Cantabria fija la recuperación económica como prioridad para la segunda mitad de una legislatura condicionada por la pandemia
La actual legislatura en Cantabria, que a tenor de los resultados electorales se preveía cómoda para los dos partidos que conforman el Gobierno autonómico, está siendo de todo menos tranquila. Y es que a la crisis interna de los primeros meses motivada por la investidura de Pedro Sánchez le sucedió el acontecimiento que ha trastocado todas nuestras vidas y que ha puesto en jaque al mundo entero: la llegada de la pandemia de la COVID-19.
Lejos quedan aquellos días de tensión y fricciones entre PRC y PSOE, con un ojo puesto en Madrid y el otro en Cantabria, que apuntaban a que, a pocos meses de la constitución del Ejecutivo, el bipartito que se había reeditado con Miguel Ángel Revilla a la cabeza, y esta vez con mayoría absoluta parlamentaria, iba a saltar por los aires.
El 'no' del diputado nacional regionalista José María Mazón al candidato a la Presidencia del PSOE desencadenó una crisis entre los socios a nivel autonómico que terminó resolviéndose con un nuevo documento sellado por los máximos dirigentes de ambos partidos. El conocido 'papeluco' garantizaba el apoyo de Mazón a los Presupuestos Generales a cambio de una serie de compromisos del Estado con Cantabria, sobre todo en materia ferroviaria, que se irían cumpliendo a lo largo de la legislatura.
Pero entonces, y ya con las aguas calmadas, llegó la pandemia, que alteró por completo las agendas políticas. Las previsiones y los plazos establecidos se convirtieron en papel mojado puesto que los esfuerzos tenían que ir dedicados exclusivamente a las consecuencias de la crisis sanitaria. El coronavirus enterró definitivamente las disputas internas en el Ejecutivo para remar todos en la misma dirección: apoyar a la sanidad pública contra la COVID-19 y aprobar 'cheques resistencia' y ayudas para los sectores más afectados por el parón de la actividad económica.
Para ello, el Gobierno autonómico contó con el respaldo unánime del Parlamento en el que, pese a contar con mayoría absoluta, los grupos de la oposición arrimaron el hombro y se posicionaron a favor en reiteradas ocasiones de las medidas de emergencia impulsadas por el bipartito.
Ahora, más de un año después de la irrupción de la pandemia, el escenario es distinto. Tras varios picos de incidencia con sus respectivas escaladas y desescaladas, la campaña de vacunación avanza para dejar atrás las peores consecuencias sanitarias y fijar la recuperación económica como prioridad. Para ello, el Ejecutivo se encomienda a la llegada de los fondos de recuperación de la Unión Europea, en los que están puestos buena parte de las expectativas para lograr impulsar proyectos de calado para la comunidad y que, en muchos casos, llevan años anunciándose a bombo y platillo, como el polígono industrial de La Pasiega o la nueva sede del Museo de prehistoria y arqueología (MUPAC).
“La prioridad del Gobierno de Cantabria y del PSOE en el Ejecutivo ha sido velar por la salud de los cántabros y de las cántabras”, defiende el vicepresidente, Pablo Zuloaga, en declaraciones a elDiario.es, quien resalta que “echando la vista atrás hemos podido comprobar la fortaleza del sistema público cántabro de salud”. “Los hospitales han aguantado el envite de una pandemia nunca vista como esta y en ningún momento han colapsado, y en las residencias se han arrojado cifras, dentro de lo dramático, favorables con respecto al resto de España, ocupado el índice más bajo de letalidad”, argumenta.
“Un ciclo distinto”
Ahora, el también secretario general del PSOE en Cantabria señala que comienza “un ciclo distinto” con la campaña de vacunación y la llegada de los fondos europeos, que “nos permiten seguir desarrollando la agenda política marcada por este Gobierno al inicio de la legislatura”. Zuloaga pone el foco en leyes que se han aprobado o que están en proceso de hacerlo y que “marcan el avance en derechos sociales”, como la Ley LGTBI o la de Memoria Histórica, o en aquellas que “inciden en la mejora del tejido productivo de Cantabria, como la ley de Ciencia o la de Transparencia”.
Además, el consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte subraya la “importancia del desarrollo de grandes infraestructuras culturales, como el MUPAC, la llegada de Enaire o la modernización y actualización de espacios como el Palacio de Festivales, siendo Cantabria la comunidad que ha alumbrado la recuperación del sector cultural”.
Finalmente, Zuloaga califica de “estrecha complicidad” y de “lealtad” la relación entre socios de Gobierno durante estos dos primeros años de legislatura “ante el reto que supone recuperar Cantabria, primero de la crisis sanitaria y ahora de la crisis económica”. “Vienen meses y años de un trabajo institucional intenso en el seno del Gobierno para poner en marcha todos los fondos que vamos a pactar y que vamos a recibir de la UE”, concluye.
Por su parte, Paula Fernández (PRC), consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, hace un “balance muy positivo porque es muy difícil hacer un balance en estas circunstancias”. “Estamos en un año de pandemia en el que hemos tenido que reconvertir el proyecto de legislatura que todos teníamos”, manifestó en una entrevista reciente en este medio. Así todo, apuntó que “el esfuerzo de los consejeros regionalistas se está viendo y se va a ver más en esta última parte del año”. “Estamos en la senda de la recuperación sanitaria y económica”, sentenció la también secretaria de Organización de los regionalistas, quien manifestó su convencimiento de que los compromisos recogidos en el 'papeluco' se van a cumplir.
Precisamente esta semana, el Comité Ejecutivo del PRC hizo balance de la gestión de la pandemia por parte del Gobierno autonómico. “Ha realizado la mejor gestión posible frente a la pandemia de COVID-19, que comienza a estar controlada en la comunidad, lo que permitirá a partir de ahora volcarse en abrir, fortalecer e impulsar la economía”, resaltó el partido en nota de prensa.
“Intenso trabajo parlamentario”
Para ello, va a ser de nuevo fundamental el trabajo parlamentario. En este sentido, el portavoz regionalista en la Cámara autonómica, Pedro Hernando, considera que estos dos años “han sido un ejemplo de lo que tiene que ser el funcionamiento de un parlamento”. A su juicio, haber conseguido aprobar en estas circunstancias “una docena de leyes, todas por mayoría o unanimidad de la Cámara, demuestra que el trabajo del Parlamento ha sido bueno y muy volcado en cuestiones de actualidad, porque también se han aprobado leyes para facilitar las gestión de las ayudas por parte de las distintas empresas públicas de Cantabria”. “Este parlamento ha trabajado más allá de las ideologías”, recalca en declaraciones a elDiario.es.
Para Hernando, el “primer compromiso” del Parlamento con la recuperación económica “tiene que ser el Presupuesto del próximo año”, pero también pone el foco en leyes importantes como la Ley del Suelo, el PROT o el PLENERCAN. “Estoy bastante animado a creer que en los dos años que nos quedan de legislatura Cantabria va a liderar la recuperación por encima de la media de España”, concluye el portavoz regionalista.
Finalmente, su homóloga socialista, Noelia Cobo, pone en valor “el intenso trabajo parlamentario que ni siquiera se ha interrumpido durante los momentos más duros de la pandemia”. “Este gobierno está implementando una agenda reformista y progresista en un contexto enormemente difícil como es una pandemia”, manifiesta a este medio, poniendo también sobre la mesa leyes como la de derechos LGTBI o la de Memoria Histórica, y los proyectos de Ley de Vivienda, Ciencia y Juventud, en los que avanzarán en los próximos meses.
No obstante, Cobo achaca a la oposición que haya “tensionado la relación con el Gobierno, especialmente en todo lo relacionado con la Consejería de Sanidad”. “Las tareas de oposición en algunos casos han sido excesivamente injustas con la gestión política de la pandemia”, lamenta la portavoz socialista.
Y es que sobre todo en los últimos meses, PP, Cs y Vox han cargado contra las restricciones sanitarias establecidas en el marco de la hostelería, un sector especialmente afectado por las consecuencias económicas de la COVID-19, cuya actividad ha requerido y requiere de limitaciones horarias y de aforo para contener la expansión del virus en un ámbito propio de encuentros y reuniones sociales.
“Esperamos culminar durante el verano un proceso de vacunación que los propios ciudadanos están valorando de manera muy positiva”, prosigue Cobo. “El plan de este Gobierno es claro: superar la pandemia, avanzar en la vacunación y la recuperación económica y social y, en consecuencia, en la transformación y progreso de nuestra región”, concluye.
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