Fito Garmendia, músico: “Cuando no tienes plata o tiempo para ir al psicólogo la mejor manera de liberarte es ponerte a escribir”
Adolfo Garmendia, más conocido como Fito, lleva dedicando su vida a la música desde hace 26 años cuando decidió junto a unos amigos de Reinosa, su pueblo natal, formar La Fuga, una banda de rock que les colocó en lo más alto del panorama en una época especialmente dorada para el rock and roll. Tiempo más tarde, el grupo se disolvió y Garmendia decidió que su camino estaba junto a Rulo Gutiérrez, con quien sigue compartiendo una sólida amistad y junto al que continúa trabajando en su proyecto Rulo y la Contrabanda. Así, en 2010 empezó una nueva aventura de la que se acaban de cumplir 12 años y con la que ha podido cumplir uno de sus sueños o, como dice él, “quitarse una espinita”: la de hacer su propio disco en solitario. De esta forma nació 'Ahora', un álbum escrito a partir de anotaciones de cajones y llevado a cabo en tres años de trabajo intensivo que le han dejado un muy buen sabor de boca y que le han hecho sentirse “muy orgulloso” por haberse lanzado a una aventura que ni siquiera comenzó con la idea de serlo: “El disco al principio lo hice para mí, para tenerlo en una balda con mis CDs y poder decir que este es mío, que pude hacerlo”.
Ha confesado que su primer disco, ‘Ahora’, le ha servido de terapia y para liberarse. ¿Esperaba que crear un álbum musical fuese así?
Ya sabía que los discos servían para aliviar ciertas cosas y hacer un poco de terapia y que las cosas que no te gustan o te preocupan, exponerlas. En el fondo, cuando no tienes plata o tiempo para ir al psicólogo la mejor manera de liberarte es ponerte a escribir. Es una forma de escudriñar en tu interior, en tu alma y en tu cabeza y sacar todas esas cosas que llevas dentro. Llevo muchísimos años de trayectoria profesional y tengo la experiencia de La Fuga y de Rulo y la Contrabanda y soy un poco perro viejo en esto, pero al ser mi primer proyecto en solitario he tenido que rebuscar en mi pasado y en mi presente, y en lo que espero para el futuro. También te digo que he tenido ayuda para hacer el disco, claro, pero la responsabilidad siempre es tuya porque el nombre es el tuyo, y tienes que asumir ese reto. Yo he puesto de mi parte lo que sabía que podía manejar: mi trabajo, mi actitud y poner al servicio del disco todos estos años de aprendizaje.
¿Qué ha supuesto este disco para usted?
Para mí lo primero era sentirme orgulloso y satisfecho de un trabajo que me ha llevado casi tres años. Tenía ya algunos temas hechos, alguna cosita por ahí y repesqué viejas letras que tenía, algunas melodías y me puse a hacer las canciones. En un principio era una idea muy íntima, algo que iba a ser para mí y para poder tener en mi casa un disco mío. Pero animado por colegas de profesión y amigos quise grabarlo, y ahora estamos en plena burbuja empezando la gira, y muy ilusionados.
Ha dicho que uno de los motivos por los que se puso con el disco fue el parón que hubo con la pandemia. Si la pandemia no hubiese llegado, ¿se le hubiese quedado esa espinita clavada de sacar su álbum en solitario?
No lo sé, pero con la absorción del proyecto de Rulo, mi trabajo aquí en una academia de música y la conciliación familiar sacar tiempo es muy difícil. La pandemia me hizo tener tiempo para mí. La cosa es que al principio pensábamos que iba a ser poco tiempo y se fue convirtiendo en mucho, mucho tiempo, así que me puse con la guitarra y el piano, y a componer. Creo que sin el COVID hubiese sido más difícil por falta de tiempo pero quizá con el tiempo lo hubiese terminado haciendo.
Con La Fuga nunca hubiese hecho algo así porque en ese momento me hubiese parecido una moñada
¿Recomendaría a otros compañeros que, como en su caso no son novatos y llevan años de carrera musical, hacer un disco en solitario?
Sí animo a todo al mundo a intentar lanzar un disco, pero creo que depende de las circunstancias. Yo estoy en un proyecto con Rulo del que me siento parte pero que no es mío, y eso te da cierta libertad. Estando en una banda es más difícil porque si hay cuatro componentes, hay cuatro egos. Ahí todo está puesto al servicio de una banda, y en el momento en el que uno empieza a presentar proyectos en solitario para el artista que lo está creando es fenomenal, pero para el resto de compañeros es difícil de asimilar. Ahí tienes que encontrar el momento justo para poder dedicarte a eso. Si te fijas en los grandes referentes que tenemos por ahí, en el momento en el que algún integrante prueba la miel del disco en solitario es muy goloso porque haces lo que quieres.
En 'Ahora' dedica una canción a su madre y otra a su hijo, ¿cree que en este momento puede mostrar su vulnerabilidad más libremente que hace 20 años?
Sí y creo que es algo que te dan las canas, el poso, los años… Realmente ya no tienes que demostrarle nada a nadie y todo lo que demuestras es para ti, tu exigencia y tu meta pasa a ser contigo. Entonces, y aunque tampoco estoy en un punto en el que me dé igual lo que me digan, hago un poco lo que me apetece. Pero, aparte, creo que estamos en una época en la que todo es mucho más abierto y es más fácil hablar de esas cosas. Con La Fuga nunca hubiese hecho algo así porque en ese momento me hubiese parecido una moñada. El disco es un poco introspectivo y de las cosas que he ido observando tanto en lo profesional como en lo personal. También hay temas que hablan del bullying, del abuso, o de momentos oscuros que he tenido. Pero supongo que al hacer mi primer disco en solitario tuve claro que quería hacer dos temas para los dos referentes más grandes que he tenido en mi vida. No los únicos pero sí los más grandes. Esta es una forma de agradecerles... No obstante, tampoco son canciones típicas y cada uno las puede interpretar a su manera.
En el caso de la canción a mi madre puede ir para cualquier madre trabajadora. Mi madre se jubiló hace cinco años de estar currando en una residencia de ancianos y dedicó su vida a trabajar muy duro para sacar a sus hijos adelante. A ella le debo todo y es la persona que ha conseguido que haya llegado hasta aquí. En el caso del tema de mi hijo, intenté ser fiel a la realidad. Cuando nació sentí una felicidad absoluta pero a la vez sentí muchísimo descoloque y pérdida del equilibrio. Pasé a dormir poco e incluso a tener momentos de llorar porque es muy duro. Se te mueven muchas cosas en tu vida y es muy de repente... Es una canción de amor y cariño para mi hijo pero que a la vez muestra cómo me sentí en ese momento.
¿El rock de los 80 y los 90 era más combativo y más dirigido a los barrios obreros que el de ahora?
Total. Ha cambiado pero no te sé decir por qué y no sé si será por una cuestión temporal o si será para siempre. El rock va a estar siempre vivo, pero ese rock urbano, entre comillas, se ha ido perdiendo. Estamos más en lo trivial, en lo cotidiano, en el mainstream y en preocuparte de vender más o menos. Todo el tema de aquel rock que respiramos con Marea, Platero, Reincidentes o La Polla ha ido desapareciendo. O sea, hay rock pero otro y no es que el anterior fuese mejor ni peor, sino diferente. Pero absorbimos mucho de esa música e incluso se creó un movimiento. Ibas a festivales y escuchabas a esos grupos. Hoy en día, sin embargo, es todo muy ecléctico y te juntan en un festival a Izal y a El Drogas. Pero en aquel momento ibas al Viñarock y era rock, que de ahí el nombre [[ríe ]]. A día de hoy en los festivales se hacen mezclas de estilos diferentes y yo soy de la vieja escuela. A los grupos que me gustan mucho les veo en conciertos, y a festivales solo voy si en el cartel tienen dos o tres cantantes al día. Esos eventos en los que hay 50 grupos en un día no me gustan porque siento que ninguno termina de sonar del todo bien y que todo va muy rápido.
Que tengas tres millones de visualizaciones no quiere decir que una canción sea buena... A McDonald´s también va a comer mucha gente y eso no quiere decir que la comida sea de calidad.
¿El rock actual es menos político?
Sí, bueno. Yo me refiero a que el actual es un rock más formal, que no incomoda y que es bastante amable. Todos somos supereducados y hasta en el lenguaje tienes que tener muchísimo cuidado con lo que dices porque no te permiten equivocarte. Eso genera que tratemos de ser tan correctos hasta el punto de que no digamos lo que pensamos. Yo quiero poder decir que un grupo no me gusta cuando no me gusta, y reconozco su carrera de artista, claro que sí, pero eso no implica que me guste. También parece que vivimos en un mundo en el que a todo el mundo le gusta todo, y a mí me gusta el rock, la verdad.
¿Por qué le gusta el rock?
Lo veo, directo y sincero. Al final, son cuatro tíos que están subidos a un escenario tocando unos instrumentos que cuesta mucho tocar. Lo harán mejor o peor, claro, pero para mí están defendiendo un tipo de música más honesta que la que lleva un montón de secuencias y ordenadores. Para mí el rock es vivo, es directo, un local, un ensayo, una banda de chavales de 20 años preparándose los temas, es sudar, viajar, comer bocadillos de piedras, dormir en furgonetas… Eso te da otro color de la música. Sting lo decía hace poco en una entrevista, que él cree que los músicos jóvenes de hoy en día se están saltando unos pasos que hay que tener en la música, y se refería a esos pasos de fracaso que te hacen desarrollar una carrera y que te hacen tomar perspectiva.
Todo ahora son visualizaciones y escuchas, y que tengas tres millones de visualizaciones no quiere decir que una canción sea buena... A McDonald´s también va a comer mucha gente y eso no quiere decir que la comida sea de calidad. Pero se mira el negocio y ya está. Yo diría que nadie se va a acordar de esas canciones dentro de 30 años como ocurre con Queen, Metallica o ACDC. Creo que tengo cosillas de antiguo pero es que me gustaron mucho los 80, los 90 y los 2000 porque creo que se curraban mucho más los discos, que la gente hacía la música para ellos y no tanto para triunfar.
Dentro de que en casi todos los sectores artísticos priman los hombres, ¿cree que en el rock ocurre especialmente? ¿Faltan voces femeninas?
Sí. La música hasta hace pocos años ha sido poco inclusiva con las mujeres. Está mejorando pero la realidad es que ha sido un mundo machista. El rock es muy de que la chica fan esté abajo y el chico arriba rockeando, y tiene que cambiar. El año pasado en Rulo y la Contrabanda tuvimos una bajista femenina y yo, para este proyecto, intenté tener una bajista mujer también, y me fue imposible porque las buenas están tocando con bandas de primer nivel. Pero en el estilo de rock del que hablábamos antes se ven pocas chicas y sigue siendo un mundo cerrado. Creo que está en crecimiento pero que costará unos años. ¡Y se ven cambios, eh! Pero hay que asumir que hemos hecho cosas mal en el pasado. Ahora lo importante es aprender de los errores y que la cosa mejore.
Normalmente en las bandas el primer plano suele quedar reservado para el cantante. ¿Este disco ha sido el primer paso de Fito Garmendia en ese camino de primeros planos?
Pues creo que no porque me veo en un plan de cantante solista. Este proyecto me encanta y me permite ir a tocar a salas pequeñas y sacarme un poco la espinita a nivel personal pero no tengo grandes pretensiones. No me veo en grandes aforos ni de frontman ni nada. Me gustan las cosas más pequeñas e íntimas, más de cercanía con el público. No me veo como Rulo enfrentándome a un público de 6000 personas, me veo para una cosa más discreta.
De momento pienso en este disco, tengo cosas para un futuro pero es que nunca sabes. Voy haciendo porque siempre he compuesto y, si algún día cuadra, pues sacaré otro. Aunque también lo determinará mucho la acogida de la gente, si vamos tocando y a la gente le va gustando y vemos que la cosa responde, pues se verá. El público es soberano. El disco al principio lo hice para mí, para tenerlo en una balda con mis CDs y poder decir que este es mío, que pude hacerlo. Lo que venga será fenomenal pero creo que estoy lejos de la propuesta del mainstream, es un disco que me gusta y que me apeteció hacer así, sin adaptarme a clichés. Solo quiero que me deje desarrollar mi espacio y poder ir a tocar con mis colegas y pasarlo muy bien.
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