“El pueblo saharaui está más decidido que nunca a continuar la lucha”

La causa del pueblo saharaui sigue hoy tan viva y tan vigente como hace 40 años. Ha pasado tanto tiempo desde que el gobierno español abandonara en 1976 a esta antigua colonia africana y Marruecos abortase la liberación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) con una nueva colonización ilegal, que no caer en la resignación y mantener activa la lucha en los diferentes estamentos, como Naciones Unidas o los medios de comunicación, no es tarea fácil.

“El secreto de la resistencia está en el reconocimiento internacional de nuestro derecho a celebrar un referéndum de autodeterminación”, explica Bulahi Sid, ministro de Cooperación de la RASD que estos días ha acudido a Cantabria, dentro de una gira nacional, para mantener encuentros con los responsables de los ayuntamientos cántabros que prestan ayuda humanitaria, así como con agentes sociales, partidos políticos e instituciones.  

Los saharauis han demostrado ser un pueblo que no se rinde, pese a que sus condiciones de vida, en pleno desierto del Sáhara, son complicadas. “Llevamos 40 años luchando y no podemos perder la esperanza. Estamos más determinados que nunca a continuar la lucha”, afirma Bulajhi Sid en declaraciones a eldiario.es minutos después de mantener un encuentro con el secretario general de CCOO en Cantabria, Carlos Sánchez. 

Aunque la convocatoria del referéndum lleva años atascada en los pasillos de la burocracia, el ministro cree que se han dado algunos pasos significativos. “En su último discurso en Naciones Unidas, hace ya algunas semanas, el rey Felipe VI expresó por primera vez su deseo que esta organización logre una solución pacífica basada en el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui”, señala.

“Esperamos que España dé un paso, sobre todo ahora que va a presidir el Consejo de Seguridad en el próximo mes y que tenga en cuenta las palabras y el discurso de su majestad”, incide. En este sentido, hace un llamamiento al gobierno español para que “duplique esfuerzos” y su pueblo pueda decidir su futuro.

Los principales obstáculos para celebrar esa consulta son, a juicio de Bulahi Said, Francia y Marruecos. Según explica el ministro saharaui, el país galo está “vetando” su derecho a celebrar el referéndum, precisamente “cuando Francia es la cuna de los derechos humanos”. “No puede prevalecer el criterio de un miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”, critica.

Por su parte, “Marruecos debe darse cuenta de que este problema no puede solucionarse a través de la guerra” y de que “la ocupación está totalmente rechazada por todo el pueblo saharaui, incluso los que llevan 50, 60, 70 años en el sur de Marruecos”.

Del mismo modo, cree que el gobierno marroquí debería dedicar los recursos que gasta en el conflicto “en el desempleo y el hambre en su país y los problemas de los jóvenes” y permitir así al norte de África “iniciar una etapa de normalidad y de cooperación con los países del sur de Europa con los que tendremos un mayor futuro”. 

Finalmente, denuncia que Marruecos está intentando regresar a la Unión Africana -organización que había abandonado “hace 30 años”- con el objetivo de “crear problemas y congelar la actividad solidaria con la República Saharaui” y ha condenado los últimos actos “provocativos” con los que “ha violado los acuerdos de alto el fuego”. También ha recordado las detenciones, juicio militar y encarcelamientos en 2010 a personas que se manifestaban “pacíficamente”.

Recortes en cooperación

En su visita a Cantabria, Bulahi Sid ha estado acompañado de Jira Bulahi y Mueina Chejatu, delegadas del Frente Polisario para España y Cantabria, respectivamente, así como por miembros de Cantabria por el Sahara y Alouda, las dos asociaciones que trabajan en nuestra comunidad autonóma en favor de los derechos saharauis y que lleva a cabo 'Vacaciones en Paz', entre otros programas y actividades.

En su intervención, el ministro de Cooperación ha agradecido el apoyo y la comprensión de la sociedad civil con la “justa” causa del pueblo saharaui y ha manifestado su esperanza por recuperar el nivel de ayuda humanitaria por parte de las instituciones cántabras que “ha sufrido un bajón en los últimos años”.