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Sanidad ordena retirar la palabra 'paramédico' en la publicidad de los tatuajes de mama

Tatuaje tras una mastectomía.

Rubén Vivar

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En Cantabria, la tatuadora Mara Canal acaba de recibir por segunda vez una notificación de la Consejería de Sanidad advirtiéndole de que se expone a una sanción económica si continúa promocionando la reconstrucción de las areolas mamarias mediante la técnica conocida como tatuaje paramédico. A 240 kilómetros, en La Rioja, su exalumna, Miriam Apellániz, acaba de ser premiada por el Gobierno autonómico por esta misma iniciativa.

“Me siento perseguida”, cuenta Mara al otro lado del teléfono después de que se haya hecho viral una publicación de su hija en las redes sociales en la que manifiesta su “indignación” porque haya personas en Cantabria que quieran “entorpecer” el trabajo que desde hace años realiza su madre de forma totalmente altruista.

Mara regenta uno de los estudios de tatuajes más populares de Santander. Lleva 25 años dedicándose a ello y hace una década comenzó a tatuar gratuitamente a las mujeres que han sufrido una mastectomía provocada por el cáncer de mama y quieren reconstruir sus areolas y pezones.

“Yo hacía este tipo de trabajos desde hace mucho tiempo, sobre todo por cirugía plástica, y cobraba por ello. Pero en enero de 2010, en plena crisis, vino una mujer que salía de un cáncer de mama preguntándome cuánto le costaría. Me comentó que en ese momento no tenía el dinero, pero que iba a ahorrarlo y que volvería. Entonces le dije que no hacía falta, que se lo hacía. Fue tal la emoción, vi lo que significaba para ella y para mí era un trabajo tan simple, que me dije: lo voy a regalar”, relata sobre sus inicios.

Desde entonces por su local han pasado tantas mujeres que no se atreve a decir un número, la mayoría de fuera de Cantabria. También hombres que han sufrido accidentes de motos o quemaduras. En este tiempo, no ha recibido ningún tipo de apoyo ni reconocimiento por ninguna administración, ni autonómica ni municipal. Más bien todo lo contrario.

Por ejemplo, cuenta que el año pasado organizó una jornada benéfica: durante un día realizó tatuajes pequeños a un precio único de 25 euros y todo lo que recaudó se destinó a un fin social -ayudar a una mujer con hijos y sin recursos-. “Al anunciarlo por internet me llamó una de mis antiguas alumnas que quería participar realizando tatuajes y así recaudaríamos más. Fue todo un éxito, vino un montón de gente. Un mes después vino Sanidad, habían visto en las redes sociales que había participado esta chica y como yo no lo había comunicado, me amenazaron con una sanción. Fue un único día y con la premura se me pasó. No me di ni cuenta, pero esta tatuadora se había formado en mi estudio, con lo que en Sanidad ya tenían toda su documentación”, cuenta Mara, que lamenta que siempre están a ver qué pueden increpar y, por el contrario, nunca tengan ni una buena palabra.

El tatuaje paramédico

El último encontronazo que ha tenido ha estado motivado por el término paramédico. “Yo no me he inventado esta palabra, se emplea para esta técnica en otras comunidades españolas y también en otros países. Su definición dice que es algo que está ”relacionado con la medicina sin pertenecer a ella“. Pues hombre, ¿qué es esto? Yo no pertenezco a la medicina, pero sí estoy relacionada con ella. Las mujeres que vienen aquí se hacen este tatuaje después de una mastectomía”, sostiene.

“Podría quitar la palabra y ya está, pero es que siento que recortan mis derechos, porque no dejan que emplee una palabra que está en uso. Pero no es solo eso, es que en su día ya les pedí permiso a través del registro, a dios gracias, y no me pusieron ningún tipo de objeción, ninguna pega”, continúa exponiendo.

Además, apunta que ha invertido en material formativo en el que aparece este término, como diplomas, folletos o vídeos. “¿Y qué hago con todo esto? ¿Lo tengo que retirar porque ahora dicen que está prohibido? A esa alumna mía la dan un premio, la felicitan, ¿y aquí? Aquí no, aquí es ver qué zancadilla te podemos poner. No entiendo nada”, se queja.

Respuesta de Sanidad

Sin embargo, desde Sanidad consideran que la expresión 'paramédico' “puede llevar a confusión al público en general al relacionarlo con la actividad médico sanitaria” y, por tanto, su utilización conlleva el incumplimiento del artículo 7, Transparencia y veracidad de la información y publicidad sanitaria, del Real Decreto 1097/1966.

“La actividad para la que está autorizada es puramente estética y no guarda relación con la medicina, por lo que debe retirar urgentemente de su publicidad la denominación paramédico”, reclama la Administración en la misiva enviada al estudio de Mara.

El tatuaje paramédico es una técnica que se emplea para tapar cicatrices o reconstrucciones tras una mastectomía. Consiste en dar una pigmentación estable de la areola y el pezón recreando un volumen en 3D para que parezca algo real. Según cuentan los profesionales que lo practican, “no es solo una cuestión estética, también una ayuda psicológica para personas que han pasado por el cáncer. Ayuda a levantar el ánimo y recuperar la autoestima”.

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