre su bagaje en este ámbito este martes, enmarcada en el ciclo 'Fotoperiodismo, nuevos formatos y marketing político', dentro de las III Jornadas de la Comunicación de CESINE.

Describe concretamente los hechos que se sucedieron en el momento en el que captó la instantánea que le sirvió para obtener el Premio Nacional de Fotoperiodismo 2017. “Era un desembarco de refugiados en la isla griega de Lesbos procedente de Turquía”, comienza, “la embarcación se había quedado sin motor y había pasado varias horas a la deriva”, prosigue.

“La patera estaba hacinada porque las mafias les obligan a ello y habían pasado mucho frío, estaban mojados y después de varias horas, algunos estaban con principios de hipotermia”, lamenta, mientras añade que ocurrió a finales del mes de noviembre.

“Cuando la embarcación estaba lo suficientemente cerca de la costa griega como para ir a nado, un grupo de voluntarios se acercaron y tiraron de ella hasta acercarla a la orilla”. La fotografía está tomada en el momento del desembarco y en ella se puede apreciar cómo dos voluntarios sostienen en alto a un bebé recién rescatado.

En este sentido, añade que la labor de estos miembros de las ONGs es imprescindible. “En la ruta del mar Egeo las autoridades no están haciendo nada y los voluntarios son personas que a título individual están desempeñando gran parte del trabajo”, sostiene. Además, apunta que en la ruta del Mediterráneo central ocurre lo mismo, zona donde captó una fotografía que le valió el premio 'World Press Photo'.

En lo referente al papel que juega Europa en esta crisis humanitaria, Palacios recalca que es “desastroso”. “Cuando se plantean que deben hacer algo, la única solución que barajan y repiten a bombo y platillo es el cierre de fronteras”, explica.

“Todo el mundo que conozca el tema y tenga dos dedos de frente entiende que este hecho ni responde a todos los convenios firmados por la Unión Europea en cuestión de Derechos Humanos, ni soluciona ningún problema”, argumenta. “Cuando se cierra un cruce se abre otro”, detalla.

En ese caso, además, se “perjudica” a las personas que están buscando refugio en Europa. “El bloqueo de una frontera favorece la creación de grupos de traficantes y mafiosos que van a explotarles”, expone.

A la cuestión de si con lo que se nos muestra en las noticias podemos ser conscientes de lo que realmente ocurre y se está viviendo allí, Palacios considera que es algo complejo de responder. “Diría que sí y no”. Es la crisis de refugiados “más mediática de la historia, es decir, sí se está contando mucho de ella”, resalta.

“Cuando a mí me dicen: ”es que de esto casi no se habla“, yo no estoy de acuerdo porque estoy muy dentro y veo una cantidad de información bestial cada día”, afirma. “Otra cosa es que la gente la busque”, matiza.

“Lo que, evidentemente, no estamos haciendo bien”, tal y como denuncia el fotoperiodista, es que “no estamos logrando que una gran parte de la sociedad civil europea empatice con una cuestión con la que no cabe otra cosa que empatizar”.

“Estamos hablando de víctimas, gente que no es culpable de nada, que está huyendo de una situación complicada en su país y que se encuentra con otra más complicada todavía en la ruta hacia Europa”, sostiene Palacios. “Creo que si lo estuviésemos haciendo bien la situación sería otra”, asegura.

“El mejor periodismo que podríamos hacer es coger a todo el mundo del cuello, llevarlos con nosotros a verlo de primera mano y así todos empatizaríamos”, ejemplifica. “Como no podemos hacer eso, nos dedicamos a fotografiarlo lo mejor que podemos”, ratifica.

En lo que respecta a lo que pueda ocurrir en el futuro, Palacios reconoce que no le gusta mucho hacer cábalas. “No está en mi mano saber qué puede pasar y además, no me estoy dedicando a estudiarlo, ya que estoy en el terreno”, argumenta. “Te puedo hablar más de lo que pasa en el día a día que de la visión panorámica de las grandes políticas”, señala.

A pesar de ello, “por lo que conozco y voy viendo, todo parece bastante complicado”, lamenta. “Si tenemos en cuenta que lo que está ocurriendo en Europa es el levantamiento de vallas fronterizas y el auge de populismos y de la extrema derecha- como ahora en Francia- el horizonte no pinta bien”, sentencia.

Palacios concluye haciendo una reflexión sobre la actualidad de su profesión. “La mayor dificultad que tenemos que afrontar, y aprovechando que estamos en España, es la complicada situación del gremio”, destaca. “Los medios de comunicación son muy cobardes, no apuestan por los temas por los que hay que hacerlo ni por los colaboradores”, manifiesta.

Ese panorama que expone Palacios se salda, como él mismo relata, con el apoyo “muy precario para hacer las coberturas”. “Te sueles encontrar tú solo, buscándote la financiación y poniendo todos los recursos”, finaliza.