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Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Las investigadoras se plantan ante el machismo: “Si los hombres siguen copando la mayoría de los puestos directivos, ellos seguirán pensando en hombres para cubrir otros puestos”

Imagen de una investigadora en un laboratorio.

Blanca Sáinz

11 de febrero de 2021 12:32 h

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Inquietud, constancia y trabajo podrían ser tres de las cualidades que necesita cualquier investigador o investigadora para desarrollar su trabajo. Sin embargo, en el caso de las mujeres estas cualidades son solo las primeras con las que tienen que contar, ya que, según ellas mismas indican, para llegar “lejos”, deben contar con expedientes más brillantes, esforzarse más que ellos e incluso renunciar a su vida personal. “Al final lo que ocurre en la universidad es un reflejo de lo que ocurre en todos los ámbitos, y esto está a la orden del día en cualquier otro trabajo”, señalan.

Jara Martínez y Margarita Serna son dos investigadoras cántabras que han vivido en sus propias carnes lo que supone ser mujer en un sector con una clara hegemonía masculina, y, aprovechando que el 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, hablan con elDiario.es sobre el futuro de sus profesiones. Jara Martínez es ingeniera de Caminos, Canales y Puertos, y además es doctora en Ciencias y Tecnologías para la Gestión de la Costa, actualmente trabaja en el Instituto Hidrográfico de Cantabria, y es una firme defensora de la igualdad, incluso para aquellas que no pudieron desarrollarse como científicas en su momento: “No doy por perdidas a ningunas, ni a aquellas que no pudieron investigar por ser mujeres, ni a aquellas a las que no dejaron estudiar por lo mismo. Siempre se está a tiempo”, reflexiona con optimismo.

En el otro lado está Margarita Serna, que es catedrática de Historia del Derecho en la Universidad de Cantabria y que también se dedica a la investigación. “Las ciencias sociales y jurídicas y las humanidades también son ciencias, ya que lo que determina si una investigación es científica o no es el método, no que el objeto de estudio sea la naturaleza o el derecho”, recuerda. Ella, al igual que Jara Martínez, apunta a la conciliación como uno de los motivos que impide a las mujeres desarrollar completamente su trabajo como investigadoras. “¿De qué sirve llegar a los 50 años con una buena carrera tras haber sorteado todas las dificultades de la maternidad, si cuando te quedan los mejores años para producir científicamente no puedes compatibilizarlo con el cuidado de tus padres? Así es como las mujeres nos vamos quedando atrás”, explica Serna para ilustrar que la conciliación abarca más ámbitos que el maternal.

El sesgo también está perjudicando a los hombres porque no les permite desarrollarse del todo en profesiones que tradicionalmente son de mujeres

Jara Martínez Doctora en Ciencias y Tecnologías para la Gestión de la Costa

Precisamente Serna es quien apunta que una de las claves será la incorporación de las mujeres a esos “altos cargos” a los que aludían anteriormente. “Es sencillo: si los hombres siguen copando la mayoría de los puestos directivos, ellos seguirán pensando en otros hombres para cubrir puestos. Sin embargo, cuando hay mujeres de por medio es más fácil que se incorporen más mujeres”, explica esta catedrática.

Martínez, muy de acuerdo con esta teoría, afirma también lo importante que es “visibilizar que las mujeres también estamos en la ciencia”. “Hay niñas que no barajan como una opción ser científicas y nos hemos dado cuenta de que esta brecha llega a los 11 años, así que hay que trabajar en ello porque ya se ha visto lo importante que es contar con referentes”, asevera. En la misma línea, la doctora alude a que el machismo también está afectando a los varones: “El sesgo también les está perjudicando a ellos porque no les permite desarrollarse del todo en profesiones que tradicionalmente son de mujeres, y no podemos permitirnos perder vocaciones científicas por absurdos estereotipos de género que además son falsos”, indica.

Estas niñas que se decanten por ser científicas, van a tener una ventaja: ellas ya no van a estar solas como nos ocurrió a nosotras

Margarita Serna Catedrática de Historia del Derecho

Por último, la ingeniera, en consonancia con la situación actual, señala cómo el trabajo en equipo de hombres y mujeres ha terminado por dar como resultado la vacuna contra la COVID-19: “Después de lo que hemos visto con la pandemia es más importante que nunca que no se desperdicie ni un cerebro, porque todos son necesarios”, concluye. Por su parte, la catedrática e investigadora de Historia del Derecho expresa que hay que seguir insistiendo a las futuras científicas para que nada consiga quitarles de la cabeza que pueden alcanzar sus sueños. “Es que estas niñas, además, van a tener una ventaja: que ellas ya no van a estar solas como nos ocurrió a nosotras”, finaliza esperanzada.

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