Terceras elecciones

Mírala cara a cara que viene la tercera: la tercera convocatoria electoral. La matemática y la estrategia hacen casi imposible la formación de gobierno y cada vez más posibles unas nuevas elecciones generales. Más que a las urnas electorales, nos van a terminar convocando a las urnas del crematorio. Si no morimos antes de ver un gobierno, lo haremos quemados de hastío y aburrimiento.

Casi nadie quiere unas terceras, pero casi todos siguen en sus trece. El PP blinda a Rajoy, el PSOE lo veta, Ciudadanos veta a Podemos y Podemos defiende con los nacionalistas el derecho a decidir que los demás niegan. Sus bloqueos mutuos, sus tabúes infranqueables y sus principios irrenunciables nos llevan a otro laberinto sin más salida que volver a votar. Es una situación paradójica: tienen miedo de perder votos en unas nuevas elecciones pero lo que hacen para no perderlos nos va a llevar a unas nuevas elecciones donde los perderán por habernos obligado a votar otra vez.

Todos menos el PP. De ahí la abulia con la que Rajoy se presentó a su investidura. Le daba lo mismo perder porque sabe que volverá a ganar si hay urnas. El votante popular es tan inasequible al desaliento como a la corrupción y cuanto más tiempo pasa, más se reafirma en la necesidad de que los suyos, por muy ladrones que puedan ser, pongan orden en este sindiós. Como si la corrupción no fuera una de las causas fundamentales del desorden y el desgobierno.

Al resto no parece que las terceras les auguren nada mejor después de los resultados de las segundas. Ciudadanos le ha donado su sangre al vampiro de Génova hasta desangrarse y una vez hecho el trabajo sucio de frenar a Podemos y blanquear al bipartidismo va camino de la irrelevancia, o sea, de convertirse en UPyD en lugar de aspirar algún día a sustituir al PP.

El PSOE hace tiempo que se conforma con ganarle a Podemos más que al PP pero desde Cebrián a Marhuenda, tanto monta, monta tanto Juan Luis como Paco como Felipe como el Financial Times, acusan a Sánchez de ser el culpable del bloqueo, así que le convendría más sacar una presidencia del peor resultado de su historia que ir a un batacazo mayor, como el que se barrunta en las autonómicas vascas y gallegas, que podrían marcar tendencia.

Podemos le ha ofrecido a los socialistas una pasarela a la Moncloa. Ciudadanos jamás dejará que entren en un gobierno así que podría ser sólo para la investidura y después quitarla para dejar que Sánchez se enfrente al foso de un Congreso lleno de cocodrilos. En la oposición pueden ganar aire, experiencia y mociones pero en unas nuevas elecciones, la desmotivación y desmovilización de sus votantes les podrían hacer perder aún más el resuello.

A todos menos al PP les conviene hacer lo que sea para que Sánchez sea presidente a la segunda porque a la tercera va la vencida, la vencida del PP.

VUELVE CARNE CRUDA, 3ª TEMPORADA: A LA TERCERA VA LA VENCIDA. ESTE MARTES A LAS 10H EN WWW.CARNECRUDA.ES, HABLAMOS DE FONDOS BUITRE.

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