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ENTREVISTA
Presidente de Cantabria

Miguel Ángel Revilla: “Vox no va a hacer lo mismo que Ciudadanos: suicidarse y dar votos al PP a cambio de nada”

El presidente de Cantabria y secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla.

Rubén Alonso

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Miguel Ángel Revilla (Polaciones, 1943) acostumbra a opinar de todo lo que acontece más allá de las fronteras de su comunidad autónoma. El presidente de Cantabria está cómodo analizando la coyuntura política nacional y la situación de las diferentes formaciones políticas. Habla del PP, de su crisis interna y de su relación con la extrema derecha, de la debacle de Ciudadanos y del revulsivo que ha supuesto Yolanda Díaz para Unidas Podemos. Augura que la coalición de gobierno PSOE-UP agotará la legislatura por “pura supervivencia” y que si se celebraran elecciones en este momento, PP y Vox tendrían “muchas posibilidades de ganar”. Respecto a Cantabria, Revilla asegura que pese a “algunas tiranteces”, la relación con sus socios del PSOE es buena y garantiza “estabilidad” hasta el final de legislatura.

Cerramos otro año de pandemia complicado pese al éxito de la campaña de vacunación. ¿Qué valoración hace desde el punto de vista político?

Este tema nos ha ocupado el 90% de la gestión del Gobierno porque hemos tenido que dedicar la mayor parte de todos los esfuerzos, tanto económicos como físicos, a tratar de contener el problema en la medida de lo posible. Sanidad y Educación han sido las áreas principalmente implicadas. En el ámbito sanitario, de 1.000 camas que tenemos en Cantabria, casi la mitad estuvieron ocupadas con pacientes COVID y también el 60% de las UCI, que no están solo para este virus, lo cual creó unas tensiones enormes en el resto de usuarios de los hospitales. Esta situación provocó retrasos en intervenciones y tuvimos que habilitar espacios nuevos y comprar material e instrumentos de protección. Ha sido terrible. Pero ahora mismo, que estamos en el mayor índice de ataque del virus, porque jamás tuvimos cifras de 1.000 contagios diarios, la situación no tiene nada que ver. Yo soy optimista. En abril de hace un año más del 80% de los ingresados procedían de las residencias, con días de 17 muertos, y esta semana hemos tenido un muerto [la entrevista se realizó el martes] que no estaba vacunado, y de los 5.600 usuarios que tenemos en los centros de mayores solamente tienen el COVID unos 40, y dos están en el hospital, pero no en la UCI.

Estamos muy alarmados por el número de contagios, pero la situación es completamente distinta. La vacuna está teniendo unos efectos tremendamente positivos. En el momento en el que el 100% estemos vacunados también con la dosis de refuerzo, si no surgen nuevas cepas, estaremos viendo por fin el final de esta situación. Probablemente este sea el último gesto del virus, que ha mutado a una variante mucho más contagiosa, pero mucho más leve. Lo ideal sería que todos los contagios fueran ómicron y no delta, porque es una variante que en los síntomas se parece más a una gripe. Estamos esperando que eso ocurra para ocuparnos de lo que verdaderamente la gente espera de un Gobierno: gestión y que la economía siga creciendo. No tenemos malos datos de lo que va a ocurrir en Cantabria este año y el que viene. Es cierto que la aparición de esta sexta ola ha frenado las expectativas a nivel nacional, también de Europa, y en cierta medida de Cantabria, aunque tenemos indicadores que nos dicen que seremos la comunidad autónoma que antes saldrá de esta situación de crisis económica, recuperando incluso dos trimestres antes que el resto de España los niveles prepandemia.

Se muestra optimista pese a los niveles tan elevados de contagios y afirma ser partidario de no aplicar restricciones severas. No obstante, en Cantabria se han implantado medidas duras como el cierre del ocio nocturno, ¿no es una contradicción?

Yo doy una opinión, pero no soy el que toma las medidas, afortunadamente. Un presidente ni hace los proyectos de carreteras y edificios ni dicta las normas sanitarias. Es Sanidad quien firma las resoluciones en una pandemia. Es más, he de decirte que a mí ya ni se me consulta. Mi opinión la conocen porque es pública. Pero ojo, yo respeto extraordinariamente las decisiones sanitarias porque si en algo debemos de fiarnos de los que saben es en esta materia. Cuando vamos al hospital, seamos jueces o políticos, nos mandan desvestirnos, nos miran y nos dicen que tenemos una cosa o la otra y lo que debemos hacer. En una pandemia tenemos que fiarnos de los sanitarios, y en Cantabria los tenemos extraordinarios. Tenemos el IDIVAL, el instituto donde se analizan los virus, además de Valdecilla. Probablemente estén los mejores de España en esta comunidad. Y nos dicen que está probado que en los lugares cerrados sin ventilación, sin mascarilla y con cierta aglomeración, como alguien lo tenga y, sobre todo, de esta variante ómicron, lo cogen todos. Por eso se ha tomado la medida de cerrar el ocio nocturno que, por otra parte, es la misma que se está tomando en Europa y en España.

Cuando tienes un nivel de infectados tan grande hay que tomar alguna medida. Esta es dura, muy dura, pero se mantiene abierta la hostelería en un 75%, no hay toque de queda y se refuerza la protección con la exigencia del pasaporte COVID para entrar en cualquier establecimiento. Esperamos que esto sea suficiente. Lo ideal si no hubiese economía sería confinarnos otra vez como en el mes de marzo, pero eso ya no es posible porque tenemos que hacer compatible la recuperación económica del país con que esto no se desmadre. Yo vaticino que en el mes de febrero tendremos la cumbre, tras los tres picos pasados cinco días de Nochebuena, Nochevieja y Reyes, y empezaremos a descender. En tres meses tendremos vacunados a todos los jóvenes y con la vacuna de refuerzo a todos los que la necesitan, según dijo el presidente, Pedro Sánchez. El virus va a seguir entre nosotros, pero no nos va a ocasionar un problema de funcionamiento casi normal.

Decía que tienen que ser los expertos en sanidad los que tomen las decisiones. Sin embargo, la Justicia está tumbando la mayor parte de las restricciones que imponen los gobiernos. ¿No le parece que resta a las autoridades sanitarias capacidad de actuación si la situación epidemiológica requiere de tomar determinadas decisiones?

La mayor discrepancia que yo he tenido con Pedro Sánchez ha sido por esto. Cuando en febrero anunció que en un mes se acabaría el estado de alarma y que serían las comunidades las que iban a tener la responsabilidad de tomar las medidas para lo cual cuentan con instrumentos suficientes yo le dije que no, que no vamos a tener instrumentos suficientes. Y planteé y sigo planteando, hasta el punto de que tuvimos una discrepancia fuerte, dotar a las comunidades de un instrumento legal que no permita discrepancias judiciales. Yo entiendo a los jueces. Un juez cuando tiene una Constitución que consagra como sagrada la libertad de los ciudadanos y se encuentra con unas medidas como que no te dejan entrar en un sitio o que te exigen un pasaporte puede interpretarlo de una manera y otro puede hacerlo de otra. ¿Cómo se hubiera solucionado esto? Con una ley orgánica. No creo que hubiera sido tan difícil llegar a un acuerdo.

Si no gana las elecciones el PP con Vox está claro que en el PP va a haber una catarsis

El PP lo estaba pidiendo, no creo que se haya echado atrás. Los partidos mayoritarios tendrían que haber aprobado un instrumento legal para que los jueces supieran a qué atenerse. La prueba de que tengo razón es que al propio Gobierno de España el Tribunal Constitucional le tiró abajo el estado de alarma. Y en Cantabria también hemos tenido casos. En el ámbito sanitario hemos estado en una indefensión importante porque no en todos los sitios se han tomado las mismas decisiones. En unos lugares, como en Galicia, los jueces siempre han estado al lado de Sanidad y en otros no. Y esto ha sido un problema.

Ya que ha mencionado a Pedro Sánchez, ¿cómo ve la coalición de gobierno PSOE-Unidas Podemos?

Es una coalición que está llamada a sobrevivir, no hay otra alternativa. Saben que lo contrario es perder el Gobierno. Y unas elecciones en este momento tiene muchas posibilidades de ganarlas la coalición de PP y Vox. Muchas. Entonces, habrá tensiones, sobre todo a medida que nos acerquemos al proceso electoral, pero no hay ninguna razón para pensar que la coalición no va a durar hasta que toque celebrar elecciones. Tiene todos los instrumentos importantes aprobados, leyes y presupuestos. El último gran éxito ha sido la reforma laboral. Va a haber tensiones porque los dos se disputan un espacio político y el uno quiere sacar más votos que el otro, pero están condenados a entenderse por pura supervivencia. Van a aguantar hasta el final. Ahora hay un clima como para que PP y Vox se pongan de acuerdo en la misma noche electoral, eso está cantado. La derecha ya no va a tener ningún tipo de reparo en aliarse con la extrema derecha.

Quien no quiera saltar no se va a romper las manos con la concertina del Puerto. Algo hay que hacer. Si haces un muro elevado de no sé cuántos metros dirá la gente: ‘Oye, me han encerrado’. No sé. No es mi competencia

¿Ve factible entonces un gobierno en España en el que esté presente la extrema derecha?

Sí, seguro. Vox no va a hacer lo mismo que Ciudadanos: suicidarse y dar votos en algunos sitios a cambio de nada. Estos van a exigir y lo vamos a ver. Pero de aquí a dos años pueden cambiar las cosas, sobre todo si la pandemia se acaba corrigiendo, que en eso la gestión no ha sido mala. Tenemos mucha tendencia los españoles a decir que somos un desastre, pero yo veo que ayer Estados Unidos ha tenido 250.000 infectados. Y todo el mundo ha estado durante estos últimos meses por encima de España en contagios. Consideramos que los alemanes y los franceses son perfectos, que saben, pero nosotros hemos lidiado el tema mejor que el resto de Europa. Si la pandemia acaba este año y la economía, con la ayuda de los fondos europeos, tira alrededor del 5% cada año, las cosas pueden cambiar perfectamente. Por eso veo mucho nerviosismo en la oposición. Están provocando mociones de censura y elecciones para reforzar la dinámica que creen que va a seguir en todos los territorios, pero cuidado, que las pugnas en el PP pueden agudizarse y va a ser muy difícil tapar ese enfrentamiento de la señora Ayuso con Casado. Casado es el candidato seguro, pero ella se quiere postular como una alternativa si las cosas van mal. Casado eso lo sabe. Ella va de líder y a él le es muy incómodo participar en actos públicos con ella porque la aclaman como a la futura líder de la derecha. Si no gana las elecciones el PP con Vox, está claro que en el PP va a haber una catarsis. Y el que está con tranquilidad y esperando a dar el salto es Núñez Feijóo.

Comentaba que PSOE y Unidas Podemos se disputan el electorado. ¿Ve a Yolanda Díaz como una candidata potente capaz de atraer un grueso importante de votantes socialistas si decidiera presentarse a las elecciones bajo el paraguas de una plataforma de izquierdas?

Lo importante de la aparición de Yolanda Díaz, que creo que es una política de mucha talla, es que va a evitar el derrumbe de Podemos. No sé cuánto va a subir, pero desde luego que va a mantener el listón, cosa que también es importante para el PSOE, porque si se cae estrepitosamente Podemos difícilmente va a conformar una mayoría para hacer frente a PP y Vox. Le interesa que el crecimiento sea moderado para que no se le suban a las barbas. Y eso lo va a conseguir Yolanda. Si no llega a ser por ella, Podemos llevaba el mismo camino que Ciudadanos. Ha sido un revulsivo tremendo. Imaginemos el partido en manos de la señora Belarra o de los de su entorno, sería un desastre. Y en el caso del PP, si no gana Casado será su fin, aunque yo no apuesto tanto por Ayuso como su sustituta, sino por Feijóo. Es la figura con más talla política en el partido y con una trayectoria de mucho éxito electoral, sacando mayorías absolutas en Galicia y dejando fuera a la extrema derecha. Es un hombre más centrado y con más experiencia.

¿Cómo cree que puede afectar al tablero electoral que concurran formaciones que están surgiendo ahora en diferentes territorios de la España Vaciada?

Van a aparecer partidos tipo Teruel, Ávila, León, Soria… Creo que ese voto rural perjudicaría más al PP que al PSOE. De todas maneras, pueden ser tres o cuatro diputados en el conjunto de España. Hay una sensación en muchos territorios de que se ha sacrificado a las zonas rurales por las grandes urbes donde está toda la inversión, los movimientos, las comunicaciones… Hay lugares que son desiertos.

¿Enmarcaría al PRC entre esos partidos de la España Vaciada?

Nosotros nos creamos en el año 76, no somos una coyuntura de estas, somos un partido consolidado. Salvando las diferencias porque no somos nacionalistas, somos el PNV de Cantabria, con su mismo porcentaje de votos, 38.6%. Cuando nos creamos solo existía el PSOE, el resto era AP, UCD, Partido del Trabajo, Partido Comunista… Llevamos aquí toda la vida. Además de que el problema de Cantabria no es de despoblamiento, sino de financiación autonómica, en cuanto a que el coste de los servicios que tenemos nosotros son inmensamente superiores que los que tiene una gran urbe.

¿Cómo ha afectado la pandemia a la relación con el socio de gobierno, el PSOE?

La relación es buena. Tenemos algunas tiranteces, pero es buena. No vamos de la mano en algunas iniciativas en el Parlamento, en aquellas que no afectan directamente al pacto. Discrepamos en algunos temas como en el caso del lobo, pero la coalición va bien. La percepción que tiene la gente es que hay estabilidad. Una de las características del PRC es que cuando ha gobernado con alguien siempre ha habido presupuestos y siempre se ha acabado la legislatura, y eso va a ocurrir ahora también.

Entiendo por lo que dice que no ve razonable una salida como la que ha tomado el presidente autonómico de Castilla y León con el que era su socio de Ciudadanos...

A mí me parece una barbaridad aprovecharse de una coyuntura que ahora tienen a favor. Lo de Madrid es una especie de contagio que ha animado a otros territorios. En este caso lo han hecho por motivos electorales y por su ley electoral se van a garantizar una mayoría cuasi absoluta los próximos cuatro años. Me parece de un ventajismo y, sobre todo, de una muy rechazable actitud con Ciudadanos. El PP le ha hecho auténticas perrerías a Ciudadanos desde el primer momento. Y la señora Arrimadas lo sabe, yo se lo he dicho. Han ido a cargarse el partido, les han robado hasta al secretario de Organización, que es el que tiene el fichero, se lo han desmantelado y todavía parece que tienen una dependencia del PP. ¿Pero esta mujer no se da cuenta que el PP lo que quiere es acabar con ellos, engullirlos? La política de pactos ha sido lo más desastroso que he visto. Le han dado los gobiernos más importantes de España al PP sin prácticamente nada a cambio, cuando podrían tener al menos la Alcaldía de Madrid o alguna cosa muy emblemática. Y mi vaticino es que desaparecen. No le veo ninguna viabilidad a Ciudadanos.

Volviendo a Cantabria, la colocación de concertinas en el Puerto de Santander ha vuelto a desencadenar críticas de organizaciones contrarias a esta medida que atenta contra los derechos humanos. ¿Qué opina al respecto?

Esta es una decisión del Puerto, que no es una competencia del Gobierno de Cantabria. A mí me parece que es una medida dura, pero si se elimina, hay que contemplar otras alternativas. Lo que no puedes hacer es cargarte el Puerto de Santander, que está en riesgo de que los barcos busquen otra ubicación. Es un puerto que está en la ciudad y todos los días hay incidentes de gente que salta la valla y se cuela en los contenedores de los camiones. Las compañías que operan en Santander, que es el primer puerto del norte en tráfico de ferries, se pueden marchar y corremos el riesgo de perder ese negocio. A fin de cuentas, quien no quiera saltar no se va a romper las manos con la concertina. Algo hay que hacer. Si haces un muro elevado de no sé cuántos metros dirá la gente: ‘Oye, me han encerrado’. No sé. No es mi competencia.

¿Se puede prescindir de las concertinas en Ceuta y Melilla y, sin embargo, son necesarias en el Puerto de Santander?

No lo sé, tengo mis dudas de que sea lo más idóneo. Espero que se medite y se estudie.

Otro asunto con polémica. A lo largo de este año se han sucedido protestas y movimientos vecinales en contra de la instalación de macro parques eólicos en la comunidad. ¿Entiende las críticas?

Sí, las entiendo, pero también tienen que entender que va a haber energía eólica en Cantabria, eso está claro. Según mis noticias se está redactando ahora el PROT y el 90% de Cantabria queda protegida. Es muchísimo. Que nadie tenga miedo a que se vayan a ver afectados los Valles Pasiegos. En zonas próximas a las zonas donde ya hay otro tipo de instalaciones, como la Sierra del Escudo, habrá que poner alguno. En todo caso, serán zonas que reúnan todas las condiciones medioambientales y que no impacten en el patrimonio de Cantabria, que es su orografía y su paisaje, pero algo hay que hacer. Por el cambio climático habrá que producir también energía renovable en Cantabria, pero muy controlada y muy limitada. Que nadie piense que vamos a crear un parque de molinos.

Para terminar, ¿cuándo estará en condiciones de confirmar que se presenta a la reelección?

En el mes de junio diré lo que hago. Ahora mismo no lo tengo claro. En el partido me dicen que me tengo que volver a presentar, pero el PRC ya tiene una solidez y gente para sustituirme mejor que yo. Aunque también es verdad que yo soy una persona que tiene tirón electoral. La gente me dice “estás bien”, pero en verano me tengo que hacer una revisión completa para ver cómo estoy, que voy a hacer 80 años. 

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