El Gobierno de Cantabria ha nombrado directora del Observatorio de Salud Pública a María Dolores Acón, la exgerente del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, que dimitió hace siete meses por dudar públicamente de la veracidad de las listas de espera sanitarias y asegurar que existen “agendas ocultas”. El puesto directivo que asume ahora llevaba un año vacante y se convocó dos meses después de aquel episodio. Acón es una de los seis candidatos que se presentaron al cargo.
El perfil de esta doctora se recupera para asumir la dirección del organismo público que está bajo la dependencia del gerente de la Fundación Marqués de Valdecilla. La resolución de su nombramiento, por libre designación, la firma en el Boletín Oficial de Cantabria el consejero de Salud, César Pascual (PP), que preside el Patronato de esta entidad.
Acón firmará un contrato de alta dirección con una retribución de 55.798 euros brutos anuales que tendrá una duración de un año prorrogable automáticamente por periodos anuales, precisa la información del BOC.
El perfil de Acón, que ahora recupera el Gobierno cántabro, se empañó de polémica cuando en noviembre de 2024 participó en el XVI Encuentro Global de Directivos de la Salud y afirmó, en referencia a las listas de espera: “Si no me creo ni las de mi propia comunidad autónoma, no me puedo creer las de nivel nacional”.
Además, apuntó a la existencia de “agendas ocultas” en las listas de espera que, a su juicio, “no son asistenciales, sino políticas” porque, “se necesita que sigan teniendo cuestiones para tener armas arrojadizas”, y sindicales, porque “les interesa que haya una perpetuidad de líneas para poder seguir incorporando más necesidades e incrementos vinculados a la necesidad de mantener las listas de espera”; e incluso de colegios profesionales, “que también tienen algo que ver en esto”.
Baile de sillas
El nombramiento de María Dolores Acón consolida una estrategia política habitual del Ejecutivo de María José Sáenz de Buruaga (PP), que en esta legislatura ha cesado y recolocado a diferentes altos cargos en otros destinos tras prescindir de ellos por diferentes motivos, algunos de ellos opacos.
Quizá el movimiento más sorprendente lo protagonizó la exconsejera de Cultura,Turismo y Deporte, Eva Guillermina Fernández (PP), cesada y nombrada al día siguiente como directora general de Cultura. Su puesto lo ocupó Luis Martínez Abad, que ascendió de director de la empresa pública Cantur a consejero en ese departamento. El baile de sillas afectó también a la directora de Recursos Humanos de CANTUR que pasó a desempeñar las funciones de directora general de Turismo.
Quince días después de este cambio de cromos, Elena Palacio, la cesada directora de Cabárceno, pasó a convertirse en directora territorial de la Sociedad Regional de Cultura y Deporte (SRECD). El hilo sigue: el director de esta sociedad, el concejal de Cabezón de la Sal, Gustavo Gonzálo Monterrubio, fue despedido y unos meses después le 'reciclaron' como responsable de la Cueva del Soplao.
Todo ello en una Consejería que acumula once recambios de cargos en dos años de legislatura. Recientemente se despidió a la directora de Recursos Humanos, un fichaje de la empresa privada, que no pasó el periodo de prueba de tres meses, según reconoció el propio consejero.