La resaca de las fiestas navideñas ha dejado en Cantabria 92 muertos y 5.202 contagiados por COVID

Los efectos de la Navidad, como era previsible, llegaron a Cantabria en enero, el mes que siempre quedará en la memoria colectiva como el de la tercera ola del coronavirus. Así ha sido en la inmensa mayoría del país, y así ha sido también en la comunidad autónoma, donde la comparativa de datos del Servicio Cántabro de Salud (SCS) no deja lugar a dudas: Cantabria entró en las fiestas navideñas sin rebajar lo suficiente la incidencia y eso alimentó que el contagio durante esos días fuese mucho más intenso. Ahora, ya pasado el primer mes del año y con una incidencia acumulada ligeramente a la baja, parece que Cantabria comienza a ver la luz.

Comenzando por las muertes, el día de Nochebuena Sanidad notificaba 380 fallecidos totales por la COVID-19 desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, el 31 de enero este mismo órgano comunicaba que las muertes ya ascendían a 472, es decir, 92 personas han fallecido en poco más de un mes.

No obstante, y como apuntan los expertos, la ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) es lo que suele llevar, posteriormente, a un aumento en los decesos. Por lo tanto, esta variable suele ser la primera a la hora de predecir cómo serán las siguientes semanas en lo que respecta al número de muertos, y por este motivo Cantabria aún no está en una posición de relajación pese a que los contagios diarios sigan sin dispararse. El último día de enero, la comunidad tenía a 38 enfermos críticos ingresados en sus UCI, un dato que está cerca de duplicar el del 24 de diciembre, cuando había 22 infectados siendo atendidos en estado crítico.

De la misma manera, las hospitalizaciones también han experimentado su propia subida, que en esta ocasión es aún más acusada. El día de Nochebuena concluyó con 78 personas hospitalizadas, mientras que el mes de enero terminó con 213 enfermos en los hospitales cántabros, por lo que el balance del último mes casi triplica el del inicio de la Navidad.

Pero si hay una información que cuantifica hasta qué nivel ha penetrado la COVID en un territorio, esa es el número de personas que se han visto afectadas por ella. En el caso de este periodo se han contagiado 5.202 personas, pasando de los 18.562 contagiados en Navidad a los 23.764 del último día de enero. Esto también se traduce en que más de una quinta parte de los contagiados registrados por coronavirus se han dado durante esta época navideña y postnavideña.

Esta estrepitosa subida en el registro de enero ha influido también en el número de casos activos -personas que están contagiadas con el virus en estos momentos- y en su comparativa entre el 24 de diciembre y el 31 de enero. Y es que mientras en Nochebuena había 1.351 contagiados, en este momento son 3.624 las personas enfermas con COVID en la comunidad autónoma, lo que conlleva, de nuevo, que este también sea un dato que casi se ha triplicado.

Asimismo, entre los últimos días de diciembre y el final del mes de enero, los nuevos contagios se han mostrado bastante estables, en unos 150 positivos diarios salvo en los fines de semana, que es cuando se realizan menos test y no hay consultas médicas ordinarias. Y aunque resulta innegable admitir que últimamente los contagios están bajando, el número de infectados por día sigue sin parecerse nada al del inicio de la Navidad, cuando solo se notificaron 59 positivos, casi un tercio de los actuales.

En la última semana de enero se ha percibido una tendencia a la baja en la positividad de las pruebas, y eso es lo que ha llevado a que la incidencia acumulada a 14 días también lleve varios días bajando. Aún así, la comparativa actual con los últimos días de diciembre demuestra su crecimiento sin control durante el mes de enero, y es que entre el 24 de diciembre y el 31 de enero esta ha crecido en 224 puntos hasta encontrarse en los 383 casos por 100.000 habitantes.