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“No estamos reconvirtiendo quirófanos en UCI en la tercera ola”

Quirófano en el Hospital 'Virgen del Prado' en Talavera de la Reina, en una imagen de archivo

Carmen Bachiller

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La Asociación Española de Cirujanos ha lanzado un comunicado en el que declara a los quirófanos como “espacios seguros”, que las decisiones de cancelar o no las cirugías no las establecen los servicios quirúrgicos sino comités multidisciplinares y reclaman la mayor implicación de la Atención Primaria.

Hemos querido saber cuál es la situación de la actividad quirúrgica en la región, que detalla José Antonio Ballesteros, director general de Asistencia Sanitaria del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), en una entrevista.

Dada la actual situación hospitalaria por la COVID-19. ¿Cómo se encuentra en estos momentos la actividad quirúrgica en Castilla-La Mancha?

Son 131 quirófanos los que tenemos en la región. Los tenemos permanentemente activos y a pleno rendimiento.

Habíamos conseguido una velocidad de crucero previa a la pandemia de 500 intervenciones quirúrgicas de forma programada y son unas 100 más que en la etapa anterior a la del actual gobierno. A eso hay que añadirle las urgentes que puedan surgir: desde una fractura de fémur, una apendicitis…

Durante la primera embestida del virus que aquí fue muy dura, hubo que suspender gran parte de intervenciones, conservando siempre tanto a urgente como la no demorable, incluyendo sin duda la de pacientes con cáncer.

Cuando salimos de la primera ola nos posicionamos en un 75% de la actividad. Conseguimos mantenerla durante el periodo veraniego y en otoño. Hasta hace unas dos semanas.

¿Y ahora que arrecia la pandemia, se están manteniendo las intervenciones?

Todos los hospitales que tienen planes de contingencia, con niveles diferentes en función de la complicación epidemiológica, incrementan la ocupación de zonas que habitualmente son subsidiarias de drenar allí pacientes de áreas quirúrgicas.

Hablamos de las zonas de ‘despertar’, de reanimación post anestésica. Esas son las que se están ocupando ya en alguna de las áreas quirúrgicas. Por eso ahora hemos disminuido las intervenciones en la región hasta las 260. En la segunda ola estábamos atendiendo en torno a 360 pacientes, al ritmo de 2014

¿Cuál es la prioridad?

Estamos priorizando la cirugía mayor ambulatoria, un tipo de intervención que no requiere ingreso. Lo estamos priorizando sobre los pacientes de lista de espera, pero la prioridad absoluta son las urgencias y todo el paciente con patología neoplásica o cáncer.

La situación más “comprometida”, reconocía recientemente la consejera portavoz es la del Hospital Virgen de la Salud de Toledo. Fuentes hospitalarias reconocían a este medio que se ha paralizado toda la actividad a excepción de la oncológica urgente. ¿Es así?

La actividad que se realiza para los toledanos, no solo se produce en el Virgen de la Salud. Tenemos un dispositivo importante en el Hospital Nacional de Parapléjicos. Hay actividad quirúrgica que se sigue manteniendo. Es cierto que no se está pudiendo realizar en el Virgen de la Salud, pero sí en Parapléjicos y que pivota en torno a la cirugía mayor ambulatoria, aunque no con la normalidad que querríamos.

¿Eso solo ocurre en el Virgen de la Salud? ¿Se puede entonces hablar de cierta normalidad en el resto?

Correcto. En la medida de nuestras posibilidades. Sería relativamente sencillo con el aparataje y los recursos humanos de los que nos hemos dotado a lo largo de toda la pandemia que nuestros planes de contingencia funcionaran solo para atender la patología COVID. Eso sería lo cómodo y estaríamos de forma razonablemente holgada.

El problema es que estamos dedicando buena parte de recursos a diario, no solo quirúrgicos, sino diagnósticos y terapéuticos a la patología no COVID. En la primera embestida lo tuvimos que paralizar.

Por ejemplo, ahora mismo, de las 13 resonancias magnéticas de la región, nueve están funcionando en turnos de 24 horas, mañana, tarde y noche, incluidos fines de semana. No las usamos en patología COVID.

“No estamos reconvirtiendo quirófanos en UCI en la tercera ola”

¿Está siendo en esta tercera ola más difícil que en la primera garantizar la actividad quirúrgica?

No me atrevería a asegurarlo. Diría que el virus nos ha dado tiempo para armarnos, para confeccionar bien los planes de contingencia. Ahora mismo es una decisión institucional dedicar mucho de nuestro tiempo a la patología no COVID. Estamos complicándonos la vida atendiendo actividad en el área quirúrgica en concreto, toda la que podemos.

En la primera embestida no hubo tiempo. Vino y tuvimos que ocupar incluso los quirófanos para intubar a los pacientes.

¿Y ahora hay menos quirófanos que es estén reconvirtiendo en UCI?

Eso ocurrió solo en la primera ola en gran parte de España. Ahora mismo en la región no ocurre. Nos hemos dotado de 462 camas de críticos y quiero reseñar que en cinco años y medio previos a la pandemia nunca en Castilla-La Mancha se requirieron 168 camas de UCI, siempre nos quedamos en 167.

Las hemos triplicado para no llegar a la situación de la primera fase.

¿Se ha reconfigurado la función de los cirujanos ante un menor número de intervenciones? ¿Están participando en tareas COVID?

Hay que pensar una cosa. En las prestaciones que realizan las especialidades quirúrgicas, no solo los cirujanos, se va más allá del quirófano. De forma diaria tienen pase de consulta, mucha, se está realizando filtrando previamente por teléfono la necesidad o no de presencia física del ciudadano.

Están realizando en consultas externas una labor mucho más compleja de la que hacían anteriormente y esa no ha parado. Además, estos profesionales tienen camas asignadas y hacen pase de planta.

Cuando se les ha requerido para echar una mano en patologías no habituales de su cartera de servicios, se han prestado a todo.

Sé que el consejero es muy reacio y que gusta de trabajar “intramuros”, pero si fuera necesario. ¿Se usaría la Sanidad privada?

Trabajamos codo con codo con todos los actores sanitarios y sabemos que están a nuestra disposición. Tuvimos que hacerlo en la primera fase. Ahora no es necesario.

“No estamos necesitando el nuevo hospital de Toledo”

¿Y en algún momento se ha planteado variar, si es necesario, el plan de traslados al nuevo Hospital en Toledo, por ejemplo, en lo que respecta al bloque quirúrgico?

El bloque quirúrgico está armado, con los dispositivos que se tenemos. El plan de traslados no debería sufrir ningún cambio por la pandemia. El plan de contingencia que tenemos para Toledo, insisto, está muy bien perfilada.

La dotación que está recibiendo Toledo, con dotación de tres TESLAS, estamos en plena fase de montaje de aceleradores lineales, a punto de recibir todo el dispositivo quirúrgico y de recibir dos quirófanos híbridos inteligentes…Enfin, lleva su curso y está calendarizado.

El nuevo hospital será magnífico y no estamos necesitándolo. La razón fundamental es que los dispositivos asistenciales en el presente están perfectamente armados.

¿Ni siquiera para espacios COVID en esta tercera ola? Es algo sobre lo que ya se habló mucho en la primera ola

Preferimos trabajar intramuros y que pueda trabajar el mayor número de profesionales sin tener que moverse entre centros. Es la filosofía. Nos hemos dotado de 5.257 camas de hospitalización en los centros operativos. El año pasado lo terminamos con 4.040. Nos queda margen.

La Asociación Española de Cirujanos aboga por potenciar los circuitos diagnósticos en atención primaria y en pruebas diagnósticas para evitar retrasos. ¿Qué le parece?

Hay un tema que les apremia y es que se puedan estar demorando determinadas patologías o que haya problemas para atender con rutina lo que antes se hacía de forma habitual. Eso lleva a que nos pidan otras formas de atender y que el primer nivel asistencial gane capacidad diagnóstica.

Somos el único servicio regional de Salud que en 2020 ha puesto en marcha algo que nos ha posibilitado la pandemia y es la extensión de la telemedicina de Dermatología a toda la región.

Desde cualquiera de los 1.181 consultorios locales que tiene la región, un médico de Primaria puede realizar una fotografía al paciente y derivarla al dermatólogo. Si la patología es maligna el cirujano lo aborda y lo intervendrá en menos de diez días.

Es verdad que hemos sobrepasado la capacidad UCI pre pandemia pero no vamos a necesitar derivar

Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, los hospitales de la provincia de Toledo son unos de los que sufren mayor presión hospitalaria en el país en cuanto a ocupación de camas y UCI. ¿Cuántas plazas de unidades de cuidados intensivos se han tenido que ampliar en esta tercera ola en Toledo y Talavera?

Creo que entre ambas andamos en los 110 pacientes críticos (la entrevista se realiza el 2 de febrero). Es verdad que estamos sobrepasando la capacidad de las UCI pre pandemia. Ahí entran los planes de contingencia, con nuevos espacios.

Hemos dotado el puesto de críticos, algo complejo de hacer tecnológicamente hablando y a nivel de recursos humanos difícil de manejar porque requiere pericia enfermera y médica. Vamos escalando. No creemos que vayamos a necesitar derivar a otros sitios.

En Talavera son 42 puestos habilitados y 19 ocupados. La situación es difícil, estamos tensionados por la enorme presión asistencial, pero hay margen.

En Toledo, sobre 102 puestos teníamos ayer (lunes 1 de febrero) 72 pacientes.

¿Hay personal suficiente para atender? Esta semana la consejera portavoz ha dicho que “ya se ha contratado todo lo que se podía contratar en España y en Castilla-La Mancha”

Castilla-La Mancha llegó con músculo cuando llegó el virus. Hoy son mas de 9.000 contratos los que hemos hecho en área médica, enfermeros, trabajadores sociales, fisioterapeutas… Están distribuidos en distintos dispositivos, incluyendo rastreadores o unidades de críticos.

Se habla mucho de la situación física y mental de los sanitarios. Los mensajes que piden responsabilidad a la ciudadanía son constantes. Ustedes los gestores también tienen su propia presión…¿Qué podemos decir?

Sí, se está haciendo largo, mental y físicamente es durísimo y muy complicado gestionarlo. Los profesionales de primera línea mucho más. Es verdad que en el periodo vacacional de julio y agosto pudieron descansar casi todos. Eso ha permitido llegar a la segunda o tercera ola en mejores condiciones, pero no somos máquinas, de ahí que se pida responsabilidad social. Están dando todo.

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